Tecnología

Tecnología RFID y cómo aporta al sector logístico y de transporte

Por David Leonardo León Soto.


Ya desde el 500 A.C. Heráclito de Efeso nos habla de una máxima que hoy constituye un importante principio
empresarial: “Lo único inmutable es el cambio”. Y es que cuando creemos que ya se ha inventado todo, surgen
nuevas y mejores formas de hacer las cosas. Saber eso hoy por hoy, es la diferencia entre participar en el
mercado y proyectarse activamente en él.

Este principio es impulsado en nuestro país por estudios como la Encuesta Nacional Logística realizada por el
Departamento Nacional de Planeación de Colombia en alianza con importantes actores del sector, que como
herramienta técnica tiene por objetivo obtener información para caracterizar la logística colombiana, facilitando
la toma de decisiones en la definición de políticas públicas. En los análisis de su investigación se vislumbra
claramente la necesidad de implementar ingentes cambios en nuestros procesos y políticas para alcanzar metas
como la reducción de estos costos que hagan más atractivo nuestro mercado para la inversión.


Y es que este estudio revela en su última lectura del sector (2018) que el costo logístico representa, en promedio,
13,5% de las ventas, o sea que de cada $100 que factura una empresa $13,5 los destina a la operación logística.
Este indicador es calculado por el 69,1% de las empresas.


Así mismo, identificó que la actividad económica que mayor costo logístico reporta es el comercio con 15,2%
mientras que el menor lo tiene la minería, con 10,3%.


Por tamaño de empresa, las microempresas reportan un costo logístico de 24,1% mientras que para las grandes
es de 10,8%.
Los principales factores que conforman el costo logístico en las empresas corresponden al almacenamiento, con


46,5%; transporte, 35,2%; administración y servicio al cliente, 11,1%; y otros costos, 7,3%.

Por supuesto, si entendemos este indicador como un pilar muy importante para la competitividad de las
empresas del sector logístico colombiano frente a otras economías de la región, al reflejar el nivel de
eficiencia alcanzado en temas como almacenamiento y transporte y revisamos su comportamiento, encontramos
que ha venido mejorando, puesto que en la ENL 2015 estaba prácticamente en el 15%.


Por otra parte, en 2018 Colombia pasó del puesto 94 al puesto 58 en el ranking bienal de desempeño logístico
del Banco Mundial y quedó entre los 5 primeros en Latinoamérica y el Caribe, detrás de Chile, Panamá, México
y Brasil, lo cual indica una notoria evolución comparado con otros países de la región. Sin embargo, aún estamos
en considerable desventaja frente a países de la OCDE de la cual recientemente somos miembros ya que nuestra
cifra actual (13,5%) dista mucho de los indicadores de mercados donde pretendemos competir como EEUU o
Europa cuya cifra promedio no supera el 8%.


Si bien es cierto que se debe impulsar la competitividad de los costos desde los estamentos públicos, existe una
amplia oferta de productos y servicios diseñados para apoyar la reducción de estos costos logísticos.


Se indica en este estudio que el principal objetivo es la reducción de los costos logísticos, unido a la mejora de
los tiempos de entrega y la potencialización del uso y apropiación de la tecnología al servicio del sector logístico
ya que solo el 35,6% de las empresas hacen uso de herramientas tecnológicas para automatizar procesos
logísticos, encontrándose allí una importante oportunidad para aumentar considerablemente la eficiencia de las
empresas.

El informe muestra un muy bajo nivel de conocimiento de tecnologías aplicadas a la logística como se muestra
en la imagen 1 y un nivel aún más bajo en la aplicación de estas, imagen 2.

Fuente: Informe de resultados de la Encuesta Nacional de Logística 2018, página 47.

Imagen 2: Nivel de utilización de Tecnologías en Logística

Fuente: Informe de resultados de la Encuesta Nacional de Logística 2018, página 48

Se nota que a pesar de que las empresas conocen en algo el uso de la tecnología aplicada al sector, no la usan a
pesar de necesitarla.


Es necesario entender que el uso de tecnologías en el sector aporta al desempeño logístico, tiene un alto impacto
en la trazabilidad de procesos en beneficio de la planeación y evaluación de la gestión empresarial y
adicionalmente es un elemento central en el desarrollo de la competitividad e innovación.


Es allí donde se evidencia que tecnologías como la de captura de información mediante Radio frecuencia, no
solo tiene un muy bajo nivel de conocimiento por parte de las empresas sino que como consecuencia tiene el
más bajo índice de utilización en los procesos de logística. De allí la importancia de destacar la tecnología RFID
y visibilizar su alcance así como la amplia gama de usos en el sector.

Pero ¿qué es la tecnología RFID?


Pues bien la identificación por radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés) permite ubicar y monitorear
cualquier elemento (ej. Productos, vehículos, otros activos) de manera automática. Se trata de señales de radio
que son enviadas entre un lector (tipo antena o un escáner manual) y una etiqueta también llamada “TAG”.
Estos datos son transmitidos de manera simultánea a los sistemas informáticos de control en la nube, con el fin
de tener trazabilidad y control total en tiempo real.

Esta tecnología comenzó a usarse a principios del milenio aunque no de forma masiva por su alto costo de
implementación comparado con el código de barras. Actualmente, gracias a la reducción sustancial de este costo
es una tecnología muy eficiente y de fácil acceso.


La situación actual de pandemia dio un inmenso e inusitado impulso al comercio electrónico y este a su vez ha
impulsado esta tecnología que ayuda en la toma de decisiones referentes a la eficiencia de abastecimiento,
tránsito y despacho de mercancías, destacándose por supuesto en la administración de inventarios donde los
principales problemas son las bajas por robo, pérdidas, errores y daños, así como información inexacta o fallas
en procesos de consolidación y transporte.


La tecnología RFID puede utilizarse en casi todas las industrias pero resaltamos la importancia de su uso en el
sector logístico por ser transversal a todas ellas, donde sus principales ventajas son su mayor alcance y velocidad
de lecturas.


Su principal característica es la versatilidad. El uso de etiquetas o tags ha aumentado drásticamente en los
últimos años frente al uso de tecnologías de identificación como el código de barras. Se diferencian entre otras
características por su capacidad de almacenamiento de datos de identificación del producto ya que una etiqueta
puede llegar a contener hasta cuatro millones de caracteres. La gran mayoría de estas etiquetas son del tipo
pasivo es decir que no necesita energía para su funcionamiento. Su escaneado es mucho más rápido, ya que los
lectores pueden identificar varios productos a la vez y no necesitan contacto visual directo (son capaces de
extraer la información a través de materiales opacos).

Además, al tratarse de un diseño tecnológico, no puede copiarse o duplicarse con facilidad, por lo que la
seguridad es mayor frente al código de barras. La información de las etiquetas RFID puede editarse cuando sea
necesario modificar algún dato.


Existen tags para control de todo tipo de productos y la capacidad de su lectura simultánea permite su aplicación
a escenarios complejos, dándole una muy alta capacidad de adaptabilidad a diferentes necesidades, pudiendo
implementarse en escenarios como:

  1. Muelles o bahías de cargue/descargue para un control exhaustivo de salida y entrada de mercancías.
  2. Proceso de almacenamiento, logística y distribución de mercancías cubriendo todas las necesidades a
    la hora de identificar productos, paquetes, pallets o incluso estanterías.
  3. En escenarios más amplios permite el control de inventarios detallado en puntos de venta donde existen
    incluso puntos de pago inteligentes basados en RFID.
  4. Control de la flota vehicular identificando vehículos que salen o entran a bodegas y parqueaderos
    asociando incluso sus componentes más susceptibles de control como las llantas o extintores.
  5. Auditoría a los activos reutilizables del proceso como contenedores, cajas plásticas, mallas, tarimas,
    jaulas metálicas, carretillas, etc.
    Las posibilidades de aplicación son impresionantemente extensas con beneficios igualmente importantes para
    un sector que requiere alcanzar rápidamente niveles de eficiencia que más allá de ser buenos lleven nuestros
    procesos logísticos a condiciones de excelencia en productividad y competitividad, como la llave para llegar
    exitosamente a mercados acostumbrados a la innovación y a tecnología de punta que los pone a la vanguardia
    mundial. Esos resultados dependen de muchos factores como el mejoramiento de la infraestructura vial y
    portuaria, la diversificación en las modalidades de transporte, la adopción de la cultura de la medición y análisis
    de datos como base para la toma de decisiones articuladas entre las entidades públicas, agremiaciones y claro
    las empresas mismas y en esto último la aplicación de herramientas tecnológicas cumple un papel decisivo
    como estrategia. Si usted es una empresa del sector logístico, no hay duda, ¡hay que hacerlo!

Referencias:


Departamento Nacional de Planeación. (2018). Informe de resultados Encuesta Nacional Logística 2018.
Tomado de:
https://plc.mintransporte.gov.co/Portals/0/News/Informe%20de%20resultados%20Encuesta%20Nacional%20
Logistica%202018.pdf
Departamento Nacional de Planeación. (2018). Presentación de resultados Encuesta Nacional Logística

  1. Tomado de:
    https://plc.mintransporte.gov.co/Portals/0/News/Presentacion%20Encuesta%20Nacional%20Logistica%2020
    18.pdf
    Noega Systems. (2016). Logística y Cadena de Suministro. Recuperado de: https://www.noegasystems.com
    Pay Mark Fast. (s.f.). El futuro de la logística con RFID. Recuperado de: http://www.paymarkfast.com/elfuturo-de-la-logistica-con-rfid/

Fuente: Grupo OET

Imagen: Grupo OET

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