Pese a que en varias ciudades del país el valor del pasaje también subió $300, Transcaribe terminó siendo el sistema de transporte con la tarifa más elevada.
Desde el pasado lunes 16 de enero, los cartageneros están pagando $3 mil para movilizarse en Transcaribe, tras el aumento de $300 que fue decretado por la Alcaldía de Cartagena.
El incremento ha sido duramente criticado por los usuarios del sistema, quienes coinciden en que Transcaribe aún tiene muchas falencias en cuanto a cobertura, frecuencia de buses y seguridad dentro de las estaciones.
Lo cierto que este se trata del incremento más alto que ha tenido que ha tenido el sistema desde que entró en operación, pues las alzas en años anteriores oscilaban entre los $100 y $200.
En el resto del país
Tras decretar el aumento, la Alcaldía de Cartagena aclaró que el valor de la nueva tarifa obedece a un acuerdo que hicieron varios alcaldes del país para incrementar el pasaje de los sistemas masivos de transporte según la variación anual del IPC a corte de noviembre de 2022, es decir, 12,53%.
Es así que en otras cuatro ciudades de Colombia el alza también fue de $300, aunque a diferencia de Cartagena, las tarifas quedaron por debajo de los $3 mil.
En Bogotá, por ejemplo, el valor del Transmilenio quedó en $2.950; en Medellín, el Metro vale $2.880; en Cali, el Mío cuesta $2.700; y en Pereira, la tarifa del Megabus está en $2.650.
Las únicas ciudades con sistemas de transporte masivo que no subieron el pasaje en $300 fueron Barranquilla, donde aún no se ha decretado incremento para el 2023, y Bucaramanga, donde el Metrolínea pasó de costar $2.700 a $2.800. Esta alza de $100 en la capital de Santander fue posible porque se creó un subsidio de transporte público de $200 para cada pasaje.
Lo anterior deja a Transcaribe, en Cartagena, con la tarifa más cara de toda Colombia.
De dónde sale la tarifa
A pesar de que la tarifa que ya están pagando todos los usuarios de Transcaribe es de $3 mil, lo cierto es que al sistema le cuesta $4.950 mover a cada persona, esto es lo que se conoce como “tarifa técnica”.
Esta tarifa se calcula teniendo en cuenta aspectos como el costo de los kilómetros recorridos por los buses, la plataforma tecnológica de recaudo, el costo del ente gestor administrativo, la fiduciaria y la chatarrización.
La diferencia entre la tarifa técnica y la tarifa que pagan los usuarios, correspondiente a $1.950, debe ser asumida por el Distrito a través de aportes al Fondo de Estabilización Tarifaria (FET). Para este año, se estima que los aportes sean de alrededor de $76 mil millones.
Cabe anotar que este año la tarifa técnica disminuyó en comparación al 2022. En ese entonces la tarifa técnica estaba en $6.300 y el valor a financiar por parte del Distrito era de $3.600 por usuario. Con la nueva tarifa técnica, se acorta la brecha.
Problemas de fondo
Desde hace varios años, Transcaribe viene arrastrando un déficit financiero producto del desbalance entre la tarifa técnica y la tarifa al usuario. Sin embargo esta situación no es exclusiva de Cartagena sino de todos los sistemas de transporte masivo del país.
De acuerdo con el experto en movilidad Ramón Torres Ortega, quien es ingeniero civil con maestría en vías terrestres y también docente, en Cartagena la situación es más grave teniendo en cuenta que la cobertura de Transcaribe apenas sobrepasa el 50% de la ciudad.
“El desbalance entre la tarifa técnica y la tarifa usuario se presenta porque en Cartagena no se ha implementado en un alto porcentaje el sistema de transporte masivo, por eso en orden de poder crear unas condiciones de estabilidad financiera se necesitan unas tarifas más elevadas”, explicó.
El experto indicó que en estos momentos Transcaribe no está moviendo la cantidad de pasajeros que debería para garantizar su sostenibilidad, y en este sentido, otro factor a tener en cuenta es la competencia que existe con el transporte informal.
En este orden de ideas hay que tener en cuenta que en Cartagena hay barrios que no tienen rutas de transporte público y por eso las personas acuden al uso de colectivos o mototaxis; mientras que, en otras zonas, la frecuencia de los buses es demasiado baja y finalmente el usuario opta por utilizar otro medio de transporte.
“Transcaribe debe llegar a los sitios donde se está produciendo la informalidad y mejorar en cuanto a frecuencia, porque otro de los grandes problemas que tiene es la demora de las rutas alimentadoras. Nadie va a esperar un bus que demore 30 minutos cuando una moto pasa constantemente, por eso el transporte informal llena ese espacio”, afirmó Torres.
Para el ingeniero y docente, es necesario que el objetivo sea solucionar los problemas de cobertura y frecuencia, de la mano con la mejora de la infraestructura vial, pues esto no solo beneficiaría a Transcaribe sino a la movilidad de Cartagena.
“Lo ideal es que las ciudades tengan un sistema de transporte público colectivo de calidad para que la gente en determinado momento deje el vehículo particular y se monte en el sistema”, concluyó.
Con el propósito de mejorar la situación financiera de Transcaribe, el año pasado el Concejo de Cartagena aprobó tres proyectos de acuerdo presentados por la Alcaldía que buscan salvaguardar la sostenibilidad del sistema.
Uno de ellos tiene que ver con destinar el 50% de la sobretasa a la gasolina al Fondo de Estabilización Tarifaria (FET) por los próximos nueve años (2023 – 2032). Con esto se espera que el sistema reciba más de $22 mil millones anuales.
Otro proyecto es la incorporación de $45 mil millones al presupuesto del Distrito que serán exclusivamente para Transcaribe. Parte de estos recursos irán al FET, otros al ente gestor y otra parte a fortalecer equipos y garantizar la vigilancia en las estaciones.
Por último, se autorizó un crédito por $20.700 millones para el Fondo Único de Desintegración y Operadores (Fudo), destinado a la chatarrización.
Fuente: El Universal
Imagen: Las2orillas