El magnate Elon Musk, CEO de Tesla, se ha visto en la necesidad de tranquilizar a clientes, proveedores y contratistas tras una serie de movimientos controversiales en la compañía, particularmente en relación con la red Supercharger. Tras semanas de críticas por los despidos repentinos en este equipo, Musk ha intentado aplacar las preocupaciones asegurando que Tesla invertirá más de 500 millones de dólares para expandir la red Supercharger y crear miles de nuevos cargadores este año.
La polémica comenzó el pasado 15 de abril cuando Musk anunció el despido de aproximadamente el 10% de la plantilla global de Tesla, alrededor de 15.000 trabajadores. Dos semanas después, se reveló que la compañía había eliminado todo el equipo de Supercharger, incluida la responsable de la división de Cargas de vehículos eléctricos, Rebecca Tinucci. Rumores sugieren que Tinucci fue despedida por resistirse a la orden de Musk de terminar con todos los empleados del equipo.
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Tras los despidos, Musk anunció una desaceleración en la expansión de la red Supercharger, afirmando que se centraría en mejorar y ampliar las estaciones existentes a un ritmo más lento. Esta decisión causó preocupación entre los proveedores y contratistas de Tesla, quienes recibieron un correo electrónico filtrado solicitando paciencia y la suspensión de trabajos para nuevos proyectos de construcción de Supercharger, así como la compra de nuevos equipos.
El panorama para Tesla se complica aún más con la pérdida de su posición líder en el mercado de vehículos eléctricos frente a BYD, y la presión de la competencia china con precios más bajos. En el primer trimestre de 2024, Tesla entregó menos vehículos de lo esperado y su producción cayó un 1,6% en comparación con el año anterior.
Ante este escenario, la comunidad y los inversores están atentos a los próximos movimientos de Tesla y Elon Musk, buscando claridad y estabilidad en medio de los desafíos que enfrenta la empresa en el competitivo mercado de los vehículos eléctricos.
Fuente: El Espectador
