La decisión del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, de incrementar el precio del diésel ha generado una profunda inconformidad dentro del gremio de transportadores. Las palabras de Bonilla, “Estoy anunciando que hay que tomarla y que no va a haber acuerdo”, han sido interpretadas como una falta de disposición para dialogar y buscar soluciones conjuntas, lo que ha llevado a Fedetranscarga a organizar este paro como una manifestación de descontento y una llamada a la acción.
Rutas de la protesta
En la capital, Bogotá, los camioneros comenzarán su marcha a partir de las 6:00 a.m., recorriendo cuatro vías principales antes de regresar al punto de inicio en la Carrera Séptima. El recorrido previsto es el siguiente: El Playón (Fontibón) – Avenida Boyacá – Avenida La Esperanza – Carrera 50 – Calle 26 – Carrera Séptima. Esta ruta ha sido seleccionada estratégicamente para maximizar la visibilidad de la protesta y generar un impacto inmediato en el tránsito de la ciudad.
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Impacto económico
La Asociación de Transportadores ha subrayado que cada incremento de $1.000 en el precio del diésel podría elevar los fletes en aproximadamente un 8% y aumentar el costo de los pasajes de los buses intermunicipales en un 36%. Esta situación no solo afecta a los transportadores, sino que también repercute directamente en los consumidores finales, encareciendo productos y servicios esenciales. La Cámara Intergremial del Transporte ha advertido que un aumento significativo en el precio del ACPM derivará en una nueva presión inflacionaria que impactará negativamente en diversos sectores de la economía nacional.
Un gremio que sostiene la economía nacional
Los transportadores de carga juegan un rol crucial en la cadena de suministro del país, garantizando la distribución eficiente de mercancías a lo largo y ancho de Colombia. A pesar de los crecientes costos operativos, estos profesionales han mantenido sus tarifas estables, contribuyendo de manera significativa a controlar la inflación y a preservar el poder adquisitivo de los ciudadanos. “Hemos tratado de mantener el precio del diésel quieto, y que no nos pase lo que nos pasó con la gasolina, porque esto dispararía la inflación de nuestro país”, afirmó Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga.
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Llamado a la solidaridad
Ante la situación, Cárdenas ha hecho un llamado urgente al Gobierno para implementar medidas de apoyo que alivien la carga económica sobre el sector del transporte. Entre las propuestas destacan la reducción de impuestos sobre el combustible y la mejora de la infraestructura vial, aspectos que, de ser atendidos, podrían mitigar los efectos adversos de los incrementos de precios y fortalecer la capacidad de los transportadores para seguir desempeñando su labor esencial.
La protesta de este viernes no solo representa una manifestación de descontento, sino también una defensa de la estabilidad económica del país. Los transportadores, al alzar su voz, están poniendo en evidencia la interdependencia entre el sector del transporte y el bienestar general de la economía colombiana. Ignorar las demandas de este gremio podría desencadenar una cadena de efectos negativos que afectarán a múltiples sectores, desde el comercio hasta el consumo cotidiano.
Es imperativo que el Gobierno escuche y atienda las preocupaciones de Fedetranscarga, reconociendo el valor estratégico de los transportadores en la economía nacional. Un diálogo constructivo y la implementación de políticas favorables no solo beneficiarían al sector, sino que también contribuirían a una economía más resiliente y equitativa para todos los colombianos.
Fuente: Red+