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Colombia en el carril lento: Un análisis del FMI revela la baja velocidad de nuestras vías terrestres

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Crédito Imagen: MinTransporte

En un reciente análisis realizado por expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI), se ha revelado un preocupante retrato de la infraestructura vial en Colombia. Mariano Moszoro y Mauricio Soto, investigadores de la entidad, han puesto bajo el microscopio la eficiencia de nuestras carreteras mediante un estudio que compara las velocidades promedio registradas en Google Maps entre ciudades importantes de cada país. El resultado coloca a Colombia en una posición desfavorable, destacando la necesidad urgente de mejoras en nuestra red vial para optimizar la conectividad y el desarrollo económico.

Moszoro y Soto han propuesto una metodología innovadora y más práctica para evaluar la eficiencia de las carreteras a nivel mundial. En lugar de depender de reportes oficiales, encuestas o imágenes satelitales, su enfoque se basa en las velocidades promedio registradas en Google Maps. “Nuestro puntaje de velocidad promedio es más fácil de calcular y actualizar que las mediciones tradicionales de redes viales”, explican. Este método ha sido aplicado en más de 160 países, revelando un rango de velocidades promedio que va desde los 38 hasta los 107 kilómetros por hora (km/h).

Luego de ajustar sus cálculos para tener en cuenta las complejidades geográficas de Colombia, los expertos concluyeron que la velocidad promedio en nuestras carreteras es de 72 km/h. En un supuesto escenario donde Colombia no tuviera estas dificultades geográficas, este resultado coloca al país en el puesto 33 entre las naciones con las carreteras más lentas del mundo.

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Para poner esto en perspectiva, países como Bután, Nepal y Timor-Leste ocupan los primeros lugares de las carreteras más lentas con velocidades promedio de 38 a 40 km/h. Otros países como Bangladesh, Haití y Nicaragua también se encuentran en este grupo con velocidades que oscilan entre 41 y 46 km/h. En contraste, los países con las vías más rápidas incluyen a Estados Unidos (107 km/h), Portugal, Arabia Saudita y Canadá (106 km/h), Francia (105 km/h), y España (103 km/h).

La baja velocidad en nuestras carreteras no es solo una cuestión de comodidad; tiene implicaciones profundas para la economía y el bienestar social. Una infraestructura vial eficiente es crucial para el comercio, la movilidad laboral y el acceso a servicios esenciales. La lentitud de nuestras vías afecta la competitividad del país, encarece los costos de transporte y, en última instancia, repercute en el costo de vida de los colombianos.

El estudio del FMI subraya la necesidad de inversiones significativas en la infraestructura vial de Colombia. Sin embargo, la tarea no es sencilla debido a nuestras complejidades geográficas, que incluyen montañas, selvas y áreas rurales de difícil acceso. A pesar de estos desafíos, existen oportunidades para innovar en la planificación y ejecución de proyectos de infraestructura que puedan superar estas barreras.

Para mejorar nuestras carreteras y, por ende, nuestra velocidad promedio, es necesario un enfoque multifacético. Esto incluye:

  1. Inversiones Sustanciales: Es esencial que el gobierno y el sector privado trabajen juntos para financiar proyectos de infraestructura vial de alta calidad.
  2. Tecnología e Innovación: Adoptar nuevas tecnologías en la construcción y mantenimiento de carreteras puede ayudar a superar los desafíos geográficos.
  3. Planificación a Largo Plazo: Se necesita una visión estratégica que no solo aborde las necesidades inmediatas, sino que también considere el crecimiento futuro y el desarrollo sostenible.
  4. Colaboración Internacional: Aprender de las mejores prácticas y experiencias de otros países puede proporcionar soluciones efectivas y adaptables a nuestro contexto.

El análisis del FMI es un llamado de atención sobre el estado de nuestras carreteras y la necesidad urgente de acción. Mejorar la infraestructura vial no solo acelerará nuestras velocidades promedio, sino que también impulsará el desarrollo económico y mejorará la calidad de vida de todos los colombianos. Es hora de que Colombia ponga el pie en el acelerador y comience a construir un futuro más conectado y próspero.

Fuente: Portafolio