Este sábado en la mañana, la policía logró desbloquear la vía Medellín-Urabá en Buriticá después de más de un día de cierre provocado por una protesta de unas 300 personas contra la multinacional minera Zijin. La noche anterior, la tensión escaló al punto de que un bus de servicios públicos fue incendiado por los manifestantes. Este incidente no es aislado y se suma a una serie de bloqueos que han afectado gravemente la economía de la región y, en particular, al gremio de transportadores de carga.
La Asociación de Transportadores de Carga (ATC) ha elevado su voz de protesta ante los reiterados bloqueos de vías en el país, especialmente en Antioquia. Anderson Quiceno, director ejecutivo de ATC, expresó su preocupación por las pérdidas económicas que estos bloqueos generan. Según Quiceno, la vía a Urabá representa una pérdida diaria de aproximadamente 800 millones de pesos debido a factores como incumplimiento de fechas de entrega, sobrecostos en combustible y peajes adicionales por tomar rutas alternas.
“Ya estamos analizando la posibilidad de evitar transitar por algunos corredores viales donde se registren alteraciones al orden público. Esto podría afectar el suministro de algunos productos”, advirtió Quiceno. La situación es crítica y el gremio transportador está considerando medidas extremas como vetar algunas vías y generar una parálisis hasta que se garantice la movilidad segura de los transportadores de carga.
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La incertidumbre es palpable entre los transportadores. “Lo que ronda todo el tiempo es la incertidumbre, el no saber cuándo vuelven nuestros conductores, cuándo vuelven nuestros transportadores, la inseguridad, la extorsión que está a plena luz”, afirmó Quiceno. Las constantes amenazas y agresiones durante las protestas no solo ponen en riesgo la carga, sino también la vida de los transportadores.
Además, Quiceno criticó la inacción de los líderes políticos, tanto a nivel local como nacional. “Desafortunadamente, los líderes políticos, tanto gobernadores como alcaldes y desde ministros, están dedicados a la foto”, aseveró el líder gremial, subrayando la falta de soluciones efectivas por parte del gobierno.
La ATC ha expuesto repetidamente la problemática a las autoridades, pero hasta ahora no han visto una respuesta concreta a la crisis. Las protestas sociales, que en muchos casos resultan en agresiones y robos de carga, continúan siendo una amenaza constante. El gremio transportador está al borde del colapso y reclama una acción inmediata para proteger a sus miembros y garantizar la continuidad de sus operaciones.
El bloqueo de la vía Medellín-Urabá no solo afecta a los transportadores de carga, sino también a la economía de toda la región. La interrupción en la cadena de suministro puede tener repercusiones graves en el abastecimiento de productos esenciales, exacerbando la crisis económica que ya enfrenta el país.
La situación en Antioquia es un reflejo de un problema más amplio que afecta a todo el sector del transporte en Colombia. La falta de seguridad en las vías y la respuesta inadecuada de las autoridades plantean un desafío enorme para el futuro de la industria y la economía nacional.
Es imperativo que el gobierno nacional y las autoridades locales tomen medidas urgentes para resolver esta crisis. Se necesita una estrategia integral que incluya mayor seguridad en las vías, protección para los transportadores y soluciones a las demandas de los manifestantes. Solo así se podrá garantizar la estabilidad y el crecimiento económico de la región y del país en su conjunto.
La situación en Antioquia debe ser una llamada de atención para todos. La seguridad y la eficiencia del transporte son fundamentales para el desarrollo económico. Sin ellas, todos los sectores se ven afectados y el progreso del país se ve comprometido.
Fuente: caracol Radio