En el marco del Foro LR “Colombia: Hacia un futuro energético sostenible”, dos de los actores más relevantes del sector de transporte y energía se reunieron para discutir los desafíos y oportunidades que enfrenta el país en su camino hacia la transición energética. Ricardo Garzón Torres, gerente de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de Vanti, y María Lara, gerente de Asuntos Corporativos de Latam Airlines Colombia, abordaron la importancia de la colaboración entre actores públicos y privados para garantizar el éxito en el proceso de descarbonización.
Durante el panel titulado Articulación de actores: el éxito en la transición, María Lara destacó la difícil posición en la que se encuentra el sector aéreo en relación con la sostenibilidad. Si bien los combustibles sostenibles para la aviación ya existen, la región, y especialmente Colombia, está en una etapa incipiente de su implementación. “Desde el sector aéreo, se está trabajando hace mucho tiempo. Internacionalmente hay compromisos y metas claras. En Latam, estamos buscando dar un paso adelante en este sentido, aunque aún estamos en una fase muy temprana”, afirmó Lara. El principal desafío, según la gerente, radica en encontrar un balance entre el crecimiento de la aviación, que impulsa la masificación de vuelos, y el avance hacia un futuro más limpio.
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Lara también hizo énfasis en la importancia del mercado de carbono como herramienta para facilitar la transición energética en la aviación. “El mercado de carbono es fundamental para avanzar hacia la sostenibilidad en la aviación, mientras que, en el largo plazo, ya estamos pensando en la posibilidad de aviones eléctricos o de hidrógeno”, explicó. La transición hacia un sector aéreo más limpio no solo es una cuestión tecnológica, sino también económica. Lara señaló que el precio del combustible representa entre el 35% y el 45% del costo de una aerolínea, lo que convierte a la eficiencia energética en una prioridad clave para la industria. Esta búsqueda de eficiencia se ve reflejada en el programa “Latam Fuel”, cuyo objetivo es identificar proyectos de diversas escalas que contribuyan a la optimización del consumo energético.
Por su parte, Ricardo Garzón de Vanti destacó la importancia de avanzar hacia la transición energética de manera gradual y costo-eficiente. En su intervención, hizo una analogía para explicar cómo ve este proceso: “La transición es como un semáforo. Para pasar del rojo al verde, debemos pasar primero por el amarillo. No se trata solo de reducir emisiones, sino de hacerlo de manera que no comprometa la viabilidad económica de las empresas y el país”. Garzón enfatizó que la eficiencia energética debe ser un pilar en este proceso, y que las empresas deben empezar por reducir su propia huella de carbono.
En este sentido, Garzón mencionó algunos de los proyectos en los que Vanti está trabajando para mejorar su sostenibilidad, incluyendo la instalación de una planta de cogeneración en su sede administrativa, que reducirá los costos y la huella de carbono de la empresa. “En Vanti, vamos a instalar una planta de cogeneración que cubrirá el 60% del consumo eléctrico de nuestra sede principal. Esto no solo contribuirá a la reducción de emisiones, sino también a una mayor eficiencia operativa”, detalló.
La eficiencia energética no solo implica un ahorro en costos, sino también un aprovechamiento más responsable de los recursos. Garzón habló de la “circularidad” en la eficiencia, explicando que el reto está en reutilizar ciertos residuos para generar más energía, lo cual puede tener un impacto significativo en la sostenibilidad de las operaciones industriales.
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Además del sector aéreo, el transporte de carga pesada también enfrenta importantes retos en su camino hacia la descarbonización. En palabras de Garzón, “no hay duda de que en el transporte de carga pesada la transición energética pasa por el gas natural. Sin embargo, el país aún carece de la infraestructura y tecnología necesarias para implementar este cambio a gran escala, y hace falta una mayor incentivación por parte del gobierno”. Este sector, fundamental para la logística y distribución en Colombia, está muy vinculado a la economía y su eficiencia en el uso de energía podría ser un gran motor para la transición.
En el panel, tanto Garzón como Lara coincidieron en que el éxito de la transición energética en Colombia dependerá de la articulación entre los sectores público y privado, así como del apoyo regulatorio. La colaboración entre empresas, gobierno y reguladores es clave para superar los obstáculos que plantea la transición hacia fuentes de energía más limpias. Lara subrayó que, en el caso del sector aéreo, el gobierno tiene un rol esencial para facilitar la adopción de combustibles sostenibles y crear incentivos que impulsen a las empresas a invertir en estas tecnologías.
La discusión sobre la transición energética no solo es pertinente para la sostenibilidad ambiental, sino también para el desarrollo económico del país. Colombia se enfrenta a una oportunidad única para liderar el cambio hacia una matriz energética más limpia y eficiente, y sectores como el transporte y la aviación tienen un papel crucial en este proceso.
Fuente: LR