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El diésel en la mira

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Crédito Imagen: Pixabay

Uno de los temas más candentes de las conversaciones ‘Por Colombia’, organizadas por el Consejo Gremial, fue la intervención del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. Al llegar al evento, Bonilla no esquivó las preguntas de los medios de comunicación sobre un asunto crítico: el inminente incremento en el precio del diésel. En un encuentro matutino con los gremios de transportadores, Bonilla confirmó que el precio del diésel no puede mantenerse congelado y deberá aumentar en los próximos dos años, 2024 y 2025. Según el ministro, el subsidio al diésel está creando un déficit fiscal insostenible para el país.

Un incremento necesario pero doloroso

El ministro Bonilla reveló que la propuesta contempla un aumento de 3.000 pesos en agosto de este año y otros 3.000 pesos en el próximo año. Este incremento de 6.000 pesos llevaría al diésel a su precio de paridad internacional, similar al ajuste realizado con la gasolina, donde ya se cerró la brecha de precios. Aunque todavía no hay un acuerdo definitivo, Bonilla enfatizó la necesidad de tomar decisiones firmes. “Si los gremios dicen que no, el Gobierno tendrá que actuar”, afirmó.

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Impacto en la economía y la inflación

El aumento del precio del diésel podría tener dos consecuencias principales. La primera es el impacto potencial en la inflación. El sector del transporte de carga es crucial para el traslado de alimentos, y un incremento en los costos de transporte podría aumentar los precios de los productos básicos. Esta situación es especialmente preocupante dado que la inflación en Colombia ha sido más resistente a bajar en comparación con otros países vecinos.

La presión del sector de transporte de carga

La segunda consecuencia es la presión que ejercen los gremios de transportadores de carga. Un paro de camiones, como los vividos en años anteriores, puede paralizar el país y tener efectos devastadores en la economía. Entre 2022 y 2023, el diésel representó el 62,6% del déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc). Bonilla recordó que el ajuste en el precio de la gasolina, que duró 15 meses, fue doloroso y tuvo un alto costo político. Sin embargo, considera que es un camino necesario que ahora debe seguirse también con el ACPM (diésel).

Renovación del parque automotor: Un desafío adicional

En la reunión con los transportadores, además del incremento del precio del diésel, se discutieron otros temas cruciales como la renovación del parque automotor. Bonilla señaló que el parque automotor está sobredimensionado y envejecido, con muchos vehículos con más de 20 años de antigüedad y solo una pequeña parte siendo moderna. La renovación del parque automotor es esencial para mejorar la eficiencia y reducir los costos operativos a largo plazo.

Primeros pasos hacia el ajuste

Ya se ha aplicado un primer incremento en el precio del diésel para grandes consumidores, afectando a sectores como el agrícola, particularmente a los cañeros. Este primer paso es solo el comienzo, y ahora se espera que los incrementos continúen para el sector del transporte público y de carga. Bonilla destacó la importancia de estos ajustes para mantener la estabilidad económica del país y reducir el déficit fiscal generado por los subsidios.

El futuro del precio del diésel en Colombia parece inevitablemente ligado a aumentos significativos. Aunque estos ajustes son necesarios para corregir el déficit fiscal y mantener la sostenibilidad económica, también traen consigo desafíos importantes, tanto para la economía en general como para el sector del transporte en particular. La próxima reunión con el gobernador Rubén Rocha Moya será crucial para definir los próximos pasos y buscar soluciones que minimicen el impacto negativo en los transportadores y en la inflación del país.

Fuente: Revista Semana