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El impacto del friendshoring y el comercio China – Lejano Oriente

Los conceptos de nearshoring y onshoring no son nuevos, y giran en torno a una estrategia para acercar al menos una parte de la producción a los mercados de consumo. Esto incluye normalmente centrarse en América Central y del Sur en el caso de Estados Unidos, y en Europa del Este o el Norte de África en el caso de la Unión Europea. Sin embargo, el aumento de las tensiones geopolíticas ha generado conciencia de lo rápido que pueden verse perturbadas las operaciones cotidianas, dando paso al “friendshoring”: buscar proveedores ‘amigos’. Así lo define el artículo Un análisis global: cómo afecta el friendshoring al comercio con China y Extremo Oriente, publicado por Xeneta, donde estudia el impacto de esta tendencia política y sus repercusiones comerciales en la redefinición del panorama de la carga internacional.

Tensiones crecientes

El “friendshoring” es algo más que una palabra de moda: es un fenómeno que podría restablecer el equilibrio del comercio mundial. Al trasladar la inversión y la producción a países considerados aliados (o “amigos”), se busca evitar interrupciones comerciales que se producen cuando hay acontecimientos de origen político que afectan el comercio internacional.

En un contexto global de incertidumbre geopolítica (Rusia-Ucrania, China- EE. UU.), hay una preocupación creciente, especialmente en Occidente, que ha volteado su mirada hacia el Extremo Oriente y el Sudeste Asiático, que se yerguen como potencias del flujo comercial de carga.

Impacto de volumen

Según el análisis de Xeneta, el comercio entre el Sudeste Asiático y China se abarata al aumentar el diferencial de las tarifas a largo plazo intraasiáticas. De este modo, los fletes con destino a la costa oeste de EE.UU. bajan más rápido desde Extremo Oriente que desde el Sudeste Asiático, haciendo aparecer el diferencial de precios contractuales a largo plazo en las principales rutas comerciales de Asia a Europa.

Los datos muestran que aunque las importaciones en contenedores desde Extremo Oriente a EE.UU. fueron un 26% más altas en 2022 que en 2017 -el último año completo antes de que comenzara la guerra comercial-, es evidente una evolución en la balanza comercial. Es más, a lo largo del periodo de cinco años, China empata con Singapur en el crecimiento más bajo de las importaciones, con “solo” un 7,0% (las 12 principales economías de la región, excepto Hong Kong, aumentaron las exportaciones en contenedores a EE. UU.). En términos porcentuales, el “amistoso” Vietnam fue el claro vencedor, con una tasa de crecimiento del 156%. Sin embargo, cabe señalar que, si se mide en toneladas, China sólo es superada por Vietnam en volumen de exportaciones adicionales.

El lento adiós de China

Los datos de Xeneta revelan además que del total de mercancías en contenedores importadas por EE. UU. desde Extremo Oriente, el 56% procedía de China en 2022, 10 puntos porcentuales menos que en 2017. El mayor ganador de este cambio es, de nuevo, Vietnam, que ha visto cómo su cuota de mercado casi se duplicaba, pasando del 6% en 2017 al 11% en 2022.

“En los dos primeros meses de 2023, las importaciones estadounidenses procedentes de Extremo Oriente cayeron un 15,3% interanual. Sólo dos países de Extremo Oriente fueron capaces de aumentar sus exportaciones a EE.UU. durante este periodo: Camboya (+20,1%) y Singapur (+21,6%). Otros países del sudeste asiático pudieron aumentar su cuota de mercado, ya que las mayores pérdidas provinieron de China, Hong Kong y Taiwán. Las importaciones en contenedores de Tailandia y Vietnam también cayeron, un 4,1% y un 3,2% respectivamente”, lee el análisis.

Los datos de exportación de marzo y abril demuestran la clara caída de las exportaciones de China a EE.UU., con unas cifras de marzo inferiores en US$3.600 millones a las del año anterior. Sin embargo, a pesar de esta importante caída, las exportaciones totales de China lograron un impresionante crecimiento interanual del 15% en marzo.

La preferencia por ‘amigos’ en Extremo Oriente continuará desfasando carga desde China hacia otros destinos, reconfigurando por completo el mapa de la carga internacional para el futuro próximo… al menos que haya una nueva disrupción de ingentes magnitudes o EE. UU. Y China hagan las pases. Lo primero parece menos improbable.

 

Fuente: Mundo Marítimo

Imagen: Pixabay

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