Todos los días Diana Rendón espera un bus que tarda más de 15 minutos en llegar. A lo que se le suma que este no siempre para y, si lo hace, se parquea otros 10, mientras se llena de pasajeros.
También están los trancones, el conductor que frena en cada esquina a dejar o recoger personas y viajar incómoda y precavida para evitar robos.
Eso en menos de dos años cambiará. Los buses colectivos de Medellín serán reemplazados por unos más atractivos, cómodos y seguros. Tendrán carriles exclusivos, paradas, frecuencias y horas fijas.
Así lo afirmó Luis Fernando Cortés, gerente de Transporte Público de Medellín (TPM).
Cortés agregó que los tiempos de viaje y de espera disminuirán, que la gente no podrá ponerle la mano al bus en cualquier parte y deberá llegar puntual o esperar el siguiente.
Por ello las estaciones tendrán información sobre horarios, frecuencias, mapa de ruta y sitios de parada.
Eso no es todo, los colectivos serán padrones y articulados, excepto los de las laderas, donde no caben estos vehículos.
“Por esas calles empinadas y estrechas circularán microbuses, pero eso no quiere decir que no tengan las mismas cualidades”, aclaró el director.
Estos tendrán integración con el sistema Metro y llegarán a barrios y corregimientos que hoy no tienen oferta de transporte público. Ejemplo, La Honda, La Cruz (comuna 3) y Belén Altavista (comuna 16).
Los vehículos serán a gas, amigables con el medio ambiente, amplios, accesibles para personas con discapacidad.
Asimismo, tendrán una silletería más cómoda, Wifi y cámaras de seguridad monitoreadas desde estaciones de policía.
Los conductores tendrán GPS, aplicaciones que avisen cuando hay obstáculos en la vía y controles para que no se retrasen, no lleven sobrecupo y no se desvíen de la ruta.
Eso, según Rendón, hoy es incontrolable. “Los buseros hacen lo que les da la gana, suben y suben personas. También se saltan algunos trayectos por ahorrar tiempo”, aseguró.
El pasajero no tendrá nada que ver con el conductor. Habrá aparatos electrónicos para pagar con tarjeta del sistema de transporte y un auxiliar a la entrada que reciba el efectivo.
Hoy el sistema de transporte colectivo beneficia a 1.083.000 personas, mientras que el masivo (metro, metroplús e integradas) a 730.000. Lo que buscan con el cambio es aumentar la demanda, al mismo tiempo, desestimular el transporte informal y particular.
De acuerdo con cifras del TPM, en la ciudad hay 2.966 buses colectivos que ingresan cada día al Centro. Con la transformación, 1.068 saldrán de circulación. Lo que representa que quedarán 1.898. De esos, solo 618 llegarán al corazón de Medellín.
Para Ómar Hoyos, secretario de Movilidad, esta reducción es un gran avance porque 2.348 buses dejarán de circular por la zona más congestionada de la ciudad.
“Con esta nueva apuesta, las personas podrán desprenderse más fácil del carro”, añadió.
En total, el nuevo sistema tendrá 246 estaciones y 1.878 paraderos. Habrá 10 ejes viales principales con carriles exclusivos: la avenida San Juan, Colombia con la avenida 80, la carrera 65, Carabobo, la carrera 49, la antigua vía a Guarne, Mon y Velarde, Bomboná, Maturín y Guayabal.
Entre tanto, Daniel Carvalho, experto del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de Eafit, aseguró que construir carriles exclusivos para buses es una de las soluciones más obvias para mejorar la movilidad.
“Cuando los conductores estén en su carro en un trancón y al lado vean una flota bonita, económica, cómoda y más rápida, van a empezar a usarla”, aseguró.
Como Rendón, que confía en que la cultura de montar en bus en la ciudad sí cambie, también otros sueñan con subirse a este sistema.
Fuente: El Tiempo
Fotografía: Flickr
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