Una grave emergencia se ha desatado en el sector de Lisboa, en la vía que conecta Bucaramanga con Barrancabermeja, Santander, luego de un fuerte aguacero que provocó deslizamientos de tierra, bloqueando completamente el paso en ambos sentidos. La situación ha generado caos en la zona, afectando a conductores y residentes, y dejando pérdidas materiales significativas.
Los deslizamientos no solo bloquearon la carretera, sino que también destruyeron negocios locales, como lo relató Yurley Rodríguez, habitante del área afectada. “Está lloviendo y se vino todo abajo, se taparon los filtros, la peña se desprendió, y mucho lodo y piedras arrasaron con un negocio. Se llevaron mesas, sillas y toda la basura. Aún no hay paso, ni a pie ni en carro”, expresó con preocupación. Entre los establecimientos más afectados se encuentra la venta de arepas de chócolo de los Prada y otros pequeños negocios familiares, esenciales para la comunidad local.
El sector de Lisboa ya había presentado un colapso parcial hace un año, debido a condiciones climáticas similares, lo que resalta la vulnerabilidad de esta zona a fenómenos naturales. A pesar de los esfuerzos por mitigar estos riesgos, las lluvias persistentes han continuado generando problemas, afectando directamente la infraestructura vial. Según reportes de conductores, las lluvias no han cesado, lo que ha complicado las labores de despeje de la vía.
También le puede interesar: Avances clave en la conectividad de Atlántico y Magdalena
La maquinaria pesada llegó al lugar para tratar de atender la emergencia, pero las precipitaciones constantes han retrasado los trabajos, y el acceso sigue cerrado. Esta situación deja en una encrucijada a cientos de personas que dependen de esta vía, una de las principales arterias de transporte entre Bucaramanga y Barrancabermeja.
El cierre de la carretera no solo afecta la movilidad en la región, sino que tiene consecuencias económicas de gran alcance. La vía Bucaramanga – Barrancabermeja es crucial para el transporte de mercancías y el comercio entre estas dos ciudades y otras regiones del país. Con el bloqueo, camiones de carga, autobuses y vehículos particulares han quedado varados, retrasando entregas de productos y afectando a miles de usuarios.
Además, los negocios locales que dependen del flujo constante de viajeros y transportistas también sufren pérdidas. Pequeños comerciantes como los que mencionó Yurley Rodríguez, que venden productos típicos a lo largo de la vía, ahora enfrentan el desafío de reconstruir sus negocios, muchos de los cuales quedaron destruidos por el deslizamiento.
Aunque las autoridades han desplegado maquinaria para remover los escombros y limpiar la carretera, las lluvias persistentes siguen siendo un obstáculo importante para avanzar en los trabajos de reapertura. Hasta el momento, no hay una estimación clara de cuándo se restablecerá el paso en la vía, lo que agrava la incertidumbre tanto para los conductores como para los habitantes locales.
Esta no es la primera vez que la región enfrenta una emergencia de este tipo. Los constantes deslizamientos y la inestabilidad del terreno hacen de esta vía un punto crítico durante la temporada de lluvias. El año pasado, un colapso parcial afectó gravemente el tránsito, y a pesar de las intervenciones, las condiciones del terreno siguen siendo un reto.
La situación en la vía Bucaramanga – Barrancabermeja subraya la necesidad urgente de inversiones en infraestructura y medidas de prevención de desastres. Los expertos en geología y manejo de riesgos han advertido que esta área requiere atención prioritaria para evitar que situaciones como esta se repitan año tras año.
Es esencial que se implementen soluciones a largo plazo que refuercen las zonas vulnerables de la carretera y se desarrollen sistemas de drenaje efectivos que reduzcan el riesgo de deslizamientos durante las temporadas de lluvias intensas. De lo contrario, no solo se seguirá afectando la movilidad y la economía de la región, sino que también se pone en riesgo la vida de quienes transitan por esta vía.
También le puede interesar: Reactivación del peaje en el tramo entre La Virgen y La Cemento
Mientras tanto, los habitantes y transportistas afectados por esta emergencia esperan con urgencia que las condiciones climáticas mejoren y que las autoridades logren restablecer el paso lo antes posible. El impacto de este cierre va más allá de las demoras en el transporte; para muchos, es una cuestión de subsistencia y de recuperación de sus medios de vida.
La región de Santander, especialmente en sus áreas montañosas, seguirá siendo vulnerable a estos fenómenos mientras no se tomen medidas preventivas robustas que protejan tanto a la infraestructura como a las personas que dependen de ella para su movilidad y desarrollo económico.
Fuente: Caracol Radio