El puerto de Rotterdam se ha consolidado como modelo internacional de lo que debe ser un puerto inteligenteFuturo de los puertos. Incluir las tecnologías modernas en la actividad portuaria tendrá un impacto importante en la reducción de costos, y beneficiará principalmente a empresas de países en desarrollo. La Organización Mundial del Comercio (OMC) estima que el comercio internacional podría crecer anualmente entre 1,8 y 2 puntos porcentuales hasta 2030 gracias a la reducción de costos que permitirían los avances tecnológicos. Dentro de los costos asociados, los más altos son los de transporte y logística de mercancía, que incluyen pérdidas relacionadas con demoras e incertidumbre de las entregas.
Los principales beneficiados con estas reducciones, indica la OMC, serán las pymes y empresas de países en desarrollo si adoptan las políticas adecuadas (prevén que la participación de estos países en el comercio mundial podría aumentar del 46% en 2015 hasta el 57% en 2030). En este sentido Colombia enfrenta grandes desafíos para ser protagonista en esta nueva dinámica, y una de las oportunidades está en los puertos nacionales, que si bien han alcanzado un protagonismo regional, deberán encaminar sus esfuerzos a convertirse en lo que la tendencia mundial exige: puertos inteligentes o “Smart port”.
De acuerdo con Andrés Castellanos, profesor de la Escuela de Negocios de Uninorte y experto en gestión portuaria, estos puertos se caracterizan por ser automatizados y utilizar tecnologías incipientes como big data, inteligencia artificial, Internet de las cosas, soluciones de blockchain (estructura de datos agrupada por bloques) y otros métodos para mejorar el rendimiento y la competitividad económica.
“Con estas tecnologías los puertos inteligentes también pueden mejorar la sostenibilidad ambiental. En un puerto inteligente ideal los procesos serían automatizados y conectados a través del Internet de las cosas. Su objetivo es aumentar la eficiencia, eficacia y seguridad, al hacer que los puertos sean más sostenibles desde el punto de vista ambiental y económico”, agrega Castellanos.
La actividad portuaria enfrenta desafíos relacionados con el tráfico y procesamiento diario de mercancía, que cada vez es mayor debido al aumento del tamaño y volumen de contenedores, transporte y cruceros. Castellanos señala que la tecnología sirve como aliada para mejorar la logística de los almacenes, gestionar los inventarios, automatizar las cargas, el envío y el transporte de mercancía.
La información lo es todo, por eso ha cobrado fuerza el uso de dispositivos GPS para la navegación y planificación de itinerarios, señala la OMC. Por ejemplo, para una empresa que depende de un insumo de materia prima del extranjero, el retraso de la carga puede generarle costos, que pueden ser mayores si no está informado de la situación. Para la OMC el seguimiento de la carga es una de las ventajas principales de las tecnologías, porque mejora la eficiencia operacional, permite introducir ajustes en tiempo real y hace que los sistemas de logística sean más seguros.
“Para seguir siendo competitivos económicamente, los puertos necesitan optimizar el flujo de trabajo y minimizar los costos. Si el flujo de tráfico óptimo para los buques se puede determinar automáticamente, los tiempos de carga y descarga de la carga se pueden optimizar para ahorrar tiempo, de modo que se puedan liberar más barcos y carga en menos tiempo”, señala Castellanos.
Potencial por explotar
En 2018 las zonas portuarias del país movilizaron 199 millones de toneladas (5,9 millones menos que en 2017), de los cuales el 85,5% se movilizó por la región Caribe, según la Superintendencia de Transporte. Un puerto como el de Rotterdam (Países Bajos), reconocido internacionalmente como puerto inteligente modelo, en 2018 año movió un total de 469 millones de toneladas, lo que lo constituye en el primer puerto de importancia volumétrica en la UE y uno de los de mayor eficiencia logística de Europa.
Guillermo Márquez, profesor de la Escuela de Negocios de Uninorte y especialista el logística internacional, apunta que en Colombia los puertos que manejen commodities, como minerales, combustibles, contenedores (entendidos como commodity logístico) y los grandes volúmenes de valor agregado derivados de los minerales y los combustibles, así como las zonas francas y parque industriales que aglomeren grandes concentraciones de carga de entrada y salida, estarán haciendo fila para ir ensamblando su proceso de conversión hacia “Smart Ports”.
“Hay que mantener la constancia y la disciplina en este desarrollo por parte del sector portuario y sus industrias y servicios satélites. Ya desde 1990 hasta el presente como resultado de la implantación de la Ley 1, registramos un progreso significativo que nos ha permitido colocar a Colombia en mejor situación de competitividad a nivel global en lo que corresponde a su comercio exterior”, dice.
Para que en el país se consoliden puertos inteligentes aún faltan ajustes en la infraestructura digital, las comunicaciones, los servicios públicos, la inserción digital de los actores portuarios y la actualización de la normatividad. Asignaturas en las que debemos ponernos al día, puesto que “la introducción de tecnología en los distintos puertos del mundo no es un concepto futurista; no son pocas las iniciativas, proyectos y programas los que ya están en marcha para el desarrollo de medidas tecnológicas para los enclaves marítimos. Los puertos que subsistan hacia futuro, serán aquellos que atiendan la demanda de alta productividad y necesidad ecológica, y mantengan unos costos sostenidos”, finaliza Castellanos.
Así es un puerto inteligente
El puerto de Rotterdam se ha consolidado como modelo internacional de lo que debe ser un puerto inteligente.
Especialmente, cinco grandes áreas destacan su operación. Primero, sus proyectos de generación de energía y reducción de la contaminación, que buscan reducir entre un 30% y 98% el CO2, generar energía sostenible y sistemas de integración energética.
Segundo, incluye mapas de logística inteligente, que por medio del sincromodalismo le permite a los usuarios seleccionar la mejor alternativa intermodal para movilizar sus cargas, así como predecir llegadas de los buques para reducir la incertidumbre propia del transporte marítimo; además, innova en las rutas férreas que sirven al puerto, tienen equipos autónomos para las plataformas de contenedores y el análisis de otros factores, como tiempo de buques en el muelle, se hace a través de inteligencia artificial. Tercero, auto organización de la logística, con aplicaciones prácticas del blockchain y tecnologías para el seguimiento de cargas.
Cuarto, mapa para la infraestructura del puerto, centrado en el crecimiento y estado del puerto, la gestión del tráfico marítimo.
Cinco, proyectos de innovación para el ecosistema del puerto y la ciudad, con big data para la información económica de Holanda y la Unión Europea, que identifica los sectores industriales de valor agregado y servicios que forman parte del ecosistema del puerto.
“El modelo de la triple hélice, concepto que maneja muy bien la armonización del trinomio empresas, universidades y gobierno, funciona excelente en este puerto”, dice el profesor Guillermo Márquez, quien además destaca la presencia de grandes navieras que han promovido el desarrollo de este puerto.
Análisis: La tecnología impactará en el trabajo
Un punto muy importante está en el desarrollo social de los trabajos requeridos, pues se pierden puestos por la automatización requerida en estos procesos, pero a través del reentrenamiento de profesionales y técnicos se ganan otros muchos por la ingente cantidad de especialidades que hacen parte de la programación de todas estas actividades portuarios y logísticas de la cuarta revolución industrial.
También se hace un uso muy eficiente del manejo de desechos y de emisiones ambientales tan necesarios para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, acordados para 2030 en Naciones Unidas, y que ajustan muy bien con los principios de la economía circular que se promueve en las nuevas tendencias económicas del desarrollo hoy en día.
Fuente: El Heraldo
Imagen: Archivo El Heraldo
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