Las empresas de cinco ciudades, donde funcionan ‘transmilenios’, reportan pérdidas diaria cercanas a los 185 millones 390 mil pesos por las 105.580 personas que no pagan el pasaje.
Aunque el tema de los colados tomó relevancia nacional la semana pasada al conocerse el video de la muerte de un hombre que fue atropellado por un articulado al evadir el pago del pasaje de TransMilenio en Bogotá, esta práctica es tan vieja en las diferentes capitales como los propios sistemas de transporte.
Por ejemplo, durante este año, ya han fallecido cuatro personas por intentar colarse en TransMilenio, mientras que en el 2014 fueron ocho las víctimas, hechos que también han dejado heridos en Bucaramanga. Incluso, policías y funcionarios del sistema, que han intentado evitar que ingresen colados han sufrido ataques mortales por parte de los infractores, como en Cali y Barranquilla.
Las ciudades tienen identificadas las formas como se cuelan en las estaciones. Una de ellas es saltar el torniquete o registradora y otra es devolver el torniquete y pasar por un lado. Sin embargo, la ‘táctica’ más usada y arriesgada es la de cruzar el carril exclusivo del sistema, para abrir las puertas a la fuerza y, cuando logran esto, saltar a la plataforma.
Jóvenes universitarios consultados por EL TIEMPO admiten que lo hacen por ahorrarse el dinero del pasaje y gastarlo en otras cosas, mientras otros aseguran que lo hacen como un reto y divertirse con sus amigos.
El sociólogo y antropólogo Fabián Sanabria, docente de la Universidad Nacional, explica que en Colombia se tiene un problema con el cumplimiento de las reglas, y se celebra cuando se pasa por encima de ellas como una victoria.
“En el caso de los colados se ignora no solo la infracción a una regla sino el riesgo que se corre, porque se puede perder la vida”, indica Sanabria.
Bogotá, que tiene el sistema más antiguo y el más grande, es donde más se presenta este fenómeno. Según un informe del Concejo de la capital, son 67.700 personas las que se cuelan a diario en TransMilenio, que moviliza a 1’926.985 ciudadanos.
Ante esta situación se endurecieron las normas y la Secretaría de Movilidad del Distrito decretó que la persona que sea sorprendida deberá pagar una multa de 107.000 pesos.
Y, aunque expertos dicen que se debe insistir más en educación, se siguen implementando alternativas como las puertas anticolados y las barreras de contención en algunas estaciones. (Lea: 10 propuestas para frenar a los colados en TransMilenio)
En Metrolínea, el sistema masivo de Bucaramanga –donde diariamente se cuelan más de 10.000 personas, que dejan pérdidas por 18 millones 500 mil pesos–, un joven de 16 años sufrió fuertes golpes en su cabeza cuando fue arrollado al invadir el carril exclusivo del sistema. El hecho ocurrió el pasado 11 de abril mientras intentaba colarse por una de las puertas de vidrio en la estación Cañaveral, ubicada en la autopista que une a Bucaramanga con Floridablanca.
El año pasado un joven de 15 años fue arrollado por una motocicleta cuando se disponía a saltar una baranda de la estación Provenza. El menor sufrió varias lesiones en su cuerpo. Ante estos casos, la empresa extendió las barandas de ingreso con la ubicación de barrotes más altos en las estaciones.
En el MIO, sistema de transporte de Cali, también se empezaron a tomar medidas ante los 22.500 colados diarios.
Metrocali invirtió, el año pasado, cerca de 450 millones de pesos en infraestructura para evitar evasión de pasajes.
De esta manera, en la troncal de la calle 5.ª, en el sur de la ciudad, se restringió el acceso con vidrio y acero en la estaciones: La Buitrera, Capri, Estadio, Caldas, Centro y La Ermita.
Fuente: El Tiempo
Fotografia: Wikipedia
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