La inflación en Colombia ya se ‘comió’ el incremento del salario mínimo. Ayer el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) presentó su reporte del índice de precios del consumidor (IPC) para el mes de julio, donde el indicador mostró una variación anual de 10,21%, un dato que no solo es el más alto en 23 años, desde abril del año 1999 (11,17%), sino que deja al país con una cifra en dos dígitos, por encima del incremento del salario mínimo de este año, que fue de 10,07%.
Durante el séptimo mes del año la canasta de los consumidores experimentó un incremento mensual de 0,81%, una cifra superior en cinco veces al promedio histórico para el mes. En 2021 la inflación mensual en julio fue de 0,32%. En esta oportunidad, fueron nuevamente los alimentos la categoría que estuvo detrás del resultado. Con un aumento en precios de 1,17%, el segundo más alto entre los 12 rubros que mide la canasta del Dane, fueron estos los responsables de 22 puntos básicos (0,22 puntos porcentuales, pps) de la variación mensual. “El pollo, la carne de res, las hortalizas, dentro de las cuales destaca la habichuela, el azúcar, el pan, y las legumbres secas, es decir el frijol y las lentejas, están explicando prácticamente dos terceras partes esa variación mensual del 1,17%”, explicó el director del Dane, Juan Daniel Oviedo. Otras categorías que explicaron la inflación fueron los servicios públicos, que en julio aumentaron 0,56%, y dejaron un aporte de 0,18 pps; por un aumento en especial en el servicio de electricidad; y el transporte (una contribución de 0,12 pps y una variación de 0,96%), gracias el incremento en los precios de los combustibles y el alza en los vehículos por la logística internacional. En julio las prendas de vestir y el calzado (3,6%) fueron la categoría con el mayor incremento en el mes, como resultado de la normalización de los precios tras el día sin IVA que se celebró en junio.
De otro lado, el Dane dio a conocer que, frente a las cifras de hace un año, la categoría que ha sentido en mayor medida el aumento de precios es la de alimentos y bebidas no alcohólicas, con una variación de 24,61%, lo que la hace responsable de 4,15 pps en la inflación total. Relacionada a ella están los restaurantes y hoteles (15,20%); los bienes y servicios para el hogar y su conservación, donde figuran los jabones y los implementos de aseo, con un aumento de precios de 13,58% frente a hace un año. Tras los alimentos el segundo grupo que más ha incidido en los precios, por su peso en la canasta de los hogares, es el de alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un aporte de 2 pps. Las capitales que experimentan la mayor inflación a nivel nacional son Cúcuta (14,09%), Santa Marta (13,72%) y Valledupar (13,11%), mientras que las canastas básicas que con las menores alzas es la de Bogotá (9,21%), Pasto (9,84%) y Manizales (9,87%). En cuanto a la inflación acumulada en los primeros siete meses del año, el Dane reveló que ya está en 7,96%, más del doble de la que se tenía en 2021 durante el mismo periodo de tiempo, cuando fue de 3,47%.
El mercado señaló, tras los resultados de julio, que la inflación podría tardar en normalizarse. “Todo esto lo que está haciendo es presionar las expectativas al alza y seguramente vamos a terminar alrededor del 10 % o inclusive arriba de ese dígito el año 2022. Esto pone presión al Banco de la República y es muy probable que el organismo, en su reunión de septiembre, vuelva a aumentar la tasa de interés por encima del 9 %”, dijo Jackeline Piraján, economista Scotiabank Colpatria. Con esto coincide también Laura Peña, economista de Bbva Research para Colombia, quien mencionó que el resultado actual “podría implicar un cierre de inflación por encima del 9,2%. Así, en lo que resta del año continuaría en niveles elevados cercanos al 10%”. Camilo Pérez, gerente de investigaciones económicas de Banco de Bogotá, explicó como los aumentos de tasa tienen un efecto rezagado sobre los agentes, y si bien el Emisor comenzó su ciclo de ajuste de política monetaria desde septiembre del año pasado, probablemente tome entre seis y 18 meses en sentirse su efecto. De otro lado, el presidente del centro de estudios económicos Anif, Mauricio Santamaría, enfatizó en cómo “los más afectados por la inflación en Colombia son los más vulnerables”.
Al desagregar las cifras según niveles socioeconómicos, mientras que las personas de ingresos altos perciben un alza de precios de 8,75% y la clase media de 10,35%, para las familias vulnerables la inflación es de 11,74% y para las pobres 11,88%. “Las divisiones que más presión están ejerciendo sobre el bolsillo de los colombianos son las que más pesan en la canasta de consumo de los hogares pobres. En otras palabras, el margen de maniobra de estos hogares frente al crecimiento de los precios es más reducido que el de los hogares de ingresos medios y altos”, comentó. Laura Lucía Becerra Elejalde
Fuente: Msn
Imagen: Msn