La situación del sistema de transporte masivo Metrolínea en Bucaramanga ha llegado a un punto crítico. Con una flota reducida, estaciones vandalizadas, y una demanda muy por debajo de lo proyectado, el sistema enfrenta una crisis que pone en riesgo su continuidad. La ministra de Transporte, María Constanza García, ha dejado claro que la responsabilidad de encontrar una solución recae principalmente en las autoridades locales, aunque el Gobierno Nacional está dispuesto a apoyar.
Un sistema en declive
Metrolínea comenzó con grandes expectativas, proyectando atender a 400 mil usuarios. Sin embargo, la realidad ha sido diferente: en su punto más alto, solo ha llegado a movilizar 144 mil personas, y actualmente opera con apenas 16 rutas. Muchas de sus estaciones están cerradas, resultado de la vandalización sufrida durante las protestas sociales. Este escenario ha llevado a una disminución significativa en la calidad del servicio, afectando a miles de ciudadanos que dependen del transporte público para sus actividades diarias.
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Alcalde y gerente proponen liquidación
En medio de esta crisis, el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, y el gerente de Metrolínea, Jhair Andrés Manrique, han planteado la posibilidad de liquidar el sistema. Manrique ha sido tajante al afirmar que “es irresponsable mantener un servicio cuando no hay recursos”, argumentando que la falta de fondos hace insostenible la operación de Metrolínea. Esta propuesta, respaldada por varios accionistas, ha generado preocupación entre los usuarios, quienes temen quedarse sin una opción de transporte viable.
El papel del Gobierno Nacional y la respuesta del Ministerio de Transporte
El Ministerio de Transporte, encabezado por María Constanza García, ha señalado que, si bien la gestión de recursos no es competencia del Gobierno Nacional, están dispuestos a brindar apoyo técnico y financiero a través de un convenio de cofinanciación vigente. “La alternativa seleccionada debe garantizar la prestación del servicio de transporte y su adecuado nivel de calidad”, afirmó García. El Ministerio ha ofrecido su acompañamiento en la implementación de soluciones que permitan recuperar y mejorar el servicio, haciendo énfasis en el desarrollo de infraestructura multimodal y de cero emisiones.
La responsabilidad de las autoridades locales
El Ministerio de Transporte ha dejado claro que la responsabilidad principal recae en las autoridades locales, particularmente en el Área Metropolitana de Bucaramanga (AMB) y los alcaldes de los municipios involucrados. Estas entidades deben plantear y ejecutar un plan que garantice la continuidad del servicio para los ciudadanos. El gobernador de Santander, Juvenal Díaz, ha expresado su disposición para colaborar en cualquier iniciativa que provenga de los mandatarios locales, reiterando el compromiso del Departamento con la mejora del sistema de transporte.
Un futuro incierto para Metrolínea
La situación de Metrolínea es un reflejo de las dificultades que enfrentan muchos sistemas de transporte masivo en Colombia. La falta de recursos, sumada a una gestión deficiente y a la baja demanda, ha puesto a este sistema al borde del colapso. Mientras tanto, miles de usuarios se encuentran en la incertidumbre, sin saber si contarán con un medio de transporte confiable en el futuro cercano.
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La crisis de Metrolínea pone en evidencia la necesidad de una planificación más sólida y una gestión eficiente de los sistemas de transporte en el país. La posible liquidación del sistema en Bucaramanga sería un duro golpe para la movilidad de la región, pero también podría abrir la puerta a un replanteamiento necesario para asegurar que los ciudadanos cuenten con un transporte público de calidad.
Fuente: Blu Radio