La presencia de ciertas criaturas puede ser una grave amenaza para la seguridad de los buques y la gente de mar
Si bien el transporte marítimo es una de las actividades humanas en el océano que pueden tener un impacto adverso en la vida marina y sus ecosistemas, lo contrario también ocurre con regularidad. La presencia de ciertas criaturas marinas puede suponer una grave amenaza para la seguridad de los buques y la gente de mar. Teniendo esto en cuenta, Gard destaca la importancia de que los operadores de buques se aseguren de que las tripulaciones sean conscientes de esos riesgos y aborden adecuadamente las medidas para controlarlos durante los procedimientos a bordo.
El 20 de abril de 2020, el sector Houston-Galveston de la Guardia Costera de Estados Unidos publicó la alerta de seguridad MSIB 14-20, advirtiendo a la industria naviera sobre la próxima temporada del Golfo de Menhaden y el riesgo de experimentar una pérdida de propulsión mientras operan en el complejo del Canal de Navegación de Houston.
Los Golfo Menhadens son pequeños peces que se acumulan en los coladores marinos de los buques, causando la pérdida o reducción de propulsión, reducción de la maniobrabilidad y pérdida de presión del agua dentro del sistema de extinción de incendios. La especie se extiende por todo el Golfo de México, pero es más abundante en el centro-norte del Golfo, en particular en las aguas frente a Texas y Luisiana. Se encuentran en las aguas de marea costeras e interiores y forman grandes cardúmenes de superficie que aparecen en las aguas del Golfo cercanas a la costa.
El riesgo de encontrar problemas relacionados con el Menhaden es mayor entre mayo y octubre. Por ese motivo, la Guardia Costera de Estados Unidos recomienda a los operadores de buques que se adhieran ciertas prácticas:
– Los cofres de enfriamiento (sea chest) no deben utilizarse sin filtros y deben vigilarse en todo momento.
– Se deben establecer procedimientos detallados para la limpieza de los filtros de agua de mar.
– Antes del tránsito, inspeccionar y limpiar el cofre de mar de servicio.
– Controlar la presión de las bombas y los filtros.
– Tener un plan de contingencia en marcha y asegurarse de que todo el personal de ingeniería esté familiarizado con el plan.
– Todas las herramientas y equipos para abrir el cofre de enfriamiento y limpiar los filtros deben estar preparados y listos para su uso.
– Los buques que transitan regularmente por el sector pueden considerar la posibilidad de tener a bordo coladores de filtro limpios de repuesto, lo que permite un cambio rápido.
– Considerar la posibilidad de aplicar un enfoque diseñado por la ingeniería, como la utilización del tanque de pico de popa para la refrigeración del agua de mar o la refrigeración interna.
Otros peligros
El 11 de marzo de 2020, la Autoridad Australiana de Seguridad Marítima (AMSA) publicó la alerta de Seguridad No.02/20, para concienciar sobre los riesgos que plantea la fauna marina peligrosa. Las aguas de Australia albergan una variedad de fauna peligrosa, como peces, medusas, serpientes marinas, pulpos, cocodrilos y tiburones. Algunos son venenosos o contienen veneno, algunos dan choques eléctricos, mientras que otros solo tienen dientes afilados. Sin embargo, lo común en todas estas especias es que un encuentro no deseado puede ocurrir sin previo aviso y puede ser letal para la persona involucrada.
Si bien la alerta de seguridad de la AMSS se dirige principalmente a los operadores de buques comerciales nacionales, el conocimiento de los riesgos podría ser importante también para las tripulaciones de buques extranjeros que visitan el era. En ese sentido, Gard plantea que se debería tener en cuenta lo siguiente:
– Mantenerse informado sobre las criaturas marinas peligrosas en regiones específicas.
– Identificar y evaluar riesgos asociados, tanto en el tiempo de trabajo como en el de ocio de las tripulaciones.
– Establecer procedimientos para controlar y responder a esos riesgos.
– Considerar la necesidad de un equipo médico y de protección personal especial para reducir los riesgos.
– Entrenar y educar a la tripulación en lo que debe hacer si una persona es picada o mordida por la fauna marina venenosa o tóxica como una respuesta rápida puede ser esencial.
Fuente: Mundo Marítimo
Imagen: Archivo Mundo Marítimo
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