Transporte Transporte de pasajeros

Movilidad en Bogotá

En las postrimerías de la pasada administración se dieron a conocer los resultados de la Encuesta de Movilidad 2015, para Bogotá y 17 municipios de la Sabana. La misma que se viene aplicando desde 1995, cada cuatro años. Se trata de uno de los estudios más completos sobre el sector, que en esta oportunidad incluye […]

En las postrimerías de la pasada administración se dieron a conocer los resultados de la Encuesta de Movilidad 2015, para Bogotá y 17 municipios de la Sabana. La misma que se viene aplicando desde 1995, cada cuatro años. Se trata de uno de los estudios más completos sobre el sector, que en esta oportunidad incluye el componente del transporte y manejo de carga.

No es sencillo medir el comportamiento de todos los actores involucrados en un tema de tanta trascendencia en el mundo urbano de hoy. Tampoco hay en la encuesta un compendio de soluciones para las complejidades que a diario ofrecen los espacios viales y públicos. Sin embargo, el diagnóstico es una excelente guía para saber en qué se ha avanzado, cuáles son el desempeño de los diferentes modos de transporte y la receptividad de los usuarios, hasta dónde han llegado las soluciones alternativas y qué tan rezagado se encuentra el servicio público de pasajeros.

 

De los resultados vale la pena destacar: el incremento en el uso del transporte público por las personas de menores ingresos, los viajes en carro particular crecen menos del 2 por ciento, y hay una baja en los que se hacen a pie de más de 15 minutos de duración; existe una leve disminución en el uso del vehículo privado en estratos altos, y sobresale el repunte de los viajes en bicicleta (800.000 diarios), el doble en cuatro años.

Lo anterior es fruto del esfuerzo de las autoridades y de una mayor conciencia –esperamos– de la ciudadanía, que empieza a entender que el remedio no es el uso excesivo del vehículo particular, sino los modos alternativos.
Preocupa, no obstante, el auge del carro en los municipios vecinos, reflejo del desmesurado desarrollo residencial y la falta de planeación y coordinación con la capital para afrontar el caos que ya se vive. Genera alarma que se haya duplicado el uso de motos –segunda causa de muertes en la ciudad y primera entre jóvenes menores de 30 años– en comparación con el 2011, siendo en los estratos 1, 2 y 3 donde más se da ese auge. Tampoco es bueno que los tiempos de viaje estén aún en 56 minutos, más largos que un vuelo Bogotá-Medellín o Bogotá-Cali.

Por otro lado, resulta perverso que más del 70 por ciento del transporte de carga que circula en Bogotá esté matriculado fuera de la ciudad, lo que representa unos 40.000 millones de pesos menos en ingresos.
En términos generales, podría decirse que en materia de movilidad hay avances. Tal vez no todos los que se desearían, pues la gente sigue percibiendo congestión y caos. Lo recomendable: reforzar campañas, impulsar distintos modos de desplazamiento, propender a una mayor seguridad en la vía y comprometer más al Gobierno Nacional en temas como la regulación de las motos y al sector privado en la operatividad del transporte de carga dentro de la ciudad.

Finalmente, cabe resaltar la puesta en marcha, hace pocos días, del centro para la gestión de tráfico, que pone a Bogotá a la vanguardia en tecnologías para un mejor control del dinamismo de la urbe. Esta nueva infraestructura y los datos que arroja la encuesta permitirán al nuevo gobierno tomar decisiones más precisas, en aras de garantizar una movilidad sostenible para la capital.

Fuente: El Tiempo

Fotografía: Flickr Carlos Felipe Pardo

Ver articulo original