El Ministerio de Transporte de Colombia ha dado un nuevo paso en la regulación del sector de transporte de carga al trabajar en una resolución que, una vez expedida, estandarizará el Peso Bruto Vehicular (PBV) para vehículos de transporte automotor de carga de dos ejes con características similares. La medida, que surgió tras las mesas de trabajo generadas después del paro de transportadores de septiembre, busca corregir una diferencia en el PBV de vehículos con especificaciones idénticas, matriculados con datos desiguales en el sistema, lo que ha generado discrepancias en los operativos y sanciones.
Este proyecto de resolución, actualmente en proceso de expedición normativa, aún no ha sido publicado y, por lo tanto, no se encuentra en vigencia. A pesar de su estado preliminar, la medida tiene el potencial de ofrecer un alivio a los transportadores que enfrentan incertidumbre por diferencias en los registros de peso, una situación que ha resultado en problemas operativos, multas, e incluso restricciones en la carga.
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Desde el Ministerio, se ha advertido enfáticamente a los transportadores y a la ciudadanía en general que no existen intermediarios en los programas de la entidad, y que ningún trámite vigente relacionado con el proyecto de resolución se lleva a cabo a través de terceros. Este llamado pretende evitar que los transportadores caigan en fraudes, especialmente considerando la inquietud que genera este tipo de cambios en el gremio.
Más allá de las modificaciones en el PBV, otro tema que ha generado malestar entre los transportadores es el reciente incremento en el precio del diésel. En agosto, el Gobierno Nacional implementó un alza en el precio de este combustible, decisión que provocó protestas en múltiples ciudades. Este incremento, autorizado con el objetivo de reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios del Combustible (Fepc) – que actualmente supera los 6,000 millones de pesos – ha generado un debate intenso entre los transportadores y las autoridades.
El diésel es el principal combustible utilizado en el transporte de carga terrestre, por lo que el alza en su precio impacta directamente en los costos de operación de los transportadores. En respuesta a estas protestas y a las mesas de diálogo con los gremios, el Gobierno se comprometió a moderar los aumentos y estableció el 7 de septiembre un precio promedio de $9,856 por galón. Si bien esta cifra es aún elevada, representa una medida de ajuste frente a las demandas de los transportadores, que alegan que el costo adicional puede llevar a muchos al borde de la quiebra.
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El transporte de carga en Colombia enfrenta un panorama complejo, donde los costos de operación aumentan debido al precio de los combustibles, las regulaciones de peso y los retos en la infraestructura vial. La decisión de estandarizar el PBV responde a una necesidad de unificar normativas para evitar multas innecesarias, pero los transportadores siguen luchando contra un margen cada vez más reducido.
Aunque las medidas propuestas buscan crear una estructura operativa más equilibrada para el transporte de carga, el ajuste en el precio del diésel sigue siendo un tema sensible. El Gobierno tiene el reto de apoyar al gremio sin dejar de lado la necesidad de estabilizar el fondo que financia el precio del combustible en el país.
Así, las próximas semanas serán decisivas para el sector, que sigue a la espera de que el Ministerio publique el proyecto de resolución para conocer en detalle el impacto real que tendrá esta estandarización del PBV en la operación de carga en Colombia.
Fuente: La Republica