El mal estado de la vía que conecta Bucaramanga con Bogotá ha desencadenado una nueva jornada de protestas, generando bloqueos que han paralizado el tráfico en este importante corredor vial. La situación ha afectado a cientos de personas que transitan diariamente por esta ruta, y las manifestaciones continúan aumentando la presión sobre las autoridades locales y nacionales para encontrar una solución definitiva.
Desde hace varias horas, la comunidad ha tomado la decisión de bloquear la carretera como medida de protesta, exigiendo mejoras urgentes en la infraestructura vial. La protesta ya se extiende por más de 12 horas, creando un caos vehicular que ha dejado a conductores y pasajeros atrapados en largas filas sin una ruta alternativa clara. Los manifestantes han dejado en claro que no levantarán los bloqueos hasta recibir una respuesta concreta del gobierno departamental y nacional.
Un gobernador bajo presión
El gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, ha manifestado su desacuerdo con las “vías de hecho” utilizadas por la comunidad para expresar su descontento. En declaraciones recientes, Díaz Mateus subrayó que, aunque entiende las preocupaciones de los ciudadanos, las protestas que bloquean las vías afectan a terceros y generan más problemas de los que pretenden resolver.
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“Desde la Gobernación hemos atendido la situación de manera constante y nos hemos mantenido como voceros de las comunidades afectadas. Sin embargo, esta forma de protestar perjudica a otras personas y complica aún más la situación”, afirmó el gobernador.
El gobernador también destacó que la responsabilidad de resolver el problema recae en el contratista encargado de la obra. Díaz Mateus ha señalado que espera un pronunciamiento por parte del contratista en las próximas horas y confía en que la ejecución de los contratos continúe de manera diligente para avanzar en los trabajos de mejoramiento que tanto requiere la vía.
Inversiones en la vía Bucaramanga-Bogotá
En un esfuerzo por encontrar una solución a largo plazo, el gobernador anunció la firma de un convenio similar al modelo de “vías de la cigarra,” que permitirá una inversión de $385 mil millones provenientes de los peajes en la vía Bucaramanga-Barbosa-Puente Nacional. Estos fondos se destinarán a la construcción de 23 kilómetros adicionales de vía de adelantamiento, una medida que busca mejorar la fluidez del tráfico y reducir los tiempos de viaje en este congestionado corredor vial.
Adicionalmente, Díaz Mateus mencionó que ya se han invertido $8 mil millones en mejoras y que se están firmando otros acuerdos para continuar con los trabajos necesarios en la vía. Sin embargo, la comunidad se muestra escéptica ante estas promesas y exige acciones inmediatas antes de considerar levantar los bloqueos.
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El futuro de la vía Bucaramanga-Bogotá
El conflicto en la vía Bucaramanga-Bogotá refleja un problema más amplio que afecta a varias regiones del país: la falta de mantenimiento y mejora de la infraestructura vial. Las protestas en esta carretera son solo un síntoma de la frustración acumulada por los ciudadanos que dependen de una red vial en condiciones óptimas para sus actividades diarias.
Mientras tanto, los usuarios de la vía, desde conductores de transporte de carga hasta pasajeros de autobuses, esperan con impaciencia una resolución que les permita retomar sus viajes sin contratiempos. La situación pone de manifiesto la necesidad urgente de una intervención efectiva por parte del gobierno y las empresas contratistas para evitar que episodios como este se repitan en el futuro.
La comunidad sigue firme en su demanda de respuestas claras y soluciones concretas, mientras que el gobierno se encuentra en una encrucijada para equilibrar la presión social con los desafíos logísticos y financieros que representa la mejora de la infraestructura vial. Lo que está en juego no es solo la resolución de un conflicto local, sino la confianza de los ciudadanos en la capacidad del Estado para responder a sus necesidades más básicas.
Fuente: W Radio
