Transporte

Sistema masivo de transporte no les sirve a usuarios de la Minorista

Mercar cada ocho días es la única alternativa que tienen Luz Estela Toro y su esposo para poder tener un mejor control sobre los gastos del hogar, pues viven del día a día y no reciben un salario mensual o quincenal que les permite hacer un surtido de mayor cantidad. Ellos lo hacen en la Plaza Minorista, […]

Mercar cada ocho días es la única alternativa que tienen Luz Estela Toro y su esposo para poder tener un mejor control sobre los gastos del hogar, pues viven del día a día y no reciben un salario mensual o quincenal que les permite hacer un surtido de mayor cantidad.

Ellos lo hacen en la Plaza Minorista, en el Centro, porque no es secreto que es el sitio de mercado que mejor precio les ofrece a los medellinenses y donde más les rinde la plata. Pero en los últimos años ese ahorro que veían se les ha venido a menos, pues muchas veces lo que ahorran en las compras lo pierden pagando los taxis para transportar su mercado.

“Yo no cambio la plaza, acá hemos mercado toda la vida y todo es fresco y más barato, pero lo que no nos gusta es que en el metroplús no nos dejan subir con el mercado y tenemos que coger taxi y ahí se va el ahorro”, relata la señora, que en el semáforo del costado sur de plaza que conecta las avenidas Regional y del Ferrocarril, espera a su esposo, que “está comprando otras cositas”, dice.

Tiene un costal de mediano tamaño en el suelo y una bolsa negra con legumbres. Su esposo traerá seguramente otro bulto y entonces, a ambos, les será imposible abordar el sistema de transporte, que pasa por la avenida del Ferrocarril en recorrido hacia el Nororiente.

“Nosotros vivimos en Aranjuez y el metroplús nos sirve, claro, pero con los bultos no podemos”, se lamenta.

Unos minutos más tarde, aparece una señora afrodescendiente con su hija de unos diez años. También tiene un costal con mercado el cual apoya en sus pies mientras espera para abordar un medio de transporte.

Se llama Angélica Murillo y dice que vive en Belén. Ella espera abordar un bus que la lleve a su destino, pues el metroplús, que también le serviría, con el surtido no la lleva.

“Me toca esperar el Circular, que va por allá, pero da muchas vueltas. No puedo pagar taxi, vale mucha plata”, dice Angélica. Si hija no quita la mirada de la vía, pues en un descuido pueden perder el autobús, y la frecuencia de este es muy larga. Pasa cada ocho o diez minutos, dice.

Gastar más de diez mil pesos en taxis para llevar los mercados a sus casas, es mucho para los grupos familiares que mercan en la Minorista y que residen en los barrios de la periferia.

Y la plaza ha sentido el impacto, confiesan algunos comerciantes. Entre estos Dioselina Ceballos, quien vende papa y legumbres en un puesto al interior d ela plaza.

“Esto lo manejo con mi esposo. Eso es verdad, los clientes sí han bajado y muchos dicen que es porque no les da para pagar el taxi”, asegura y explica que muchos han optado por comprar menos surtidos.

Y es cierto, parados a la entrada del sistema observamos que quienes abordan con bolsas de unos pocos kilos ingresan sin dificultad. Los que llevan bultos, mejor ni lo intentan, pues ya saben que los rechazarán. La entrada del metroplús sacó de la zona algunas rutas de buses. Y la gente prefiría viajar en los bueses del sistema, que son cómodos, seguros y hacen en menos tiempo los recorridos.

Pero desde la plaza no se han elevado peticiones formales al sistema para que posibilite los viajes con mercado, o adpate algunos buses con compartimientos especiales. Son solo las quejas de ciudadanos de a pie que nos llegan y que al verificar, sentimos que los asiste su razón.

Fuente: El Colombiano

Fotografía: Wikimedia

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