la educación enfrenta un reto tan complejo como esencial: garantizar que todos los estudiantes puedan asistir a clases sin importar su situación económica o la distancia a su colegio. Con más de 1.4 millones de estudiantes matriculados anualmente en los niveles de educación formal, la capital colombiana se esfuerza por cerrar la brecha que separa a muchos niños y jóvenes de su derecho a la educación. Si bien el 60% de los estudiantes pertenece al sector educativo oficial y el 40% al privado, la realidad es que muchos de ellos faltan recurrentemente a clases debido a la distancia entre su hogar y la escuela, y a la falta de recursos económicos para cubrir el costo del transporte.
Es en este contexto donde el Programa de Movilidad Escolar (PME) de la Alcaldía de Bogotá y la Secretaría de Educación se convierte en una pieza clave para enfrentar este desafío. El PME ofrece tres modalidades de apoyo a los estudiantes: la ruta escolar, el programa “Al colegio en bici”, y el subsidio de transporte. De estas opciones, el subsidio de transporte ha demostrado ser la más popular y apreciada, ya que proporciona a los estudiantes un pago mensual que les permite cubrir los costos del transporte y, en consecuencia, cumplir con sus responsabilidades escolares.
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Este subsidio representa una ayuda crucial para muchas familias, especialmente aquellas que viven en zonas con déficit de cupos escolares o en áreas rurales de la ciudad. Las condiciones para acceder a este beneficio están claramente delineadas y buscan asegurar que los recursos lleguen a quienes realmente los necesitan. Según la Alcaldía de Bogotá, los requisitos para ser parte del programa incluyen estar matriculado en un colegio oficial (distrital) para el calendario escolar 2024, residir en Bogotá, y vivir en una UPZ con déficit de cupos escolares o en las zonas rurales de la ciudad. Además, los estudiantes deben ser menores de 18 años (excepto aquellos con discapacidad) y vivir a más de un kilómetro del colegio en el caso de preescolares o estudiantes con discapacidad, y a más de dos kilómetros para los estudiantes de primero de primaria en adelante.
El monto del subsidio varía según la edad del estudiante y la distancia que deba recorrer para llegar a su colegio. Para los menores de 14 años que requieren un acompañante, el subsidio puede alcanzar los 357.200 pesos, mientras que para aquellos entre 14 y 18 años, el monto es de 178.600 pesos. Este dinero se entrega de manera mensual a través de DaviPlata o se carga directamente en la tarjeta TuLlave, la cual debe estar personalizada para recibir el pago.
A pesar de los beneficios que ofrece el PME, el programa enfrenta desafíos. La cobertura y la eficacia en la entrega de los subsidios son temas que requieren una supervisión constante. Asimismo, el programa debe adaptarse a las cambiantes necesidades de los estudiantes y las familias, especialmente en un contexto donde la movilidad urbana y la seguridad son preocupaciones crecientes. Sin embargo, la existencia del PME es un paso en la dirección correcta para garantizar que todos los estudiantes de Bogotá puedan acceder a la educación de manera equitativa, sin que la distancia o la falta de recursos económicos se conviertan en una barrera insuperable.
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El Programa de Movilidad Escolar no solo proporciona un alivio económico, sino que también reafirma el compromiso de la ciudad con la educación inclusiva y de calidad. Es un recordatorio de que, para lograr una verdadera equidad educativa, es necesario considerar todos los factores que influyen en la capacidad de los estudiantes para asistir a clases. En una ciudad tan grande y diversa como Bogotá, el PME es una herramienta fundamental para construir un futuro en el que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de aprender y crecer.
Fuente: Pulzo