En un video difundido por redes sociales, los líderes del gremio de taxistas anunciaron un paro nacional programado para el próximo 23 de julio. La decisión se tomó tras una reunión realizada el miércoles pasado en Bogotá, donde participaron empresas, propietarios y conductores de taxis.
Hugo Ospina, uno de los portavoces más reconocidos del gremio, explicó que el paro se debe a la omisión del Gobierno Nacional frente a sus peticiones de cancelar las licencias de carros y motos que, según ellos, prestan servicios ilegales de transporte. “El motivo es el mismo de siempre. No hemos cambiado el discurso. Los alcaldes, secretarios de movilidad, policía de tránsito y agentes de tránsito están omitiendo el cumplimiento de la ley, que dice que un vehículo particular y una moto no pueden prestar el servicio de transporte. La norma manifiesta que, si se presta un servicio no autorizado, se debe inmovilizar el vehículo por 90 días y pagar una multa”, declaró Ospina.
Durante la reunión que definió el paro del 23 de julio, también estuvieron presentes representantes de sistemas integrados de transporte de varias ciudades del país. Según Ospina, estos sistemas “están al borde de la quiebra por culpa del mototaxismo”, lo que subraya la gravedad de la situación para el transporte público formal.
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El gremio de transportadores de carga también está considerando unirse a la manifestación, motivados por el reciente incremento en el precio de la gasolina y la posibilidad de un aumento en el ACPM. La unión de estos dos gremios podría convertir la manifestación en un evento de gran escala, que Ospina calificó como “el grito de independencia contra el transporte ilegal”.
Ospina afirmó que el gremio no está en contra de las plataformas digitales per se, sino del uso ilegal de vehículos privados para prestar servicios de transporte. Citó un comunicado del Ministerio de Transporte, basado en las Leyes 105 de 1993 y 336 de 1996, que expresa claramente que “está prohibido prestar el servicio público de transporte en un vehículo privado”.
La convocatoria de este paro nacional pone de manifiesto una problemática persistente en el sector del transporte en Colombia. La disputa entre el gremio de taxistas y los servicios de transporte considerados ilegales no solo afecta a los conductores, sino también a los usuarios que dependen del transporte público para su movilidad diaria. La exigencia del gremio de taxistas es clara: un cumplimiento estricto de las leyes que regulan el transporte público para evitar la competencia desleal y garantizar la viabilidad de su oficio.
El próximo 23 de julio será un día crucial para el gremio de taxistas y el sector del transporte en Colombia. La manifestación no solo busca visibilizar sus demandas, sino también presionar al Gobierno Nacional y a las autoridades locales para que actúen conforme a la normativa vigente. El éxito de este paro y sus posibles repercusiones dependerán en gran medida de la respuesta gubernamental y del apoyo que reciba por parte de otros sectores afectados.
La próxima manifestación de los taxistas es un grito desesperado por el cumplimiento de la ley y una lucha por la supervivencia de su gremio en un entorno cada vez más competitivo y desafiante.
Fuente: Red+