TransMilenio, el principal sistema de transporte público de Bogotá, ha dado un paso significativo en la mejora de su servicio. Transportando a cerca de cuatro millones de personas diariamente, TransMilenio busca optimizar la experiencia de sus usuarios con diversas mejoras en sus troncales. Una de las más destacadas es la reciente ampliación de la estación Ricaurte, que ha generado gran entusiasmo entre los pasajeros.
A partir del 22 de junio, el vagón 1 de la estación Ricaurte ha entrado en funcionamiento tras una considerable ampliación y adecuación para recibir buses biarticulados. Este vagón, cuya ampliación requirió una inversión de $2797 millones, fue extendido en 16.80 metros, alcanzando una longitud total de 48 metros. Esta modificación no solo facilita un mejor desembarque de los buses, sino que también permite una mayor oferta de rutas, incluyendo las nuevas paradas de los servicios C25-L25 y B11-G11.
María Fernanda Ortiz, gerente de TransMilenio, expresó su entusiasmo durante la inauguración: “Estamos en la estación Ricaurte con el Instituto de Desarrollo Urbano recibiendo el nuevo vagón 1, que desde hoy permitirá la parada de biarticulados y articulados. Por lo tanto, tendremos una mayor capacidad y servicios troncales adicionales. Además, la estación cuenta con nueva iluminación, remodelaciones, nuevas puertas, mayor seguridad y mejor ventilación, todo esto para ofrecer un mejor servicio a nuestros usuarios”.
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Este proyecto, desarrollado en conjunto por TransMilenio y el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), forma parte de un ambicioso plan de ampliación de varias estaciones del sistema troncal. El objetivo es claro: mejorar la infraestructura y la capacidad de movilidad sostenible en la ciudad.
La estación Ricaurte, ubicada estratégicamente en la Calle 13 con Avenida Norte-Quito-Sur (NQS), se sitúa en una zona de alta densidad poblacional y actividad comercial. Esto la convierte en un punto de conexión esencial para miles de usuarios que se desplazan diariamente por el centro de Bogotá. Su conectividad es un aspecto clave, permitiendo el acceso a las troncales Carrera 10 y NQS, y facilitando la movilidad hacia diferentes sectores de la ciudad. Además, su proximidad a varias rutas del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) y cicloRutas la convierte en un nodo multimodal de transporte.
El impacto social de esta ampliación es notable. Al ayudar a reducir la congestión vehicular y la contaminación del aire, mejora la calidad de vida de los ciudadanos. Con esta mejora, TransMilenio reafirma su compromiso con la infraestructura y la movilidad sostenible en Bogotá, asegurando un transporte más eficiente, seguro y cómodo para todos sus usuarios.
TransMilenio sigue avanzando hacia un futuro más eficiente y sostenible para Bogotá, demostrando que las inversiones en infraestructura pueden tener un impacto positivo en la vida diaria de millones de personas.
Fuente: Pulzo