El próximo viernes 30 de agosto, Colombia será testigo de una serie de protestas y movilizaciones pacíficas convocadas por los transportadores de todo el país. La iniciativa, liderada por la cámara intergremial de transporte UNIDOS y su presidente Alfonso Medrano, busca manifestar el descontento generalizado del sector frente al aumento unilateral en el precio del ACPM (Acpm), decidido por el gobierno nacional.
El Origen del descontento
El conflicto entre los transportadores y el gobierno se ha intensificado en las últimas semanas. El Ministerio de Hacienda, encargado de definir la política de precios de los combustibles, tomó la decisión de aumentar el precio del ACPM sin haber alcanzado un acuerdo con los transportadores, a pesar de las mesas técnicas de negociación que se habían establecido para tal fin. La falta de consenso en estas negociaciones ha generado malestar en un sector que considera que no se ha tenido en cuenta su opinión ni sus necesidades.
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Para los transportadores, el ACPM es un insumo esencial, pues alimenta a la mayoría de los vehículos de carga, transporte público, rutas escolares, y transporte intermunicipal y de turismo. Un incremento en su precio se traduce directamente en un aumento de los costos operativos, lo que afecta no solo la rentabilidad del sector, sino también los precios que pagan los usuarios finales por los servicios de transporte.
Una protesta pacífica, pero contundente
Alfonso Medrano, en declaraciones a Caracol Radio, enfatizó que la protesta será pacífica y no incluirá bloqueos en las principales vías del país ni en las calles de las ciudades. Esta postura refleja el deseo de los transportadores de ser escuchados sin recurrir a medidas extremas que podrían perjudicar a la población en general.
No obstante, la convocatoria es amplia y diversa. Están llamados a participar no solo los transportadores de carga, sino también los operadores de buses urbanos, rutas escolares, servicios de turismo, transporte intermunicipal, y hasta el transporte fluvial y de cabotaje. Todos estos sectores comparten una preocupación común: el impacto que el aumento del ACPM tendrá en su operatividad y en la economía del país.
El Rol de los líderes regionales en la movilización
La estructura descentralizada de la movilización pone la responsabilidad en los líderes gremiales de cada región, quienes deberán organizar las protestas en sus respectivas localidades. Esta estrategia permitirá que cada región pueda expresar su descontento de manera que se ajuste a su realidad particular, sin comprometer la seguridad ni el orden público.
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Esta movilización no solo es un llamado de atención al gobierno, sino también una demostración de unidad y fortaleza del sector transportador. El hecho de que todos los gremios se hayan unido en una causa común refuerza la idea de que el problema del ACPM no es solo un asunto técnico o económico, sino una cuestión que afecta la estabilidad y sostenibilidad del transporte en Colombia.
La reacción del gobierno: ¿Qué se espera?
Hasta el momento, no ha habido una respuesta oficial del gobierno a la convocatoria de las protestas. Sin embargo, la magnitud de la movilización prevista para el 30 de agosto pone de relieve la necesidad de reabrir el diálogo entre las autoridades y los transportadores. Si bien el aumento del ACPM ya ha sido decidido, aún queda espacio para discutir medidas compensatorias que puedan mitigar el impacto en el sector.
El éxito o fracaso de esta movilización dependerá en gran medida de la reacción del gobierno y de la disposición de ambas partes para retomar las negociaciones. Un diálogo abierto y sincero podría no solo desactivar la protesta, sino también sentar las bases para una política de precios de combustibles más equitativa y consensuada en el futuro.
Fuente: Caracol Radio
