Compañías afirman que han visto afectadas sus tareas financieras por precios altos.
Las tarifas que rigen el transporte por oleoductos en el territorio nacional tienen enfrentadas a las empresas que prestan este servicio con las petroleras privadas, en un pulso, contrapunteo, y hasta litigio, que va para largo. El último capítulo corrió por cuenta de un cruce de comunicados la semana pasada. Las primeras aseguran que “a los plazos en financiación se suman importantes alternativas de descuentos en las tarifas, que van del 6% al 21% según el tramo y la cantidad de crudo transportado, modalidad que se aplicó a 13 contratos, y también se concretó la flexibilización en nueve acuerdos de transporte, dependiendo de sus condiciones particulares”. Por su parte, las petroleras, representadas en la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), indicaron que “si bien los acuerdos son positivos en el corto plazo, el gremio reitera que seguirá trabajando de la mano con el Gobierno y las empresas para que el costo del transporte por oleoductos se reduzca y se corrija la metodología tarifaria”. Así las cosas, mientras los transportadores aseguran que se pactaron rebajas en las tarifas, las petroleras sostienen que los acuerdos solo sirven para aliviar los pagos de forma transitoria y a corto plazo, y recalcan que se mantienen en la postura de rebajarlas en un 60% (solución estructural).Portafolio dialogó con Héctor Manosalva, presidente de Cenit (filial de Ecopetrol en el negocio de transporte) y Francisco José Lloreda, presidente de la ACP, quienes explicaron desde sus respectivas orillas de la confrontación las razones para mantener o ajustar las tarifas del transporte por oleoductos.











