En un mundo que se enfrenta a desafíos ambientales cada vez más apremiantes, la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles es una necesidad imperante. En este contexto, el Gas Natural Vehicular se erige como un aliado crucial en la descarbonización de Colombia. Sus beneficios en términos de reducción de emisiones, ahorro económico y disponibilidad hacen que esta alternativa energética sea una pieza fundamental en la transformación de la industria y la economía del país.
La masificación del Gas Natural Vehicular en Colombia es un hecho que avanza a paso firme. La Ley de Gas Combustible y el aumento en la conversión de vehículos a Gas Natural durante los primeros meses de 2023 son señales claras de que esta fuente de energía está ganando terreno de manera consistente. La creciente red de distribución y comercialización, respaldada por inversiones y financiamientos sostenibles, promete ampliar aún más las oportunidades de acceso y conversión, beneficiando tanto a pequeños transportadores como a la población en general.
La eficiencia del Gas Natural Vehicular no solo se refleja en su capacidad para reducir las emisiones contaminantes, sino también en su asequibilidad para los conductores colombianos. En un momento en el que se plantea el desmonte de subsidios a los combustibles fósiles, se presenta como una opción económica que puede generar ahorros significativos para los propietarios de vehículos. Además, contribuye a la estabilidad del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, aliviando las finanzas públicas.
El Gas Natural Vehicular compite en el panorama de energéticos sostenibles con ventajas innegables. Su tarifa competitiva, en comparación con el diésel y la gasolina, lo posiciona como una alternativa económica y eficiente. Aunque la electricidad ha ganado terreno en el ámbito de la movilidad sostenible, trabaja en conjunto con otras fuentes de energía de cero y bajas emisiones, complementando la oferta y garantizando menores costos y una mayor disponibilidad. Es importante destacar que, en el sector de transporte de carga, donde la tecnología eléctrica aún no ha logrado una penetración significativa, el Gas Natural Vehicular se presenta como la opción más viable y sostenible.
Los incentivos fiscales y las normativas sólidas respaldan el uso en Colombia. Los propietarios de vehículos dedicados a esta fuente de energía disfrutan de descuentos en impuestos, primas de seguros y certificados de emisiones contaminantes. Además, la colaboración entre la industria y el Gobierno para fortalecer el bono de chatarrización es un ejemplo de cómo se puede impulsar la adopción.
En cuanto a las reservas, Colombia cuenta con un potencial significativo que podría garantizar el abastecimiento nacional e incluso permitir exportaciones en el futuro. Sin embargo, es esencial que se promueva una exploración y producción responsable para aprovechar todo el potencial identificado y lograr la autosuficiencia a largo plazo.