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Vías 4G: Avances y desafíos en proyectos viales de Colombia

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Crédito Imagen: MinTransporte

En el marco de los ambiciosos proyectos 4G que buscan transformar la infraestructura vial de Colombia, el país ha alcanzado un avance significativo del 80%. Sin embargo, no todos los proyectos marchan sobre ruedas. Dos importantes obras, Mulaló – Loboguerrero y Bucaramanga – Pamplona, enfrentan serias dificultades que amenazan su viabilidad. Según las recientes cifras entregadas por el ministro de Transporte, William Camargo, estas megaobras han encontrado obstáculos que han frenado su materialización.

El proyecto Mulaló – Loboguerrero, diseñado para conectar los Puertos de Buenaventura con las Zonas Industriales del Valle del Cauca, prometía una reducción significativa de 52 kilómetros en el recorrido, disminuyendo el tiempo de viaje en una hora. Esta obra, liderada por Prodevimar S.A.S (75%) y Epiandes S.A (25%), bajo la concesionaria Nueva Vía al Mar S.A.S., y supervisada por el Consorcio Interconcesiones 4G, enfrenta complicaciones en sus procesos iniciales.

El ministro Camargo ha señalado que “nos queda un año y medio para liquidar y sellar la liberación de las vigencias futuras”. Este proyecto, con una inversión de Capex de $1,9 billones y un Opex de aproximadamente $703.774 millones, está en riesgo de no concretarse según lo previsto.

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El proyecto Bucaramanga – Pamplona se encuentra en una situación aún más crítica. La ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) anunció la terminación anticipada del contrato de concesión con Autovía Bucaramanga Pamplona S.A.S., liderada por CSS Constructores S.A. La obra, que tenía como objetivo mejorar el transporte de carga y comercio entre el centro del país y la frontera, ha sido oficialmente liquidada por orden de un tribunal.

Este proyecto, que buscaba ahorrar 1 hora y 45 minutos en tiempo de viaje, ahora enfrenta una nueva fase de reversión. La ANI y el concesionario han acordado destinar $25.000 millones para intervenciones en puntos críticos del corredor, garantizando la operación y transitabilidad de la vía durante este proceso.

La situación de estos proyectos refleja los desafíos inherentes a la implementación de grandes obras de infraestructura en Colombia. A pesar del avance general del 80%, las dificultades de Mulaló – Loboguerrero y Bucaramanga – Pamplona subrayan la necesidad de una planificación y ejecución más robusta y flexible.

El ministro Camargo menciona la posibilidad de reorientar estos proyectos hacia desarrollos por obra pública, una estrategia que podría ofrecer mayor control y viabilidad. Sin embargo, esto también plantea preguntas sobre la eficiencia y capacidad del gobierno para asumir tales responsabilidades directamente.

En un país donde la mejora de la infraestructura vial es crucial para el desarrollo económico, los proyectos 4G representan una esperanza y un desafío. Mientras algunas obras avanzan y prometen transformar el paisaje vial, otras requieren reevaluaciones y nuevas estrategias para cumplir sus objetivos.

La historia de Mulaló – Loboguerrero y Bucaramanga – Pamplona es un recordatorio de los retos complejos que enfrentan los grandes proyectos de infraestructura, y de la resiliencia y adaptabilidad necesarias para superarlos. Con la atención del Congreso y el compromiso de empresas y autoridades, Colombia sigue en su camino hacia una red vial más moderna y eficiente.

Fuente: LR