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Bicicarriles de la Autonorte, una trampa de asfalto

Usuarios reclaman intervención. Distrito dice que deben esperar aprobación del plan de desarrollo. El bicicarril de la autopista Norte entre calles 145A y 147 tiene grietas que alcanzan los 60 centímetros de hondo. Estos llevan cuatro años sin intervención. Frisman Osorio recorre en su bicicleta casi 20 kilómetros diarios, la distancia que separa su casa […]

Usuarios reclaman intervención. Distrito dice que deben esperar aprobación del plan de desarrollo.

El bicicarril de la autopista Norte entre calles 145A y 147 tiene grietas que alcanzan los 60 centímetros de hondo. Estos llevan cuatro años sin intervención. Frisman Osorio recorre en su bicicleta casi 20 kilómetros diarios, la distancia que separa su casa en Chía de su lugar de trabajo en el norte de Bogotá. Aunque el trayecto es largo y en muchos tramos no cuenta con ciclorruta, Osorio apunta que una de las partes más complicadas es la del bicicarril de la autopsita Norte entre las calles 145A y 147.

Las razones, al preguntarle junto a la vía, resultan obvias: el trayecto está peligrosamente quebrado y las grietas alcanzan una profundidad que bien se puede tragar media llanta de la cicla. Algunas miden hasta 20 centímetros de ancho.

“Afortunadamente no me ha pasado nada, pero es que yo toda la vida he andado en bicicleta y tengo mucha pericia. De todas maneras hay que tener cuidado y esquivar los baches; a veces hay que bajarse y otras meterse por ahí. De todas maneras es muy fácil accidentarse”, dijo Osorio. Para los ciudadanos que transitan por allí, uno de los mayores riesgos es accidentarse porque la llanta de la bicicleta se quede atrapada. Esto no es lo único, también son comunes los pinchazos y los encontrones con otros usuarios, pues en el carril es difícil que puedan moverse dos pedalistas al tiempo. Muchos, que evitan este trayecto que parece una carretera destapada, han optado moverse por el andén o por la calle, exponiéndose a choques con peatones o a ser atropellados por los carros. Uno de esos biciusuarios es Javier Moncada, quien señaló: “Arreglan los sitios que no tienen necesidad. De la 147 hacia allá lo arreglaron todo, y no estaba tan mal. En cambio, mire esto acá como está y ellos no lo han arreglado”. Para Virginia Arévalo, vecina del sector, transitar por ahí es especialmente peligroso. Pasa por la mañana y por la tarde para llevar y recoger a su hija en el colegio Teresiano. “Prefiero devolverme por el otro lado de la Autopista, porque allá la ciclorruta sí está bien, aunque me toca subir y bajar el puente. Cuando voy, se puede, pero con la niña me da mucho miedo, porque esto está horrible desde hace mucho tiempo”, dijo Arévalo. Los vecinos denunciaron que el bicicarril lleva entre tres y cuatro años en el mismo estado. Al respecto, el Instituto de Desarrollo Urbano explicó que ese tramo no fue incluido en el último contrato de reparación de vías, firmado a finales de 2014, y que para poder intervenir deben esperar a que se firme el próximo contrato, que se hará una vez esté aprobado el nuevo plan de desarrollo, en el que trabaja la administración actual.

 

Fuente:El Tiempo 

Fotografía:El Tiempo 

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