En un esfuerzo por garantizar la seguridad y bienestar de los menores en sus desplazamientos, Bogotá ha implementado nuevas medidas dentro del programa “Bogotá, mi ciudad, mi casa”, enfocadas en la prevención de la explotación infantil en el transporte público. Estas disposiciones incluyen, entre otras, la obligatoriedad de presentar una autorización de viaje para niñas, niños y adolescentes que viajen en compañía de un adulto que no sea su padre, madre o tutor legal, cuando se desplacen desde las sedes de la Terminal de Transporte de Bogotá.
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Esta autorización deberá ser entregada directamente a la empresa de transporte con la que se adquirió el tiquete, lo que permitirá a las autoridades verificar la relación del adulto acompañante con el menor y prevenir cualquier situación irregular que ponga en riesgo su integridad. La Dirección de Prevención, Promoción y Atención a Usuarios de la Superintendencia de Transporte ha publicado un modelo de autorización que puede ser descargado en línea, facilitando el acceso de los usuarios a esta herramienta clave para la protección de los menores.
Una medida fundamental pero flexible
A pesar de la importancia de esta medida, las directrices emitidas por el Ministerio de Transporte no exigen el uso obligatorio del formato estándar propuesto por la Superintendencia de Transporte. Las empresas de transporte pueden desarrollar sus propios formatos de autorización, siempre y cuando estos incluyan todos los aspectos indicados en la normativa vigente, específicamente en la circular externa 20244000000557 del 20 de agosto. Esto proporciona flexibilidad a las empresas, pero subraya la responsabilidad de cumplir con los requisitos legales que protegen a los menores de edad durante su traslado.
Un esfuerzo conjunto interinstitucional
La Terminal de Transporte de Bogotá se ha comprometido a brindar total apoyo a las empresas de transporte para que estas trabajen en colaboración con la Policía de Infancia y Adolescencia, la Superintendencia de Transporte y otras entidades gubernamentales y sociales presentes en la ciudad. Uno de los centros clave para estas acciones coordinadas es el SuperCade Social, ubicado en la Terminal Salitre, donde diferentes actores interinstitucionales colaboran para monitorear y garantizar el cumplimiento de las normas de protección infantil.
Dentro de las instrucciones dictadas por el Ministerio de Transporte, la Superintendencia verificará aspectos clave relacionados con la venta y expedición de tiquetes a menores de edad, la verificación de las condiciones en las que viajan, y las medidas de cuidado que se implementen cuando estos menores viajan solos. Se pondrá especial atención en los casos de menores en situación de discapacidad, asegurando que reciban el trato adecuado y que sus derechos estén protegidos.
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Lucha contra la explotación infantil: Un reto urgente
Uno de los puntos más relevantes de esta nueva regulación es la prevención de la explotación de niños, niñas y adolescentes. Las empresas de transporte deberán implementar piezas informativas dentro de sus terminales y vehículos, educando a los pasajeros sobre los riesgos y señales de explotación infantil, y promoviendo una cultura de denuncia. La obligación de reportar cualquier situación sospechosa que ponga en riesgo la seguridad de los menores es clara y contundente: se espera que las empresas de transporte, junto con las autoridades, actúen de manera inmediata para proteger a los menores.
Un llamado a la responsabilidad
Estas nuevas medidas, aunque orientadas principalmente a la seguridad de los menores, también implican un llamado a la corresponsabilidad de los ciudadanos. Los viajeros, las familias y las empresas de transporte deben asumir su papel en la protección de los más vulnerables. La explotación infantil es una problemática grave que requiere la atención y el esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad.
Fuente: Pulzo
