En el primer trimestre de este año, las principales empresas de transporte marítimo en el mundo han visto una reducción notable en sus ingresos, una situación atribuida a la disminución de las tarifas de flete y al aumento de los costos operativos. La crisis del mar Rojo y la sequía en el Canal de Panamá han sido los principales factores que han contribuido a esta desafiante situación, afectando tanto la capacidad de envío como la confiabilidad de los itinerarios.
El reporte trimestral de las líneas navieras revela que, entre enero y marzo, a pesar de las tensiones geopolíticas persistentes, las principales líneas lograron mantener un desempeño sólido en términos de volumen. Este desempeño fue impulsado por una recuperación en el comercio mundial y una demanda de transporte de carga más robusta de lo anticipado. Sin embargo, las tarifas de flete promedio fueron más bajas que las del año anterior, y los costos aumentaron debido a desvíos, lo que nubló la rentabilidad operativa.
“Las líneas navieras han enfrentado desafíos significativos debido a la situación en el mar Rojo. En respuesta, han aumentado tanto la cantidad de buques como la velocidad de operación, además de incrementar los transbordos, permitiendo mantener el transporte de contenedores según lo planificado”, explican expertos del sector.
Además, la escasez de capacidad de envío y los aumentos en los tiempos de viaje a través del Cabo de Buena Esperanza han impactado la disponibilidad del transporte marítimo. La congestión, las omisiones de recaladas, las demoras y las cancelaciones de itinerarios se han convertido en problemas recurrentes. La escasez de contenedores vacíos en los hubs de exportación en Asia ha generado un aumento en las tarifas y ha complicado el proceso de embarque.
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Las navieras se preparan para enfrentar meses de tarifas elevadas y mayores retrasos debido a la creciente demanda combinada con capacidad restringida. En las rutas entre Asia y las costas Este y Oeste de EE. UU., así como al norte de Europa, las tarifas spot (de contado) han aumentado significativamente en mayo. El mercado espera que las líneas navieras implementen aumentos generales de tarifas (GRI) y recargos adicionales en julio, lo que podría llevar a las tarifas spot a superar los máximos del primer trimestre.
Estos desafíos también están afectando la confiabilidad de los itinerarios. La última medición global muestra un descenso del 2.5 % en la confiabilidad entre marzo y abril, y un deterioro de 12 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año anterior.
“Ante estas condiciones del mercado, importadores y exportadores deben estar preparados para enfrentar posibles retrasos y fluctuaciones en las tarifas”, aseguraron analistas del sector.
Durante el primer trimestre del año, las principales líneas navieras lograron movilizar volúmenes de carga superiores a los del mismo período del año anterior. Maersk incrementó sus volúmenes en un 7.5 %, Hapag-Lloyd en un 6.7 %, y CMA CGM en un 11.8 %.
No obstante, pese al aumento en el volumen de carga movilizada, los ingresos de las líneas en el primer trimestre disminuyeron debido a la reducción de la tarifa de flete promedio y al aumento de costos por desviaciones respecto a 2023. Esto resultó en una caída significativa en el EBITDA de Maersk (-71%), Hapag-Lloyd (-62%) y CMA CGM (-36%).
En respuesta a estos desafíos, las líneas navieras están buscando expandir su capacidad de flota. Se proyecta un aumento hasta los 7.1 millones de TEU (unidad equivalente a veinte pies, medida estándar de capacidad de contenedores) para 2026. MSC, por ejemplo, busca impulsar el comercio entre Asia y Latinoamérica mediante la introducción de nuevos servicios marítimos que amplíen la cobertura portuaria.
A pesar de las dificultades actuales, el sector anticipa buenos resultados para las líneas navieras al cierre del año, impulsados por una recuperación de la demanda en el mercado de contenedores y aumentos significativos en las tarifas de flete. La congestión portuaria, las omisiones de recaladas y la escasez de contenedores vacíos en Asia han elevado las tarifas y reducido la confiabilidad de los itinerarios en el segundo trimestre. Sin embargo, este incremento en las tarifas podría beneficiar los resultados financieros de las líneas al cierre del año.
En respuesta a estos factores y a los desafíos operativos actuales, las compañías navieras están aumentando y modernizando su capacidad de flota para satisfacer las crecientes demandas del mercado y mejorar la eficiencia operativa. Este aumento incluye la adquisición de nuevos buques portacontenedores y la optimización de rutas y servicios existentes.
“Además, acorde a estas estrategias, las líneas navieras están introduciendo nuevos servicios para impulsar el comercio intercontinental entre Asia y América. Por ejemplo, han lanzado servicios express como el Latin Pacific 5 (TLP5) entre Asia y México, que ofrecen tiempos de tránsito reducidos para mejorar la conectividad y la eficiencia en el transporte de mercancías”, menciona el informe.
MSC ha anunciado un nuevo servicio semanal llamado ‘Carioca’, que conectará Asia con la Costa Este de Suramérica. Este servicio mejorará la conexión y ampliará la cobertura portuaria con más frecuencias de zarpes desde Corea y China hacia el sur de Brasil, especialmente a los puertos de Santos y Paranaguá.
El servicio también incluirá paradas en los puertos de Itapoá y Río de Janeiro, optimizando el acceso a estas áreas estratégicas. Estas mejoras en la conectividad no solo aumentarán la eficiencia operativa sino que también permitirán a las líneas navieras ofrecer un mejor servicio a sus clientes, reduciendo los tiempos de tránsito y mejorando la confiabilidad.
El primer trimestre del año ha sido desafiante para las principales líneas navieras del mundo, afectadas por una combinación de factores geopolíticos y climáticos que han reducido sus ingresos y aumentado sus costos operativos. Sin embargo, la industria está demostrando resiliencia y adaptabilidad al aumentar su capacidad de flota y optimizar sus servicios.
A medida que el sector se enfrenta a una recuperación de la demanda y aumentos en las tarifas de flete, las perspectivas a largo plazo parecen positivas. Las líneas navieras están bien posicionadas para capitalizar estas tendencias, mejorando su eficiencia operativa y expandiendo su cobertura global.
Los desafíos persisten, pero con una combinación de innovación, expansión de capacidad y adaptabilidad, las líneas navieras pueden navegar estas aguas turbulentas y emerger más fuertes al cierre del año. Importadores y exportadores deben estar preparados para enfrentar las fluctuaciones del mercado y ajustar sus estrategias en consecuencia para mantener la competitividad en un entorno dinámico y en constante evolución.
Fuente: Portafolio
