El alcalde Jaime Andrés Beltrán, indicó que no hay consensos en temas seguridad, pero sí en atender la crisis del sistema de transporte.
La reunión del presidente Gustavo Petro con ministros y mandatarios de 24 ciudades capitales dejó varias conclusiones, entre ellas, la intención del Gobierno nacional de apoyar a Bucaramanga en la solución de la crisis de Metrolínea, el sistema de transporte masivo de la ciudad.
“Le manifesté la urgencia de darle soluciones definitivas en movilidad a los colombianos que viven en Bucaramanga y se mueven en transporte público. Esperamos que este apoyo se vea materializado lo más pronto posible”, indicó el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán.
El anuncio del mandatario es importante, teniendo en cuenta que las condiciones del sistema de transporte masivo de Bucaramanga son precarias. Ante la Comisión Accidental de Seguimiento a la Efectividad de los SITM, que instaló el Senado, el gerente de Metrolínea, Jhair Manrique, aseguró que recibieron la empresa con una millonaria deuda, infraestructura en deplorables condiciones y una operación que movilizaba a diario 20.000 usuarios en tan solo 14 buses.
En estos tres meses, se aumentó la operación a 25 buses, pero, según Manrique: “estas soluciones se tienen que tomar con todos los involucrados, eso no es solamente una responsabilidad del alcalde de Bucaramanga y del gerente de Metrolínea”, lo que dio pie para pedir apoyo para superar el déficit económico que tiene el sistema.
Sumado a esto, está la alerta que hizo en febrero Beltrán sobre las condiciones de la empresa MetroCinco Plus S.A., encargada de la operación, que no podría cumplir con las exigencias para seguir manejando el sistema, por lo que el alcalde señaló que “en próximos días daremos a conocer las soluciones que tenemos como administración para enfrentar el tema, sin embargo, el servicio seguirá prestándose con lo que tenemos, apoyado con flotas de buses convencionales. Estamos tratando de revivir un muerto, porque lastimosamente eso es lo que es Metrolínea hoy, debido a los malos manejos administrativos y operativos del pasado”.
Los problemas de Metrolínea van más allá del déficit cercano a los $72.000 millones que dejó la pandemia. Además de que no pudo recuperar los pasajeros previos a las cuarentenas, la flota de los buses se habría reducido en un 39 %, para el primer trimestre del 2022, mientras que, a la par la calidad se redujo, “puesto que es ineficiente en tiempos de desplazamiento, cuenta con bajos niveles de fiabilidad, no es atractivo para el usuario, las rutas no llegan a todos los puntos del área metropolitana, entre otros elementos que contribuyen a que pierda su carácter esencial, esto es, la accesibilidad que debe brindar a los ciudadanos”, indicó el informe de calidad de vida 2021 de Bucaramanga Cómo Vamos.
Fuente: elespectador.com
Imagen: Bluradio