Se advirtiere con inquietud que la guerra ruso-ucraniana no terminará hasta que se agoten las reservas de armas y municiones que utilizan los beligerantes. Ambos lados están quemando sus reservas a un ritmo insostenible mientras el conflicto parece expandirse. Los rusos están teniendo problemas incluso con sus búnkers profundos y esto está obstaculizado un tren logístico del siglo XX en un campo de batalla del siglo XXI. El problema para mantener su ejército equipado no es la historia más interesante.
Los ucranianos se habrían quedado sin armas hace meses si las antiguas naciones del Pacto de Varsovia (ahora en la OTAN) no hubieran vaciado el inventario de armamento de la era soviética y el resto de la organización no hubiera gastado todo el dinero disponible para comprar. Eso, y la rápida adopción de equipos compatibles con la OTAN por parte de los ucranianos, los está ayudando, pero ¿tiene Occidente suficiente para dar? Las reservas descuidadas de Occidente están listas solo para una guerra limitada o corta: la confrontación ruso-ucraniana lo ha puesto de relieve.
Estados Unidos envió 13 años de producción del misil tierra aire “Stinger” y 5 años de producción del misil antitanque “Javelin” a Ucrania, según se informó en noviembre, durante un panel de discusión en el Foro de Defensa Nacional Reagan, en Estados Unidos.
Una posible forma en que se podría acelerar el reabastecimiento de los aliados de la OTAN es levantar fábricas en Europa para producir armas más cerca al frente. Los fabricantes de municiones alemanes advirtieron recientemente que el período de espera para los pedidos de linters de algodón de China (un componente crucial para las cargas propulsoras de armas pequeñas y artillería) se ha triplicado hasta nueve meses.
Fuentes de la industria dijeron que todos los productores europeos de municiones dependen de China para los linters de algodón, a pesar de que es un producto básico, comercializado a nivel mundial.
El gobierno alemán organizó una mesa redonda con fabricantes de municiones el 28 de noviembre; sin embargo, no se hicieron públicos resultados específicos. Wolfgang Hellmich, el portavoz de asuntos de defensa del Partido Socialdemócrata alemán, en el poder en el parlamento, le dijo a Asia Nikkei que la escasez de suministro de materiales de origen chino para equipos militares es particularmente problemática para municiones y aceros específicos.
El problema de Occidente. Ya expuse mi opinión de que Occidente no previó (incompresiblemente) el ataque ruso. Ahora la guerra está enviando otra clara advertencia a todo Occidente: debe aumentar la capacidad de producción y tener una cadena de suministro más confiable y eficiente. Esto es difícil, porque a diferencia de otras cosas (cuyos inventarios se exteriorizan), las municiones y armas están escondidos fuera de la vista; si los militares y diplomáticos en tiempos de paz hacen su trabajo, nunca serán utilizados. Sin embargo, cuando se los necesita, la necesidad es existencial.
Fuente: MSN
Imagen: Timetoast