El conflicto entre el gremio taxista y las aplicaciones de transporte en Medellín ha escalado a niveles críticos. La Superintendencia de Transporte ha intervenido, exigiendo a la Secretaría de Movilidad de Medellín la implementación inmediata de sanciones contra vehículos particulares que ofrezcan servicios de transporte ilegal.
El gremio de taxistas ha denunciado durante años lo que considera competencia desleal de las aplicaciones de transporte, afirmando que los conductores particulares operan sin cumplir con las normativas exigidas al sector formal. Según la ley 336 de 1996, solo las empresas legalmente constituidas pueden prestar servicios públicos de transporte, y cualquier incumplimiento conlleva sanciones.
Sin embargo, las declaraciones del secretario de Movilidad, Mateo González, en un llamado a la conciliación con los taxistas, generaron una fuerte controversia. González había señalado que el Código Sancionatorio del Transporte se aplicaba únicamente a las empresas de transporte público, y no a los particulares que ofrecían el servicio. Esta interpretación fue rápidamente rechazada por la Superintendencia de Transporte, que emitió una carta aclarando que las declaraciones del secretario desobedecían las directrices nacionales y lo exhortó a corregir su postura.
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En la carta, con fecha del 6 de septiembre de 2024, la Superintendencia ordena a la Secretaría de Movilidad de Medellín emitir un comunicado dirigido a su personal operativo, con el objetivo de iniciar de inmediato la imposición de comparendos e inmovilización de vehículos particulares que prestan servicios de transporte no autorizados. Además, la entidad solicita un informe detallado de las medidas que ha tomado la Secretaría para combatir el transporte informal en la ciudad y los resultados de las acciones implementadas.
El gremio de taxistas, encabezado por la Confederación Nacional de Taxistas (CONFEDETAX), ha anunciado movilizaciones en varias ciudades de Colombia, incluyendo Medellín, para el 12 de septiembre. Estas protestas buscan presionar al gobierno para que actúe de manera más contundente contra el transporte ilegal, que, según los taxistas, está afectando gravemente su sustento.
La situación plantea un debate más amplio sobre la regulación del transporte en Colombia, donde las aplicaciones de movilidad han cambiado radicalmente el panorama. Mientras los conductores de aplicaciones defienden su derecho a trabajar y ofrecer alternativas de transporte a los usuarios, los taxistas tradicionales argumentan que enfrentan condiciones desiguales. Estos últimos deben cumplir con una serie de regulaciones y costos que los conductores de plataformas no tienen, lo que, según ellos, genera una competencia injusta.
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Este conflicto también evidencia una desconexión entre los gobiernos locales y las políticas nacionales, que buscan adaptarse a la transformación del sector. La intervención de la Superintendencia de Transporte en Medellín podría marcar un precedente para otras ciudades del país, donde la informalidad en el transporte ha crecido de manera exponencial en los últimos años.
Por su parte, la Secretaría de Movilidad de Medellín ha declarado que se encuentra evaluando la comunicación de la Superintendencia y que responderá dentro de los plazos establecidos. Mientras tanto, los usuarios del transporte en Medellín se encuentran en medio de esta disputa, divididos entre quienes apoyan las alternativas que ofrecen las aplicaciones y quienes temen que el transporte informal aumente la congestión y la inseguridad en las vías.
A medida que se acerca la fecha de las movilizaciones programadas, la tensión entre el gremio taxista y las autoridades locales crece. La resolución de este conflicto no solo tendrá un impacto inmediato en los taxistas y los conductores de aplicaciones, sino que también definirá el futuro de la movilidad en una de las ciudades más importantes de Colombia. ¿Logrará el gobierno encontrar un equilibrio que satisfaga a ambas partes, o las divisiones continuarán afectando la vida diaria de millones de ciudadanos?
Es evidente que el sector del transporte en Colombia está en una encrucijada. Las soluciones que se implementen hoy definirán no solo el futuro de los taxistas, sino también el rumbo que tomará la movilidad en el país en los próximos años.
Fuente: Caracol Radio