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¿Le gusta la idea de que Bogotá tenga transporte público las 24 horas?

En Buenos Aires, el colectivo -en Colombia, más conocido como bus- funciona todo el día; solo en la medianoche reduce su frecuencia. El medio de transporte más utilizado en la capital argentina es económico y generalmente rápido.   Cuenta con más de 180 rutas, sus frecuencias varían entre dos y 40 minutos, y el precio […]

En Buenos Aires, el colectivo -en Colombia, más conocido como bus- funciona todo el día; solo en la medianoche reduce su frecuencia. El medio de transporte más utilizado en la capital argentina es económico y generalmente rápido.

 

Cuenta con más de 180 rutas, sus frecuencias varían entre dos y 40 minutos, y el precio de sus boletos depende de la distancia recorrida.

Otro servicio de transporte que funciona las 24 horas en ese país es ‘EcoBici’. Gratuitamente, tras registrarse en una página de internet, el ciudadano puede buscar una bicicleta en la estación más cercana y movilizarse por las llamadas bicisendas.

De lunes a viernes se puede usar ese medio de transporte durante, máximo, una hora -además, se permite renovar por la misma cantidad de tiempo-. Los sábados, los domingos y los festivos se puede pedalear hasta por dos horas seguidas y renovar el servicio por los mismos 120 minutos.

La libertad de movilidad también la ofrecen el transporte público de Londres (Inglaterra), Madrid (España) y Sídney (Australia), por mencionar solo algunas urbes que diseñaron políticas públicas pensando en quienes trabajan de noche, por ejemplo, e implementaron las conocidas rutas de buses ‘búho’.

¿Algún día Bogotá pensará así y tomará la decisión de no apagarse?, ¿le gustaría transportarse, a un bajo precio, a la que hora que prefiera?, ¿cree que la capital está preparada para ese cambio?

TransMilenio (TM) ha precisado que la demanda nocturna no alcanza a ser de más del 2 por ciento del total diario, es decir, en ese horario se movilizarían unos 47.000 usuarios; una cifra que no resulta rentable para el sistema.

No obstante, es válido que se dé el debate. Además, porque la capital está rajada en seguridad, así lo confirmó la revista ‘The Economist’ el pasado 21 de agosto, cuando se conoció que Bogotá obtuvo 35 puntos en seguridad, de los 100 posibles; mucho menos que el promedio de Latinoamérica (60,7) y el del mundo (72,6).

En esa medición mundial de calidad de vida, el tema de seguridad se refiere a la prevalencia de crímenes menores, la amenaza de crímenes mayores y terrorismo, y la amenaza de conflictos militares y civiles.

Ante este panorama, la idea de que Bogotá tenga transporte público las 24 horas la comentan Josías Fiesco, líder de la iniciativa #TransMilenio24horas y candidato al Concejo de Bogotá, y Fernando Rey, exgerente de TransMilenio y experto en movilidad.

Lea sus opiniones y cuéntenos la suya.

Una sociedad avanza cuando tiene más servicios, a bajo costo, y menos límites. Si Bogotá tuviera el transporte público las 24 horas, adquiriría dinamismo.

Además de que estimularía el comercio, aumentaría las oportunidades de empleo. Hoy Bogotá tiene 15.000 vacantes, con turnos de una, dos o tres de la mañana; la gente no se le mide a esos puestos porque más de la mitad del sueldo se les iría en transporte. Que no haya transporte público para ellos es un argumento muy penoso. Tampoco, a quienes hoy trabajan durante la medianoche o la madrugada, no los podemos excluir de un servicio de transporte básico que el mundo ha entendido.

Varias estaciones de TransMilenio están ubicadas cerca a hospitales y clínicas. Es injusto que en una situación de urgencia, TM, que es un servicio de bajo costo, esté apagado y cerrado.

Por otro lado, una persona que termina clase a las 10 de la noche no puede hacer trabajos en grupo porque sabe que tiene que gastar hasta 70.000 en la carrera de taxi. El que los tenga, que los pague, pero la vida de un estudiante es bastante corta económicamente. Sé que muchas personas desertan de sus estudios porque no tienen para el transporte.

Los opositores a esta iniciativa creen que esta ciudad se tiene que acostar a las 10 de la noche, sabiendo que, por ejemplo, una de las actividades preferidas por los bogotanos es ir a cine: por qué no empezar a generar nuevos empleos y funciones a la una o las dos de la mañana. También, quienes rumbean y necesitan el servicio de transporte, podrían gastar mucho más en el bar, ya que tendrían un servicio público que los transportaría a bajo costo.

En el mundo, las personas ven a Colombia como una sociedad que no brinda servicios, que se acuesta muy temprano; y cuando vienen los turistas, así lo comprueban. La columna vertebral de una ciudad 24 horas es un sistema de transporte público las 24 horas. En muchas ciudades, eso es lo más natural, lo más normal, lo más obvio. Si Bogotá no se mueve las 24 horas, seguiremos siendo la ciudad hazmerreír de otras urbes que hace rato decidieron convertirse en sociedades de servicios.

La ciudad tiene muchos temores, uno es la inseguridad. Falta una política pública juiciosa que dé seguridad a los bogotanos. De nada sirve que haya seguridad en TM, si se baja del puente y encuentra una ciudad insegura.

Ante el bajo número de pasajeros que usarían el transporte público en la noche y en la madrugada, podría disminuirse la frecuencia de los articulados, es decir, que pasen cada 15, 20 o 30 minutos, pero… ¡que pasen!

Josías Fiesco, líder de la iniciativa #TransMilenio24horas y
candidato al Concejo de Bogotá.

Transporte público las 24 horas es viable siempre y cuando se cumplan algunos requisitos: el primero y el más fundamental es que exista el volumen de pasajeros que justifique esa operación. La otra cara de la propuesta es que se pueda operar con un menor número de buses, para que siempre se mantenga la ecuación económica de equilibrio entre la operación y el volumen de pasajeros.

Hoy no es rentable que opere TransMilenio las 24 horas porque el volumen de pasajeros siempre desciende después de las 11 u 11:30 de la noche y se vuelve a retomar hacia las 4 de la mañana.

En el mundo, el Metro de París cierra a la una de la mañana y vuelve a abrir a las 4:30, y en la capital francesa, el volumen de viajes que se presenta es muy superior al de Bogotá. Por eso, 47.000 pasajeros que se transportarían en la noche no es un número representativo que justifique la operación de un sistema como TM. Si esos 47.000 se dividen en los 123 pasajeros que caben en un bus, se necesitarían 382 buses; si esos 382 operan con determinada frecuencia y le generan a la empresa un equilibrio económico, sí se le podría prestar ese servicio a la ciudadanía. La idea es que el sistema preste el servicio, pero no genere pérdidas.

El tema del bienestar social -el acceso al empleo y a la salud- justifica socialmente el servicio, pero hay que conciliar esa necesidad social. El Estado debe garantizar la movilidad a sus ciudadanos, por eso, el Gobierno Distrital -en el caso de TM- debe preguntarse si está dispuesto a subsidiar más la tarifa en la noche, ya que baja el volumen de pasajeros.

Hay un factor más importante: la seguridad. En el caso del Sistema de Transporte Público de Bogotá (SITP), por ejemplo, se presentan atracos día y noche, pero en mayor número en las horas de la noche, porque la oscuridad ayuda. Hay que blindar el sistema de transporte público para que los ciudadanos lo puedan tomar en condiciones de óptima seguridad, sin importar la hora. Puede haber rutas de buses ‘búho’, pero antes debe vencerse la inseguridad.

La seguridad vial es otro reto. El volumen de tráfico desciende sustancialmente en la noche y entonces los vehículos aprovechan para desplazarse a mayor velocidad, incluso, los conductores no esperan que el semáforo cambie por miedo a ser atracados. Bogotá tiene un problema: desde hace muchos años, el número de agentes de tránsito no pasa de los 1.400 –distribuidos en las ocho horas-, quienes deben controlar más de 2.000.000 de vehículos. El transporte público las 24 horas requeriría más vigilancia de la Policía de Tránsito en aquellas troncales donde se vaya a prestar el servicio.

Fernando Rey, exgerente de Transmilenio y experto en movilidad

Fuente: El Tiempo

Fotografía: Wikipedia

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