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Mal clima e infraestructura insuficiente, las pesadillas del transporte aéreo

La combinación de condiciones climáticas y deficiencia de infraestructura ha ocasionado, solo en la primera semana de noviembre, demoras y otras afectaciones al 3,5% de las operaciones programas y 26 cancelaciones de vuelos. Las autoridades del sector reconocen que no se puede tener control del clima, por lo que le están metiendo el acelerador al […]

La combinación de condiciones climáticas y deficiencia de infraestructura ha ocasionado, solo en la primera semana de noviembre, demoras y otras afectaciones al 3,5% de las operaciones programas y 26 cancelaciones de vuelos.

Las autoridades del sector reconocen que no se puede tener control del clima, por lo que le están metiendo el acelerador al desarrollo tecnológico y de infraestructura, para optimizar las operaciones.

El director de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade, aseguró que en los próximos cuatro años las inversiones del Gobierno Nacional destinadas a la modernización de los aeropuertos alcanzará el promedio de $1 billón anual.

“Vamos a invertir alrededor de $4 billones en los siguientes cuatro años, para continuar la expansión de los aeropuertos a un ritmo mayor del que crece la demanda, que está creciendo mucho”, precisó Andrade.

De acuerdo con la Asociación de Transporte Aéreo de Colombia (ATAC), mientras en el 2003 se movilizaron 10 millones de pasajeros, una década después el número se multiplicó por tres, llegando en el año 2013 a 28,5 millones.

Ante este crecimiento, el presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), Juan Martín Caicedo, instó al Gobierno a “ser muy cuidadoso con el ejercicio de planeación, ir previendo cómo van a crecer las demandas, para ir previendo qué tipo de cambios hay que hacer y qué política de crecimiento tiene que tener toda la infraestructura aeroportuaria”.

MÁS INVERSIÓN PARA ELDORADO Y LOS REGIONALES

Las autoridades del sector coinciden en que el principal problema para el desarrollo normal de las operaciones es el aeropuerto Eldorado que, pese a las cuantiosas inversiones para su expansión y modernización, aún se queda corto.

Así lo reconoce el director de la Aeronáutica Civil, Gustavo Lenis, quien asegura que “el principal cuello de botella es Eldorado, a eso no hay que darle muchas vueltas, este aeropuerto recibe el mayor porcentaje de las operaciones y si no funciona, todos los vuelos que pasan por ahí terminan atrasados”.

Por eso la Aerocivil trabaja en tres proyectos que permitirían mejorar la operación en el aeropuerto de la capital del país y blindarlo, en cierta medida, ante las condiciones climáticas.

La primera será llevar a Eldorado a categoría 3, lo cual se espera que ocurra en el segundo semestre del próximo año, según el cronograma de la Aerocivil. Llevarlo a ese nivel permitirá que los pilotos puedan aterrizar con bajas condiciones de visibilidad, como en días de alta neblina y así disminuir los problemas.

De acuerdo con Lenis, esto implica unas adecuaciones de pista en cuanto a luces y antenas, que aunque “no solucionan el problema totalmente, sí lo disminuyen”. Estamos comprando unas luces que ayudan en la aproximación que serán instaladas el próximo año. Vamos a instalar una parte de los equipos a partir del 20 de noviembre y hasta el 15 de diciembre, después viene la alta temporada, y paramos hasta el año entrante”.

Las otras dos serán la torre de control nueva, que se espera sea entregada a finales de junio del 2015 y el nuevo centro de gestión aeronáutica, que estaría listo en abril, incluyendo nuevas calles de rodaje.

El presidente de la CCI destacó los avances en infraestructura, pero aseguró que ese no es el cuello de botella, sino que advirtió que en el caso de Eldorado “es más un problema de gerencia pública. Es un aeropuerto que concentra las naves militares, las que mueven a funcionarios del Gobierno, las privadas, comerciales y eso no suele suceder en la mayoría de los aeropuertos del mundo”, dijo.

Sobre estas múltiples operaciones que congestionan Eldorado se ha planteado trasladar la operación militar, que equivale al 8% de la total de este terminal, a zonas aledañas a Bogotá, como Madrid (Cundinamarca). Sin embargo, aún no se materializa la iniciativa.

Si bien Eldorado es el foco de los problemas por ser el más grande, los planes de inversión también están dirigidos a mejorar la competitividad de la infraestructura y la modernización de otros aeropuertos del país.

Los principales ya están concesionados, en su mayoría han experimentado ampliaciones y renovaciones recientes y se está trabajando para realizar nuevas expansiones, como son los casos de los aeropuertos de Cartagena, Bucaramanga y Medellín.

“Hay terminales que necesitan ampliación y ya las estamos contratando, como la de Cali, donde ya se contrató la nueva terminal internacional, cuya construcción arranca en los próximos meses. En Santa Marta se acordó hacer una nueva terminal, que está en proceso de contratación. Mientras que en Barranquilla se necesita ampliar el aeropuerto y por eso tenemos licitación en curso; el próximo 20 de noviembre se recibirán las ofertas”, afirmó el director de la ANI, Luis Fernando Andrade.

Las terminales de ciudades intermedias también están en proceso de modernización. Este es el caso del aeropuerto de Leticia (Amazonas) que se encuentra en etapa de licitación para la contratación de obras de modernización, por un monto de $143.000 millones. Al igual que el de Yopal (Casanare) en donde se están licitando obras de modernización que requieren $49.700 millones.

En Nariño se adelantará la construcción de la estructura de la nueva pista de Ipiales, por valor de $26.843 millones, mientras que en el aeropuerto de Pasto se encuentra en licitación el plan de obras de modernización por $23.856 millones. Además, en diciembre se adjudicarán obras similares para las terminales de Armenia, Neiva y Popayán, grupo de aeropuertos del Suroccidente.

Para el de Pereira, la Aeronáutica Civil aportó $52.000 millones con miras a la nueva torre de control y obras de certificación de seguridad. Por su parte, en el caso del aeropuerto de San Andrés, la Aerocivil espera contratar próximamente el mantenimiento de la pista y plataforma del aeropuerto por valor de $34.600 millones.

Para la terminal aérea de Ibagué, la Aeronáutica también adelantará obras de modernización que ascienden a los $36.000 millones. Además, el próximo año la Aeronáutica destinará $140 mil millones para inversión de aeropuertos pequeños en Capurganá, Nuquí, Mitú, Bahía Solano, con miras a mejorar la conectividad de esos municipios.

“Todas las ciudades quedarán con terminales nuevos, renovados o ampliados. A pesar de eso sigue creciendo el tráfico, es una señal de que algo se está haciendo bien en Colombia y que hay que seguir el ritmo de inversión”, apuntó Andrade.

FALTA TECNOLOGÍA

Si bien las inversiones evidencian el esfuerzo que está haciendo el país por poner al día la infraestructura aeroportuaria, la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (Acdac), advierte que todavía “estamos atrasados tecnológicamente, la poca que tenemos tiene problemas de compatibilidad y eso hace que el tránsito aéreo no fluya de la manera que debe ser, genere retrasos y menos operaciones por hora”.

Así lo señaló el presidente del gremio, Jaime Hernández, quien pidió a la Aerocivil que se incorporen más radio ayudas, radares, controladores aéreos y comunicaciones, así como ayudas para la aproximación y radares meteorológicos que permitan guiar a los aviones entre las tormentas.

Ante lo cual, Gustavo Lenis indicó que en la Aeronáutica “tenemos un plan de aeronavegabilidad en Colombia, que contempla el radar de Santana (en el Cauca), la modernización de un radar en Bogotá y antenas de multirateración (técnica específica de navegación aérea) que amplían la señal”.

Queda claro que el Gobierno tiene un plan con el que cree que puede superar las complejidades operacionales y climáticas que tiene el país y que acentúan problemas como cancelaciones y demoras de los vuelos. Mientras tanto, el sector público y el privado deberán seguir trabajando en robustecer y mejorar los planes de contingencia, pues los líos seguirán en el corto plazo. En el mediano se verá si los planes de inversión elevan la competitividad del transporte aéreo colombiano.

Fuente: Vanguardia.com

Fotografía: Wikimedia

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