El proyecto de la Línea 1 del Metro de Bogotá, que entrará en operación en 2028, ha sido destacado por la empresa Metro de Bogotá en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad COP 16, como un ejemplo de sostenibilidad ambiental. Esta iniciativa, considerada el proyecto de movilidad más importante en Colombia, no solo ofrecerá un transporte eficiente, sino que también se convertirá en un motor clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la revitalización urbana.
Una de las cifras más impresionantes es que, gracias a la operación de este sistema, se dejarán de emitir alrededor de 171.000 toneladas de CO2 al año, lo cual equivale a tener un “bosque urbano” de más de 3 millones de árboles dentro de la ciudad. Este impacto en la reducción de carbono representa una transformación importante para la capital, ya que un solo árbol maduro puede procesar aproximadamente 50 kg de CO2 al año. En términos comparativos, el beneficio ambiental sería similar a tener 50 parques Simón Bolívar dentro de Bogotá, lo que contribuirá significativamente a mejorar la calidad del aire y a mitigar los efectos del cambio climático.
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El Metro de Bogotá será un sistema 100 % eléctrico, alimentado por fuentes de energía renovable o con bajas emisiones de carbono, lo que reducirá de manera significativa la huella de carbono en comparación con los medios de transporte que utilizan combustibles fósiles. Se estima que cada año se dejarán de consumir al menos 19 millones de galones de gasolina, lo que disminuirá las emisiones de gases como NO2, CO, SO2, PM10 y PM2.5, contaminantes responsables de afectar la calidad del aire y la salud pública.
La apuesta por este transporte descarbonizado no solo reducirá los costos ambientales y económicos asociados al uso de combustibles fósiles, sino que también ayudará a Bogotá a cumplir con sus compromisos climáticos y a ser una ciudad más sostenible.
El diseño de las estaciones y la infraestructura del Metro de Bogotá también incorporará elementos de arquitectura bioclimática, lo que permitirá el aprovechamiento de la ventilación e iluminación natural para reducir el consumo energético. Además, se implementará un sistema de recirculación de agua, que permitirá utilizar el agua lluvia en la red sanitaria de las estaciones. Por ejemplo, en la estación 6 de la Avenida Primero de Mayo con Avenida Boyacá, se instalará una estructura subterránea con capacidad para almacenar 166 metros cúbicos de aguas lluvias, contribuyendo al ahorro de recursos hídricos.
Otro aspecto innovador del proyecto es el uso de tecnología para aprovechar la energía generada durante el frenado de los trenes, lo que contribuirá a la eficiencia energética del sistema. Los trenes contarán con iluminación LED, lo que mejorará aún más la eficiencia energética.
Además de su impacto ambiental, la Línea 1 del Metro de Bogotá ha sido diseñada para fomentar una movilidad más sostenible. Se dará prioridad a los peatones y ciclistas, con rutas seguras y cómodas que permitan combinar diferentes modos de transporte en lo que se ha denominado un “trayecto caminable”. Esta infraestructura multimodal facilitará a los usuarios utilizar tanto el metro como otros medios de transporte no contaminantes, como las bicicletas, creando un sistema de transporte urbano integrado y sostenible.
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El Metro de Bogotá también será un catalizador para la revitalización urbana. Con este proyecto, se renovarán más de 1.348.106 metros cuadrados de espacio público y se crearán 94.856 metros cuadrados adicionales, destinados a andenes, separadores, parques y zonas verdes. Esta transformación no solo mejorará la movilidad, sino también la calidad de vida de los habitantes de Bogotá, al ofrecerles más y mejores espacios públicos.
En cuanto al manejo silvicultural, el proyecto asegura la plantación de al menos 5.000 árboles de especies nativas, en colaboración con el Jardín Botánico de Bogotá. Este componente paisajístico fortalecerá las áreas verdes y ayudará a mitigar el impacto ambiental generado por la construcción.
Fuente: ET