Entregar a privados la construcción de cuarenta carreteras, para poder conseguir una revolución en infraestructura, se ha convertido en la ‘joya de la de corona’ del Ministerio de Transporte.
El proceso apenas comienza y los interesados han presentado las propuestas técnicas para las primeras tres vías.
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) ha hecho la promesa de escoger los consorcios más idóneos en cada una de las licitaciones, para no volver a padecer dolores de cabeza que se vivieron con los Nule.
Sin embargo, el palo en la rueda de las nuevas concesiones parece estar en la financiación, lo que ha hecho que varias constructoras midan sus participaciones.
El vicepresidente de Banca de Inversión de Corficolombiana, Alejandro Sánchez, va más allá y alerta sobre un posible corto circuito entre el Gobierno y los privados, y un gran riesgo, debido el tamaño y la complejidad de los proyectos, “que existan casos en los que se adjudiquen y posteriormente no se pueden financiar”.
Para conocer cómo se percibe el tema desde el Gobierno, Portafolio habló con la ministra de Transporte, Cecilia Álvarez-Correa Glen, quien calificó el programa de concesiones de cuarta generación (4G) “muy ambicioso” y como “un gran reto”.
¿Cómo recibe las críticas que le han venido haciendo al programa de concesiones viales?
Romper tradiciones en cualquier parte del mundo genera prevención, críticas y resistencia.
El Gobierno se ha preparado para atenderlo en varios frentes. Los interesados cuentan con la información relevante en predios y en responsabilidades ambientales y sociales, cosa que no ocurría en el pasado.
Gracias a la ley de infraestructura, la transformación institucional de la ANI y el fortalecimiento de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), el país cuenta con las herramientas financieras e institucionales necesarias para abordar este reto.
Para el mercado, la financiación está aún sin resolver. Y eso que se calcula que los bancos apalancarían 12 billones de pesos…
El mercado de capitales en Colombia tiene que desarrollarse más. Los bancos prestan a un plazo de 8 años en proyectos de infraestructura.
Para las vías 4G necesitamos préstamos a más largo plazo. Entonces necesitamos cambiar ese esquema.
Ese trabajo lo lidera el Ministro de Hacienda con la FDN, que ofrecerá préstamos senior y subordinados con plazos amplios y tasas competitivas, que se complementarán con la oferta de la banca comercial y del mercado de capitales.
Además, ofrecerá productos que mitiguen ciertos riesgos, como es la garantía de liquidez, que aumentará los recursos del proyecto cuando haya sobrecostos o sobreplazos en la construcción.
Esta garantía atenderá las preocupaciones de la banca local, logrando tasas de interés más favorables.
Por otra parte, la FDN está apoyando la estandarización de un bono de infraestructura para refinanciar los créditos bancarios con recursos de los inversionistas institucionales, una vez terminada la fase de construcción, es decir, durante la operación y mantenimiento.
Así mismo, se han impulsado cambios regulatorios para modificar el límite individual de las entidades financieras en los proyectos.
Así los bancos podrán ampliar el monto de crédito y los inversionistas institucionales asignar más recursos por proyecto. También, se amplió el cupo de las vigencias futuras en dólares para permitir la entrada de financiadores internacionales.
¿Espera un mayor número de participantes para cada concesión? En la última audiencia se presentó un grupo…
En los proyectos que implica la participación de capital privado superior a un billón de pesos, es normal que el mercado se encuentre limitado de acuerdo con la capacidad financiera. En otras latitudes se han presentado casos semejantes.
Por ejemplo, en Perú para la construcción del metro, se presentó un solo participante. Obviamente, el Gobierno quiere generar competencia y en eso no pararemos de trabajar para lograrlo.
Fuente: Portafolio
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