Transporte

Retos del sistema de transporte

Los sistemas de transporte masivo en Colombia están desfinanciados. Esa fue una de las conclusiones más importantes de un foro sobre movilidad y sistemas de transporte masivo en Colombia, realizado recientemente en Barranquilla, con la asistencia de funcionarios del Gobierno Nacional y de representantes del sector. Los participantes reiteraron que, excepto Bogotá y Medellín, que […]

Los sistemas de transporte masivo en Colombia están desfinanciados. Esa fue una de las conclusiones más importantes de un foro sobre movilidad y sistemas de transporte masivo en Colombia, realizado recientemente en Barranquilla, con la asistencia de funcionarios del Gobierno Nacional y de representantes del sector.

Los participantes reiteraron que, excepto Bogotá y Medellín, que cuentan con una chequera fiscal robusta, el resto de ciudades –incluida Barranquilla– se ha visto en serias dificultades para garantizar la operación del sistema de transporte, ante la imposibilidad de subsidiar la demanda. En Cartagena ni siquiera ha arrancado el Transcaribe. Y en Barranquilla apenas se ha podido dar el pequeño paso de subsidiar a unos 2.000 estudiantes de estratos bajos.

El problema es estructural y no se resolverá con pañitos de agua tibia. Sin embargo, ha empezado a darse un cambio conceptual en el país, que no es puramente semántico ni cosmético, en el sentido de que el transporte masivo no es autosostenible, como en tantas partes del mundo, y requiere, por tanto, de financiación estatal. Al respecto, el DNP ha pensado en una serie de soluciones, que están para la discusión, como establecer cobros por contaminación y congestión, lo mismo que parquímetros. Tales medidas, empero, tienen todas las trazas de afectar directamente el bolsillo de los ciudadanos.

Pero tal vez lo más polémico del recetario de Planeación Nacional tiene que ver con su propuesta de formalizar lo que llama la ‘microalimentación’, es decir, el transporte que hoy funciona en la ilegalidad. Como quiera que lo que en realidad ha surgido en el país, y en especial en las ciudades de la Costa, es una ‘macroalimentación’, la pregunta que se hicieron varios de los asistentes al foro es si se le estarían abriendo las puertas al transporte ilegal que compite y le ha quitado parte de los usuarios al transporte legal.

Esta puerta a los informales se suma a otra implícita en un proyecto de ley que cursa en el Congreso, que buscaría eliminar el Soat para las motocicletas, dado el enorme desangre que genera para las aseguradoras la diaria ocurrencia de accidentes de tránsito en Colombia, en los cuales casi siempre están involucradas las motos. No obstante, Valledupar, como parcialmente lo logró Barranquilla en la administración del alcalde Alejandro Char, ha tomado medidas para frenar el mototaxismo, acompañadas de soluciones de tipo laboral a quienes por razones atribuibles al desempleo han tenido que dedicarse a sobrevivir en esa actividad.

En el caso de Barranquilla, el camino para mejorar el sistema de transporte debería ser la unidad, retomando el pacto que se firmó hace más de un año, y el compromiso de los gobiernos del área, pues las soluciones en materia de transporte tienen que tener una perspectiva y una dimensión metropolitanas.

El reto es extender el sistema de transporte masivo local al área metropolitana, donde, además, se debe crear una autoridad única de transporte. Otro de los clamores del foro fue el censo de taxis anunciado por la Secretaría de Movilidad. ¿Ha crecido? ¿En cuánto? ¿Por qué? Son preguntas que dicho  censo deberá resolver.

Fuente: El Heraldo

Fotografía: Wikipedia

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