Los empresarios del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) aspiran a que los buses azules movilicen el próximo año a 2 millones de personas al día en Bogotá. Actualmente, la flota transporta a 1’200.000 pasajeros diariamente.
Así lo anunció el vocero de los operadores del SITP, César González, al realizar un balance sobre los aciertos y desaciertos del principal proyecto para darle un revolcón al transporte público de la capital del país.
En entrevista con EL TIEMPO, González sostuvo que hace falta que el Distrito realice más pedagogía y campañas de información sobre el sistema, con el fin de incrementar la demanda de pasajeros ante el déficit de ingresos de las empresas.
¿Qué balance hacen de la puesta en marcha del SITP?
Estamos ante el proyecto de transformación de transporte más grande del mundo y eso genera desafíos muy grandes desde todo punto de vista: legales, de gestión y operación. Hay una transición en marcha y ya hay 6.000 vehículos adscritos al SITP, de los cuales el 80 por ciento son nuevos. La meta es llegar a 10.000. Gracias al reciente paro de transporte, nuestros pasajeros conocieron el sistema y la demanda logró un crecimiento del 11 por ciento.
¿Bogotá estaba preparada este cambio?
Una ciudad nunca va a estar preparada para un cambio de esta magnitud, por lo que se requiere más educación e información y resolver asuntos que están impidiendo que el SITP avance más, como los inconvenientes para unificar los medios de pago (las tres tarjetas de acceso que existen).
Hasta ahora, para los empresarios, ¿qué ha sido lo más difícil para sacar adelante el proyecto?
Las cifras de ingresos son muy inferiores a las que se plantearon en los contratos, es decir, hay una menor demanda de pasajeros. En eso ha influido, además de la falta de información y los líos de las tarjetas, que el SITP no anduvo al paso indicado porque hubo dos empresas operadoras (Coobús y Egobús) que no arrancaron (por falta de recursos y caos administrativo) y entonces ahí hay un faltante.
¿Y qué va a pasar con esas dos empresas?
Están bajo control de la Superintendencia de Puertos y Transporte, removieron a los gerentes y el Distrito ya ha reconocido que hay dificultades de control en esas compañías. El modelo de gobierno no es bueno. Entonces, hay opciones que el Distrito tendrá que examinar. Una de ellas es abrir una nueva licitación para adjudicar las zonas que ellos tenían a su cargo y la otra es lograr un acuerdo entre todos los empresarios para asumir esas responsabilidades, vinculando a los propietarios de los buses.
¿Qué fallas han cometido los operadores del SITP?
Todo ha sido un aprendizaje ‘al rompe’ y los empresarios han aprendido a manejar y controlar una flota, pese a las dificultades financieras. Hay que reconocer que el sector bancario le ha metido el hombro durísimo al proyecto y ha desembolsado, en préstamos, 1,7 billones de pesos. Consideramos que la Nación debe definir políticas más claras para todos los sistemas integrados de transporte del país.
¿Qué viene el próximo año?
Hay un aumento en el uso del sistema y un cambio cultural en la gente. Esperamos, en el caso de los buses azules, que los pasajeros pasen de 1’200.000 a 2 millones al día.
Fuente: El Tiempo
Fotografía: Wikipedia
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