Por el Alto de la Línea cruzan diariamente cerca de 7.000 camiones. El recorrido que hacen, en su gran mayoría en la ruta Bogotá-Buenaventura
En el Alto de la Línea, a 3.300 metros sobre el nivel del mar, venden aguapanela con queso. Aguapanela que parece fría, pero no, está hirviendo. Una combinación que viene siendo la gasolina no solo para los cerca de 7.000 camioneros que pasan al día por esta carretera, sino que es el premio de montaña para los novatos ciclistas que suben la línea y lo logran en su primer intento.
Esta tradición no se va a perder, pero sí va a cambiar. Y esto ocurrirá desde hoy, cuando entre en operación el túnel de la Línea ubicado entre los municipios de Calarcá y Cajamarca. ¿La razón? Los camioneros que tengan la ruta desde Buenaventura hacia Bogotá tendrán que aplazar la aguapanela para su regreso al puerto y, a cambio, disfrutarán de 18 minutos en línea recta dentro del túnel. Al regreso, deben tomar la vía vieja y, cual ritual, hacer la parada técnica del fiambre.
Ayer en un acto cultural el presidente Iván Duque, en compañía de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, y la ministra de Transporte, Ángela María Orozco; inauguró la obra y realizó un recorrido desde el Quindío hasta el Tolima. Este túnel es de 8,65 kilómetros de longitud, tiene tres carriles, 17 galerías y un gálibo (altura) de 4,5 metros. También el presidente Duque entregó el túnel de rescate, que corre paralelo al principal, 3 túneles cortos de 343 m, 627 m y 904 m; 5 puentes (3 en el Quindío y 2 en el Tolima); 2 intercambiadores viales (Américas, en Quindío, y Bermellón, en Tolima) y 13,4 kilómetros de doble calzada.
Entre los hechos que se destacaron de la jornada está el homenaje que el presidente Duque les hizo a los 6.050 trabajadores de la obra y por eso decidió poner todos sus nombres en un monumento justo en la entrada del proyecto. Lo que desea el mandatario es que los hijos y familiares de los hombres y mujeres que excavaron y trabajaron durante 16 años esta obra, sepan que fue gracias a ellos que se logró.
“No quiero decirles nada distinto a infinitas gracias, porque este es el triunfo de todo un país. Este es un homenaje a quienes labraron este camino y se merecen siempre todos los reconocimientos”.
Agregó que este mural quedará para que sus familias, sus hijos, sus nietos y todas las generaciones que vengan, “cuando pasen por esta región saquen un minutico, parqueen el carro y vengan a buscar el nombre de su familiar. Porque esta es la conquista de ustedes ya que lograron vencer la adversidad y demostrarle al mundo que está cordillera, que por muchas décadas se sentía impenetrable para poder unir a nuestro país, fue vencida por el ingenio y por la creatividad”.
Duque insistió durante su discurso y en declaraciones a los medios que esta obra es “de todos los colombianos” y no de ningún mandatario. Puntualmente dijo: “Este no es el triunfo de un Gobierno ni de un Presidente ni de los funcionarios del Estado, es el triunfo de todo un país. Esta es la demostración de lo que somos capaces de lograr como sociedad, cuando tenemos perseverancia, sentido de trabajo en equipo”.
Acá es importante hacer historia al recordar el proyecto de atravesar la cordillera inició en la administración de Andrés Pastrana, luego el expresidente Álvaro Uribe adjudicó tanto el piloto como el central, y Juan Manuel Santos liquidó la obra por incumplimientos. Aunque fue Santos quien contrató la licitación final. Duque, por su parte, se encargó de repotenciar todos los trabajos, de meterle el acelerador.
Alcances y contrastes
El alcalde de Calarcá, Luis Alberto Balsero, indicó que esta es una oportunidad para su municipio para que el país se enamore más del paisaje cultural cafetero.
“Esta obra además de ser un desafío para la ingeniería es importante para el desarrollo económico, turístico y social nuestro. Esperamos que nos ayude con la reactivación económica. Nuestra preocupación actual tiene que ver con la vía antigua ya que queda en doble carril y por eso he venido pidiéndole a los camioneros que tengan un poquito de cuidado en el descenso”. Es de anotar que Calarcá es el municipio que está a los pies del túnel, ya que solo queda a 15 minutos de la obra.
Por su parte, el gobernador de Tolima, Ricardo Orozco, planteó, en conversación con los medios de comunicación, que esta obra no solo le resuelve un tema de conexión al Tolima y a Quindío, sino que le marca una nueva historia al transporte y a la economía del país. “No simplemente es la vía sino es el instrumento que nos da la nación para que los departamentos nos desarrollemos, exploremos alanzas estratégicas en el marco económico, turístico y social. Que esta obra enmarca un nuevo renacer para el país”.
Entretanto, la vicepresidenta Ramírez, indicó que este es un gran paso en las obras de infraestructura y que el país continuará con la transformación no solo con la ejecución de las vías de Cuarta Generación sino también con el paquete de concesiones de Quinta Generación que ya está en camino.
“Este es momento único para proyectar una política de comercio exterior más audaz y ambiciosa, en el que tenemos la misión de lograr la internacionalización enlazada con nuestra política de desarrollo productivo. Es fundamental que contemos con corredores que sean la base sobre la cual se pueda establecer una cadena de valor eficiente que nos posicione como un país competitivo a nivel regional y mundial”.
Agregó la Vicepresidenta que el túnel es la demostración de que el país tiene que seguir mirando hacia el futuro. “Sin ir muy lejos, en abril del próximo año, esta obra tendrá más impacto porque se pondrá al servicio todo el cruce de la cordillera. Esperamos que la obra del Canal del Dique sea el proyecto más importante en materia de sostenibilidad de América. El país tiene que reconocer que no es mirando hacia atrás sino hacia adelante como vamos a progresar. Hay muchas obras que se empezaron hace ya muchos años y lo importante es persistir y sacarlas adelante”.
Contrario a las opiniones expresadas hasta ahora, Alfonso Medrano, presidente de la Asociación Colombiana de Camioneros, indicó que, aunque felicita al gobierno por la obra, lo único que se van ahorrar con su puesta en funcionamiento es una hora de viaje y la parada a tomar café o la aguapanela en el alto. “Nos ponemos en alerta porque el túnel tiene que ser utilizado con justicia hacia los camioneros. Nosotros nos ahorramos tiempo, tinto y unos cuantos galones de combustible, solo eso, realmente no nos va a generar reducción de costos y se habla de bajar el flete”.
Por último, y frente a lo que sigue para el túnel, Juan Esteban Gil, director de Invías, explicó en conversación con EL COLOMBIANO, que el paso siguiente es completar la entrega de todas las obras del cruce de la cordillera. “Tenemos que terminar la conexión, en total son 25 túneles, 31 viaductos y los 30 kilómetros de doble calzada. Todas estas obras están en plena ejecución y cumpliendo con los cronogramas para completar la entrega en abril de 2021”.
En el mismo sentido que lo expresó la Vicepresidenta, Gil agregó que “este túnel, por su complejidad, por su importancia estratégica para el desarrollo y el progreso del país, se convirtió desde el primer momento en una de las obras a concluir no solo de manera rápida, sino bien”. Igualmente destacó que fue hecho con ingeniería colombiana, la cual “fue puesta a prueba y hoy demostramos que pudimos estructurarlo, construirlo, gerenciarlo y ponerlo en operación, derribando los mitos que se habían forjado alrededor de él, sino que estamos preparados para ejecutar obras de gran calibre para el país”.
Por último, indicó que el túnel funcionará en un solo sentido porque así fue diseñado y porque el “problema de la Línea no es de capacidad sino de nivel de servicio “y teniendo dos carriles en cada sentido la vía nos va a funcionar perfectamente”. Indicó que el segundo tubo del túnel lo está estudiando Invías y que, según los cálculos que han hecho, este se requerirá, aproximadamente, para el año 2040.
Fuente: El Colombiano
Imagen: Archivo El Colombiano