Los secretarios de Estado, John Kerry, y de Transporte de los Estados Unidos, Anthony Foxx, dieron hoy la bienvenida al acuerdo de transporte aéreo entre su país y México, que fue firmado el 18 de diciembre de 2015 y entrará en vigor el próximo lunes.
Los funcionarios estadunidenses aseguraron que este convenio expandirá los viajes y el comercio entre las dos naciones y facilitará un crecimiento económico más amplio.
En una declaración conjunta, distribuida por la embajada del vecino país del norte en México, los ministros consideraron que el acuerdo brinda mayores oportunidades a las aerolíneas de pasajeros y carga de viajar a cualquier punto de los dos países y ello beneficia a viajeros, empresas, aeropuertos y las propias líneas aéreas de ambos lados de la frontera.
Ahora las compañías podrán ofrecer nuevos servicios que no estaban disponibles en el convenio anterior y el transporte de pasajeros podrá brindar otras opciones de traslado que mejorarán la competitividad.
Kerry y Foxx consideraron que este nuevo capítulo de la aviación comercial fortalece la dinámica relación económica entre Estados Unidos y México y promueve la meta en común de lograr una prosperidad compartida.
En el Diario Oficial de la Federación, la Secretaría de Relaciones Exteriores publicó el decreto Promulgatorio del Acuerdo, que el 18 de diciembre de 2015 en Washington, firmó México ad referéndum con el gobierno estadunidense.
El convenio establece que las partes comparten el compromiso de fomentar y facilitar un sistema de aviación internacional basado en la competencia en el mercado entre las líneas aéreas.
Asimismo, brindarán a las líneas aéreas la posibilidad de ofrecer al público viajero y de comercio de carga una variedad de opciones de servicio, y deseando alentar a cada una de ellas a desarrollar y aplicar tarifas innovadoras y competitivas.
Además, facilitarán la expansión de oportunidades del transporte aéreo internacional y brindan el más alto grado de seguridad y protección en el transporte aéreo internacional.
Y reafirmando su profunda preocupación por los actos o amenazas contra la seguridad de las aeronaves, que comprometen la seguridad de las personas o la propiedad, perjudican las operaciones del transporte aéreo y debilitan la confianza del público en la seguridad de la aviación civil.
Además, son partes del Convenio sobre Aviación Civil Internacional, hecho en Chicago el 7 de diciembre de 1944.
Para la operación del transporte aéreo internacional, a través de las líneas aéreas, cada parte concede a la otra el derecho de volar a través de su territorio sin aterrizar, hacer escalas en su territorio para fines no comerciales y los derechos que de otra manera sean especificados.
Además, tendrán el derecho de designar el número de líneas aéreas que deseen para la operación del transporte aéreo internacional de conformidad con este acuerdo y podrán cancelar o modificar tales designaciones.
Cualquiera de los países puede revocar, suspender o limitar las autorizaciones de operación o permisos técnicos de una línea aérea cuando la propiedad sustancial y el control efectivo de dicha línea aérea no pertenezcan a la otra, dejen de cumplir las leyes y reglamentos y no mantengan los estándares de seguridad.
Las líneas aéreas tendrán el derecho de establecer oficinas en el otro territorio para la promoción y venta de transporte.
Al arribar a la nación opuesta, las aeronaves utilizadas en transporte aéreo, su equipo, combustible, lubricantes, suministros técnicos y otros objetos usados para la operación o mantenimiento estarán exentos de cualquier restricción a la importación, impuestos sobre la propiedad y gravámenes sobre el capital.
Los derechos que puedan imponer las autoridades u organismos fiscales competentes de cada parte a las líneas aéreas deberán ser justos, razonables, no injustamente discriminatorios y distribuidos equitativamente entre todas las categorías de usuarios.
Los dos países permitirán que las tarifas para el transporte aéreo sean fijadas por las líneas aéreas, de conformidad con las consideraciones comerciales en el mercado.
El acuerdo podrá ser modificado, por ambas naciones y entrará en vigor 30 días después de la fecha de la última de las notas diplomáticas intercambiadas entre las partes, confirmando el cumplimiento de sus procedimientos internos necesarios para la entrada en vigor de la modificación.
Fuente: Jornada
Fotografía: Jornada