El transporte público es uno de los sectores que más ha cambiado por la pandemia Empresas y propietarios del gremio amarillo se aliaron con transportadores de servicios escolar e intermunicipal para proponer una alternativa de reactivación y ayudar a que la demanda del transporte masivo no supere el 35 %. El transporte público es uno de los sectores que más ha cambiado por la pandemia. Es clave para movilizar a quienes retornan paulatinamente a sus trabajos, por lo que el Distrito no solo debe garantizar el servicio, sino evitar que se supere el 35 % de ocupación que exige la emergencia. Y mientras busca la manera de lograrlo, a la Secretaría de Movilidad llegó una propuesta de otros modos de transporte (que están en crisis), como taxis y servicios intermunicipal y especial (empresarial, turístico y escolar), que creen que la coyuntura es propicia para reactivarse y de paso darle una mano al transporte público. Los gremios, algunos con labores en pausa ya que sus servicios no se reactivan del todo, plantearon una “alianza estratégica multimodal” para cubrir parte de la demanda de los componentes del SITP, tanto los buses azules como los articulados de Transmilenio, en especial en horas pico. La iniciativa la presentaron empresarios y propietarios de taxis, gremio amarillo que concentra 50 mil vehículos y que trabajan a media marcha, pues cada día hay más de 10 mil guardados por pico y placa, y los que salen solo pueden aceptar servicios a través de call center y plataformas. Es justo mediante estas aplicaciones tecnológicas, que hace menos de un año eran motivo de malestar entre algunos taxistas, que el gremio propone su reactivación total y el reinicio del transporte especial e intermunicipal. La propuesta la firmaron 12 representantes de los taxistas y la respaldó el Consejo Superior del Transporte, que representa 6 mil vehículos de transporte especial e intermunicipal. Creen que pueden no solo atender cierta demanda de transporte masivo y prestar su servicio a las empresas que retoman labores, sino coordinar con el Distrito un plan para cubrir desplazamientos desde municipios aledaños, a través de corredores que complementen las troncales de TM, como la NQS, la autopista Norte, la calle 13 y la calle 80. El papel de las plataformas tecnológicas, según la propuesta, sería clave, pues permitiría llevar un control eficiente tanto de conductores como de pasajeros. La idea es que sirva para hacer seguimiento de los servicios y consolidar información en caso de que se presente algún contagio. Así lo explica Ernesto Sandoval, directivo de la Federación Nacional del Taxismo, representante del gremio ante Fenalco y líder de la iniciativa, quien asegura que los intermunicipales y los de servicio especial tienen permiso temporal del Ministerio de Transporte para prestar servicios y no se está aprovechando. “Los taxis tienen plataformas de solicitud de servicio, que se pueden actualizar y poner en los buses para hacer servicios colectivos”. Una ventaja, agrega Sandoval, es que tanto en los taxis como en los vehículos especiales se pueden ajustar los lineamientos de bioseguridad, que pueden ser una alternativa para quienes prefieren no tomar transporte público por estos días. La idea, entonces, es que los pasajeros que se suban a los buses dejen su nombre y otros datos, para sumarlos a los que recopilan las autoridades sanitarias. “Ahora que se reactivan varios sectores, y a mucha gente le da temor tomar TM o SITP, se pueden transportar las personas que alcancen en cada bus. Desde las apps se pueden trasladar los datos a Coronapp (la aplicación gubernamental sobre COVID-19)”, agregó el empresario, quien cree que la idea incluso se puede utilizar después de la pandemia. “Hay muchas cosas interesantes que se pueden hacer mediante la integración de varios modos de transporte”. Stefanía Hernández, gerente de Taxis Libres (la más grande del gremio), coincide en que el ejercicio puede consolidarse como una innovación. “La alianza de multimodalidad le apunta al tema de ciudades inteligentes, en las que el taxi sea un servicio compartido y de última milla, como las patinetas y bicicletas compartidas. La idea es que viajen dos pasajeros para optimizar la flota. Además, están las apps del servicio especial. Podemos unificar esfuerzos para crear una alternativa, pues hay que evitar las aglomeraciones. El tema está en estudio, pero me preocupa que se acabará el aislamiento como estaba estipulado y aún no hay respuesta”, señaló Hernández.
TRANSPORTE: Transporte especial y taxistas se ofrecen para aliviar demanda del SITP
María Botero, gerente de Radio Taxi Autolagos, aseguró que para la prestación de un servicio paralelo al transporte masivo tienen listas las medidas de higiene necesarias. “Muchas empresas de transporte pueden quebrar, a pesar de poder prestar un servicio a favor de la movilidad. Ya empezamos a adecuar nuestros vehículos con pantallas acrílicas entre el conductor y los pasajeros. También hay desinfección diaria en los taxis”, afirmó.
Pros y contras
La propuesta, a ojos de analistas en movilidad, tiene aspectos favorables, como aliviar el transporte público, e inconvenientes, que se resolverían mediante convenios. Plinio Bernal, exdirector de Gestión Urbana y Movilidad de la Cámara de Comercio, considera que la apertura gradual de la economía llevará a que en cualquier momento el transporte masivo supere el 35 % de ocupación, razón por la cual es imperioso pensar en opciones como las que proponen los gremios de transporte alternativo. No obstante, cree que también se debe seguir promoviendo la bicicleta. Para Bernal, la propuesta sumaría en cuanto a movilización de gente y restaría en cuanto a calidad del aire y tráfico.
“Puede haber más congestión vehicular, por las ciclorrutas temporales en vías principales como las carreras séptima y novena o las avenidas 68 y Caracas. Las empresas pueden ofrecer transporte como lo hacían las rutas escolares, llevando pasajeros en buenas condiciones y con medidas de bioseguridad. Los taxis también pueden ayudar, pero la desinfección sería más difícil. En un bus van 20 personas en la mañana, se fumiga y se vuelve a usar en la tarde, pero en un taxi es complejo”, destacó Bernal.
Una alianza gradual propone Néstor Sáenz, investigador de transporte en la U. Nacional. Para el experto, no necesariamente todos los buses y taxis pueden salir a prestar el servicio. La Secretaría de Movilidad debería ir controlando la necesidad según la demanda. “Lo importante es que haya un seguimiento y monitoreo, si no habrá una guerra en las calles por recoger los pocos pasajeros que hay. Además el tener tantos buses se puede salir de control y es importante que cada modo se regule y que la ciudadanía ayude en ese proceso”.
Por último, Nicolás Rincón, director de la maestría de logística y transporte de la U. Javeriana, apuntó que es un tema en el que se pueden aprovechar las bondades tecnológicas, pero que a la vez es coyuntural y requiere celeridad. “Las plataformas permitirían que se dé el cambio, pero hay que dar soluciones pronto para que se puedan implementar las medidas. La pregunta es: ¿qué tan rápido el Distrito puede cambiar el marco regulatorio por medio de decretos?”.
El clúster de transporte intermodal afirma que el balón está en cancha del Distrito, pues el Gobierno ya hizo lo que le correspondía. “Mintransporte se adelantó y dio permisos de cambio de modalidad temporal a los intermunicipales y a los especiales, para que hagan colectivo. Creo que no tiene más que hacer y la decisión está en la administración”, concluyó Sandoval, líder taxista y de la iniciativa.
Por ahora, pese a varias reuniones entre el gremio y Movilidad, y de las alertas por lo cerca que se está de exceder el 35 % de capacidad en los buses, no hay respuesta frente a la propuesta. Aunque muchos cada vez optan más por la bicicleta y modos alternativos, hay muchos a quienes la distancia los obliga a tomar transporte público y necesitan soluciones urgentes.
Fuente: El Espectador
Imagen: Archivo El Espectador
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