Avanza el proyecto de la ciudadela aeroportuaria de Cartagena de Indias
La Ciudadela Aeroportuaria Cartagena de Indias, como se ha denominado el proyecto de iniciativa privada que le presentaron a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) con el objeto de construir un nuevo aeropuerto en la ciudad, avanza en su análisis para darle viabilidad y convertirlo en realidad.
Esta propuesta de Conecta Caribe S.A.S., quien figura como el consorcio originador del proyecto, fue presentada por primera vez ante la ANI en mayo del año pasado y desde entonces la entidad estudia la posibilidad de hacerlo realidad.
Rodrigo Araújo Perdomo, uno de los socios gestores del consorcio, comentó que “en diciembre 22 del 2016 nuevamente se le presentó a la entidad la prefactibilidad del proyecto en la que le hicimos algunos ajustes técnicos a la propuesta que le presentamos en mayo”.
De acuerdo con el empresario, uno de los cambios técnicos que se hizo está relacionado con las dimensiones de la pista, que ahora está planteada de 3.400 metros –de los cuales 3.100 metros son para el aterrizaje y despegue de las aeronaves y 300 metros corresponden a las zonas de seguridad que requieren las mismas para su operación–; mientras que antes estaba prevista de 3.500 metros de longitud.
Por su parte, el edificio terminal de pasajeros tendría 45.000 metros cuadrados en dos niveles operativos, la Torre de Control tendría una altura entre 35 a 40 metros.
Según las características del proyecto, la construcción del nuevo aeropuerto de Cartagena de Indias tendría tres fases.
Al respecto, Araújo precisó que se contempla que la primera fase inicie su operación en el 2025 con 34 posiciones de aeronaves, la segunda que sea a partir del 2040 y tenga 48 posiciones, y la tercera que vaya del 2055 al 2070 con 57.
Así mismo, el proyecto plantea servicios de pits de combustibles en las posiciones de contacto.
El empresario explicó que el plan de inversiones en cada una de las fases sería: $ 1,5 billones en la primera, $ 240.000 millones y 85.000 millones para la segunda y la tercera, respectivamente.
De la manera como está planteada esta iniciativa privada, el nuevo aeropuerto de La Heroíca tendría a su disposición un terreno de 700 hectáreas, que tendrían un costo aproximado de $ 130.000 millones.
“Después de tener la factibilidad del proyecto, por parte de la ANI, los predios se asegurarían a través de una fiducia para garantizar su disponibilidad al momento de la construcción”, agregó Araújo.
Luis Fernando Andrade, presidente de la ANI, le dijo a Portafolio en diciembre pasado que estaban analizando “qué es más conveniente para la región si es la ampliación de la terminal actual o la construcción de una nueva en otro terreno. O una nueva alternativa que venimos estudiando es hacer una expansión menor de inmediato en el actual para no afectar la experiencia de los turistas en los próximos 7 años y arrancar el nuevo aeropuerto en ese tiempo, que está planteado en Bayunca a 20 km del centro de la ciudad”, al referirse al proyecto de ampliación del Rafael Nuñez que también se encuentra en revisión en la entidad.
Así las cosas, se esperaría que el Rafael Nuñez opere hasta el 2025 con una capacidad de aproximadamente 7,5 millones de pasajeros, y en ese año entre en operación la primera fase del nuevo terminal, ubicado a 22 kilómetros del centro de la ciudad, dentro del perímetro urbano y con una capacidad de 12,6 millones de pasajeros en 105.070 operaciones al año.
La idea es que en la fase tres se puedan atender alrededor de 23,5 millones de pasajeros y 194.084 operaciones por año.
La propuesta de iniciativa privada propone un periodo de concesión de 50 años, en el que se encargarían de la operación y el mantenimiento de la terminal aérea.
Un macroproyecto
Este aeropuerto está incluido en el marco de un macro proyecto que consiste en el desarrollo de un parque aeronáutico, logístico y comercial construido en 1.800 hectáreas aproximadamente.
“Cuando tengamos la factibilidad del proyecto del nuevo aeropuerto, empezaríamos los diseños para la construcción de parques industriales, zonas francas y comerciales, entre otros que hacen parte del componente inmobiliario de la ciudadela”, puntualizó Araújo.
Fuente: Portafolio
Imagen: Archivo Portafolio