El problema de la sedimentación en el canal de acceso a la zona portuaria de Barranquilla parece ser un mal de nunca acabar.
Según los gremios locales desde el 6 de marzo hasta la fecha, 12 embarcaciones debieron ser desviadas a puertos vecinos por condiciones de bajo calado, mientras que otras 20, aun con niveles de calado dentro del rango autorizado, han registrado demoras en su ingreso al no encontrar condiciones confiables y seguras, habiéndose programado como maniobras especiales, generando sobrecostos en la operación de ingreso o zarpe.
Esta situación ha generado a importadores y exportadores pérdidas que superan los 17 mil millones de pesos. Sumado a la afectación por la carga que deja de llegar a la ciudad. Solo en octubre, cerca de 30.000 toneladas no ingresaron por restricciones en el calado operativo. Los aligeramientos y desvíos superan las 145.000 toneladas este año.
Lo paradójico es que todo ocurre en un año cuando el gobierno Nacional contrató una draga de manera permanente para que mantuviera sobre sobre los 10 metros de profundidad el calado y mantener una operación normal de entrada y salida de embarcaciones.
El Comité Intergremial del Atlántico, sus gremios y organizaciones afiliadas, y otras entidades, denuncian que gran parte de culpa de esta situación es justamente por el contrato de dragado, por 23 mil millones de pesos, al que señalan de no generar la estabilidad y confiabilidad requerida.
Actualmente el calado autorizado es de 8,30 metros en gran parte del canal navegable, el que según los gremios barranquilleros dista de niveles aceptables y de las condiciones mínimas necesarias para el ingreso y salida de embarcaciones.
En un comunicado entregado a la opinión pública, los gremios recuerdan que el dragado de Shangai Dredging se inició el 6 de marzo de 2020, y desde entonces el canal navegable no ha tenido condiciones que permitan, de manera sostenible, un calado de 10,20 metros, como está especificado en los términos de referencia del contrato.
“Durante el 53 por ciento del tiempo transcurrido el calado ha estado por debajo de 9,80 metros, y solo alcanzó este nivel en el 47 por ciento de dicho período” subraya la misiva, al señalar que esta situación se presenta en desde el kilómetro 11 hasta el kilómetro 22, donde se moviliza cerca del 90 por ciento de la carga que entra y sale de la ciudad.
“Sin embargo, Cormagdalena y el Ministerio de Transporte solo resaltaron el incremento de 9,30 metros a 9,70 metros desde el kilómetro 0 hasta el kilómetro 11, desconociendo la disminución y afectación presentadas del kilómetro 11 hasta el 22”, explican en el comunicado los gremios.
La preocupación para el sector portuario y gremios locales aumenta una vez concluya la intervención en el kilómetro 11, quedaría próximo a completarse el volumen de 1.865.000 metros cúbicos de sedimento a remover. “Ello genera incertidumbre porque antes de finalizar el año el canal de acceso quedaría sin dragado hasta que se adjudique el contrato del año 2021”.
Enfatizan que en estos momentos hay pendientes de ingreso a la zona portuaria, buques con calados por encima de 8,30 metros, los cuales deberán seguir esperando autorización para la maniobra o aligerar o desviar carga a otros puertos, dado que las condiciones no son propicias para ingresar a las terminales locales de destino y por temas operativos no pueden descargar en las ubicadas en los primeros 11 kilómetros.
“Igualmente, hay buques pendientes de zarpe, con mercancía de exportación, los cuales no cumplen con la restricción actual, representando una pérdida de competitividad para el país, pues los falsos fletes les generan sobrecostos significativos”, puntualizan en su carta de los gremios, que buscan llamar la atención del presidente Iván Duque para que se mejore el resultado del actual contrato de dragado y se acelere el proyecto de la APP del Río Magdalena.
Fuente: El Tiempo
Imagen: Archivo El Tiempo
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