La pelea de los taxistas para que las autoridades controlaran el uso de herramientas tecnológicas en la prestación del servicio de transporte concentró gran parte de la atención de los medios de comunicación en el 2015 y parece que también lo hará en el 2016. Además de conductores y usuarios, los taximetristas serían el otro grupo interesado en el tema.
El uso de plataformas que se operan desde el teléfono celular o desde la internet ha hecho cada vez más prescindible la utilización de los taxímetros. Por supuesto quienes cumplen tareas relacionadas con la estructura tradicional de los taxis están consternados ante la posibilidad de ser excluidos del negocio.
En la capital ya se registró el primer embate. Quienes desde hace años se han dedicado a labores de ese tipo en Bogotá temen que la nueva administración tome decisiones a la ligera, que terminen sacándolos del mercado. Están convencidos de que la Secretaría de Movilidad se dispone a unificar el uso de las plataformas tecnológicas a través de una sola empresa.
Por eso, pidieron el auxilio de la Procuraduría. En una comunicación dirigida a ese organismo de control, los taximetristas aseguraron que esa entidad expedirá un Decreto en el que establece que el servicio a través de las redes será operado de manera uniforme y que la intención es que esa labor se concentre en una sola firma.
Según el secretario auxiliar de la Asociación Nacional de Taximetristas, John Mauricio Ramírez, el suministro de asistencia a través de las plataformas tecnológicas de las que hoy disponen los usuarios estaría a cargo de una multinacional. Además, asegura que el cometido del Distrito es que sólo dos empresas grandes de taxis se ocupen de monitorear el funcionamiento del sistema.
De convertirse en realidad lo que hasta ahora es una presunción, el germio de los taximetristas se vería especialmente perjudicado, pues todas las labores de cálculo del el valor del servicio por kilometraje quedarían en manos de la plataforma tecnológica, en reemplazo del taxímetro.
Quienes desempeñan oficios relacionados con esta labor están alarmados. Para ellos, de concretarse el diseño de semejante plataforma, no sólo se estarían contrariando disposiciones legales en contra de los monopolios, sino que se dejarían al garete cientos de familias que encuentran el sustento diario en estas actividades.
Tras conocer la preocupación de los representantes del gremio, la procuradora delegada para la competencia, Fanny González, le trasladó las inquietudes a la administración. Por eso envió una carta a la Secretaría de Movilidad para que responda a los peticionarios. En su comunicación, el Ministerio Público expresó que es ese el organismo competente para resolver estos cuestionamientos.
Sean ciertos o no los rumores sobre esta directriz, el servicio público de transportes será sin duda uno de los principales embates que enfrentará la administración Peñalosa. Así, al margen de la credibilidad que pueda tener esa supuesta intención de unificar el uso de plataformas tecnológicas, la verdad es que los usuarios, tanto como los prestadores del servicio, si ven el tema como una prioridad.
Fuente: Semana
Fotografía: Pixabay
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