Las empresas con más de 10 vehículos automotores deberán implementarlo. Los obliga a asumir responsabilidades y a capacitar sus conductores.
El próximo 30 de junio es el último día de plazo para las empresas (públicas y privadas) que tengan a su disposición más de 10 vehículos, para estructurar e implementar un Plan Estratégico de Seguridad Vial.
Dicho Plan surge de la resolución 1565 de 2014 y consiste en una estrategia para reducir la accidentalidad, para lo cual las empresas deben planificar y ejecutar acciones dirigidas a cumplir con este propósito que involucra a los conductores, quienes deberán recibir una capacitación especial.
Este es el segundo plazo que se otorga a las empresas. El primero se venció en febrero del año pasado, pero el Gobierno decidió atender las peticiones de agremiaciones y empresas privadas que no tuvieron listo el plan en su momento. A futuro, las empresas que se creen tendrán un plazo de seis meses para presentar el PESV, que además debe ser revisado y actualizado cada dos años.
El PESV se justificó en su momento por varias razones. La primera es que la Organización Mundial de la Salud, a través del Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial en el año 2013, indicó que cada año fallecen más de 1,24 millones de personas en accidentes de tránsito y diariamente se alcanzan, en promedio, los 3.000 muertos.
Además, entre 20 y 50 millones de personas sufren traumatismos por esta misma causa. Esto representa un grave problema de salud pública y un reto para los gobiernos y las autoridades.
Para la fecha en la que se concibió el Plan Estratégico de Seguridad Vial, y aún hoy, la situación de seguridad vial en Colombia es complicada.
Según el Instituto de Medicina Legal, entre el período 2002-2012 murieron 62.000 colombianos en accidentes de tránsito y más de 443.000 resultaron heridos. Por estas razones, entre los objetivos de esta nueva estrategia que debe empezar a regir en poco más de diez días se busca vincular a todos los actores de la vía a contribuir con la seguridad vial; que peatones, pasajeros y conductores entiendan la necesidad de lograr una movilidad racional y sostenible.
Además, que las autoridades, entidades, organizaciones y ciudadanos comprendan que la seguridad vial no se basa solo en el conocimiento de normas y reglamentaciones, sino también en hábitos, comportamientos y conductas.
¿En qué consiste?
Entre las acciones básicas que deben tener los PESV están jornadas de sensibilización del personal en seguridad vial, compromiso de cumplir todas las normas de tránsito, oferta permanente por parte de la empresa de cursos de seguridad vial y perfeccionamiento de la conducción.
También se cuentan apoyar la consecución de los objetivos del Estado en materia de seguridad vial, realizar el pago puntual de las multas por infracciones a las normas de tránsito, y conocer y difundir las normas de seguridad vial.
El Plan Estratégico de Seguridad Vial tiene entre sus objetivos dar recomendaciones y ser una especie de guía para todos los conductores de vehículos particulares, de servicio público (taxis – buses – flotas), de vehículos de carga y transporte escolar, así como para motociclistas, ciclistas y peatones.
Para empezar a construir el PESV las empresas deben determinar los niveles de riesgo, clasificarlos y priorizados, para después plantear las acciones sobre las que se va a trabajar. El objetivo del planteamiento de acciones es eliminar o mitigar los riesgos.
¿Cómo se preparan las empresas?
Una vez el Gobierno Nacional dio a conocer la nueva exigencia para empresas, surgieron compañías especializadas que se han encargado
de capacitarlas en la implementación y diseño del PESV.
Además, estas empresas cuentan con expertos en seguridad vial y en diferentes áreas, entre ellas, capacitación en conducción tanto de vehículos como de motocicletas, prevención del impacto en sus operaciones y a minimizar los costos derivados de la alta accidentalidad.
Fuente: Motor
Fotografía: Motor