Según el Dane, el aumento en el Índice de Precios al Consumidor en los últimos doce meses ascendió al 8,97 por ciento.
Uno de los indicadores económicos más preocupantes es la inflación. Según el Dane, el aumento en el Índice de Precios al Consumidor en los últimos doce meses ascendió al 8,97 por ciento. El informe de la junta directiva del Banco de la República al Congreso, del mes de julio, reconoce el desborde de la inflación frente a las metas fijadas por el Emisor, pero envía una contundente y bien sustentada argumentación dirigida a resaltar el carácter transitorio de los factores que han desviado la tendencia de los precios frente a lo previsto, y procede a documentar que el proceso de ajuste está en curso.
Allí se estima que si bien la inflación podrá situarse entre el 6 y 7 por ciento en el año en curso, esta se reducirá hacia el 4 por ciento para el 2017, esperándose que se converja al 3 por ciento para el 2018. El Gerente del Emisor ha reiterado que “el objetivo de la junta directiva del banco es la de llevar la inflación al 3 por ciento al menor costo posible, en términos de actividad económica”. Con estos mensajes, se busca, muy seguramente, minimizar el impacto adverso del aumento del costo de vida sobre las expectativas de inflación.
Algunos indicadores de la actividad económica, publicados en los primeros 15 días de agosto, dan señales mixtas sobre el comportamiento de la actividad económica y permiten inferir que el proceso de desaceleración gradual de la tasa de crecimiento de la economía sigue en curso. La producción de petróleo cayó en julio, llegó a 843 mil barriles frente a 945 mil en el mismo mes del año anterior.
De otro lado, el Dane reportó que las ventas minoristas del comercio en los primeros seis meses del año aumentaron 1,4 por ciento, frente al 3,4 por ciento en el año anterior. En cuanto a la vivienda, las estadísticas de licencias de construcción en el primer semestre fueron inferiores al primer semestre del 2015. Por su parte, la actividad que, por el contrario, mostró una aceleración en su crecimiento fue la industria manufacturera. En fin, la desaceleración en la actividad económica se refleja también en la caída de las importaciones y en la baja de la inversión extranjera en Colombia.
Saliéndose del campo de la inflación y sus expectativas, y de los indicadores de la actividad económica, y pasando, más bien, al área de las encuestas de opinión, cabe destacar que a comienzos de agosto se conoció una encuesta de Ipsos sobre el plebiscito, en la cual se señala que solo el 18 por ciento de los colombianos encuestados aprobaba la forma como el gobierno venía manejando la economía. Este resultado es, de cierta manera, sorprendente, si se considera que el comportamiento de la economía, en términos del crecimiento del Producto Interno Bruto, si bien muestra desaceleración, es bueno en cuanto a comparativos internacionales, y que el manejo económico del país ha sido calificado como sobresaliente por parte de los organismos financieros internacionales.
En días recientes, se han conocido los resultados de la encuesta de percepción del consumidor, divulgada por Fedesarrollo, que muestra que el índice de confianza disminuyó. Los indicadores económicos, conocidos en las últimas semanas, revelan la preocupación por parte de la junta directiva del Banco de la República con la inflación, señales de desaceleración de la actividad económica y encuestas de opinión pesimistas sobre la actividad productiva y el manejo económico.
Fuente: Portafolio
Fotografía: Portafolio