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Caída de rocas en Santander bloquea la vía Bucaramanga-Bogotá: el caos vial y las rutas alternas

Santander
Crédito Imagen: Cuenta X Invías

Las fuertes lluvias que azotan a Santander en las últimas horas han desencadenado una emergencia vial que afecta a miles de conductores. La caída de rocas en el tramo que conecta Puente Nacional y San Gil ha obligado al Instituto Nacional de Vías (Invías) a cerrar de manera temporal la carretera nacional que comunica Bucaramanga con Bogotá, una de las arterias principales del país.

Desde la noche del lunes y en la madrugada del martes, las autoridades de Tránsito y la oficina de Gestión del Riesgo han trabajado para controlar la situación en Santander, regulando el tráfico que se ha aglomerado en este crítico punto de la red vial. “Se reporta cierre total en el sector Leche de Cabra de la vía Puente Nacional – San Gil, en el kilómetro 17. Aplica en ambos sentidos. No hay ruta alterna”, informó Invías a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), alertando a la comunidad de la gravedad del bloqueo.

Un caos vial

Durante varias horas, cientos de vehículos, entre ellos buses de transporte público y camiones de carga, quedaron atrapados en la carretera que conecta a Bucaramanga con el resto del país. La situación empeoró cuando se reportaron más deslizamientos de tierra en otros puntos del tramo vial, particularmente en el sector del Raizón, cerca a la entrada del municipio de Socorro, lo que complicó aún más los intentos por restablecer el tráfico.

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“Se espera la presencia de maquinaria amarilla del Invías”, indicó la oficina de Gestión del Riesgo de Santander, mientras que los conductores no veían una pronta solución al problema. Adrián Flórez, uno de los conductores afectados por la situación, relató la desesperación de los viajeros: “Hay una fila de cuatro kilómetros de carros, vehículos pesados y buses. Muchos decidimos tomar la vía del Páramo para caer a Valle San José, pero eso agregó una hora extra al trayecto”.

Flórez detalló que la situación fue crítica durante toda la madrugada. “Fuimos hasta el lugar del derrumbe y vimos que la persona encargada de la maquinaria amarilla estaba levantando piedras, pero cuando volvió a caer tierra decidió no trabajar hasta que amaneciera”, explicó, mostrando la frustración generalizada entre los conductores atrapados.

Opciones limitadas y rutas alternas

El cierre de esta carretera tiene un impacto significativo no solo en el tráfico local, sino en el flujo de transporte de carga y pasajeros entre el centro del país y la región santandereana. A medida que la situación se prolongaba, los conductores comenzaron a buscar rutas alternas. Sin embargo, estas opciones son limitadas. Muchos se vieron obligados a devolverse y tomar la vía Charalá, que conecta con el Valle de San José. Desde allí, los conductores pueden llegar a la Hoja de Tabaco en San Gil, desde donde es posible acceder a la carretera que conduce nuevamente a Bucaramanga.

Esta ruta alterna ha sido la única opción viable para quienes intentan llegar a su destino, pero el recorrido es más largo y complicado, incrementando el tiempo de viaje considerablemente. Además, el volumen de vehículos que ha optado por esta alternativa también ha generado congestionamiento en estos caminos secundarios, complicando aún más la situación para los conductores.

La vía Bucaramanga-Bogotá, una de las más importantes para el transporte en Colombia, ya ha sido afectada en varias ocasiones por deslizamientos de tierra y eventos climáticos extremos, lo que subraya la necesidad de implementar soluciones permanentes que garanticen la seguridad y fluidez del tráfico en este corredor vial. El hecho de que no exista una ruta alterna principal agrava aún más la emergencia, haciendo que cada deslizamiento tenga repercusiones económicas y sociales considerables.

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Aunque se espera que la maquinaria de Invías logre despejar la vía en las próximas horas, la situación pone de manifiesto los retos estructurales que enfrenta la infraestructura vial en Colombia, especialmente en zonas montañosas propensas a deslizamientos. El Gobierno y las autoridades locales deberán considerar opciones a largo plazo para prevenir que este tipo de incidentes se repitan, ya que las lluvias seguirán siendo una constante en el país debido al cambio climático.

Por el momento, las autoridades han instado a los conductores a mantenerse informados sobre el estado de las vías a través de los canales oficiales, mientras se trabaja para restablecer el tránsito y evitar más inconvenientes en la carretera que conecta Santander con Bogotá.

Fuente: Caracol Radio