El envejecido parque automotor de vehículos de carga en Colombia sigue siendo una preocupación central para el sector transporte. La falta de renovación no solo genera impactos económicos, sino también serias consecuencias ambientales. Según datos de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga (Colfecar), el país cuenta con un total de 360.000 vehículos de carga y 318.468 propietarios, la mayoría de los cuales son dueños de uno a tres automotores. Este panorama refleja una estructura del negocio logística que parece estar rezagada frente a la modernización que exige la actualidad.
Un dato preocupante es que la edad promedio del parque automotor de carga en Colombia es de 21 años, lo que coloca al país como el segundo con los vehículos más antiguos en América Latina, solo detrás de México, donde la edad promedio es de 18 años. Esta realidad no solo afecta la eficiencia logística del país, sino que también tiene graves consecuencias en términos de emisiones contaminantes. De acuerdo con Colfecar, el sector de transporte de carga aportó el 98% de las emisiones contaminantes en 2023, siendo los vehículos con más de 15 años los mayores responsables.
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El director del Observatorio de Logística y Movilidad de la Universidad Nacional, Stalin Rojas, ha señalado que en 2023 se registraron 13.000 vehículos nuevos, pero la gran mayoría sigue siendo impulsada por diésel, una fuente de energía que contribuye al deterioro ambiental. Esto deja en claro que la transición hacia tecnologías limpias y eficientes es aún muy lenta en el país.
Impacto económico y ambiental
Uno de los problemas principales del envejecido parque automotor de carga es su ineficiencia, lo que se traduce en un mayor consumo de combustible y un incremento en los costos logísticos. Un análisis de Shell reveló que un vehículo antiguo puede contaminar hasta 60 veces más que un vehículo nuevo, lo que deja en evidencia la urgencia de una transición más acelerada hacia tecnologías más limpias.
Juan David Gaviria, presidente de la Junta Directiva de Colfecar, señaló que el transporte de carga es vital para la economía del país, ya que aporta el 5% del PIB y genera 1,7 millones de empleos directos e indirectos. Sin embargo, Gaviria reconoció que el principal desafío es la antigüedad del parque automotor. Además, destacó que el 80% de los vehículos están en manos de personas naturales, lo que dificulta la renovación, ya que muchos propietarios no tienen los recursos para invertir en nuevos automotores.
¿Saturación del mercado?
Otro aspecto que complica la situación es el exceso de vehículos en circulación en comparación con la cantidad de mercancías a transportar. Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), explicó que esta saturación ha generado una caída en los fletes, lo que impacta negativamente la rentabilidad de los transportadores. Díaz sugirió que la solución podría estar en liberar las tarifas de los fletes, lo que permitiría que el mercado regule los precios y fomente una mayor eficiencia entre los transportadores, obligando así a la renovación de los vehículos más antiguos.
Sin embargo, el problema no se limita solo a la antigüedad de los vehículos o a la saturación del mercado. Díaz también apuntó que muchas empresas han optado por crear sus propias flotas logísticas, para evitar los problemas generados por paros y otros factores que afectan al sector. Esta tendencia podría agravar aún más la situación para los pequeños transportadores que dependen de sus propios vehículos.
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Soluciones propuestas
Ante este panorama, expertos han propuesto varias soluciones para modernizar el parque automotor de carga. Una de ellas es fomentar la infraestructura férrea, lo que permitiría que los trenes se encarguen de los trayectos largos, mientras que los camiones se concentrarían en la distribución local. Otra propuesta es replicar el modelo adoptado en Bogotá con el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), donde las empresas logísticas podrían encargarse de la chatarrización de los vehículos más antiguos.
El presidente de Analdex sugirió que este modelo podría generar valor agregado, ya que muchas empresas de transporte actúan simplemente como intermediarios, sin aportar una verdadera mejora al servicio logístico.
El futuro del transporte de carga
La modernización del parque automotor en Colombia es un reto urgente que debe abordarse con políticas públicas y acciones concretas. El impacto ambiental y económico de seguir operando con vehículos antiguos es insostenible a largo plazo. El país debe apostar por una transición acelerada hacia tecnologías limpias y eficientes, que no solo mejoren la competitividad del sector logístico, sino que también contribuyan a la reducción de emisiones contaminantes y al cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de cambio climático.
El transporte de carga es el corazón del comercio en Colombia, pero para que siga latiendo de manera eficiente, es necesario un cambio radical en la forma en que se opera. La pregunta no es si se debe renovar el parque automotor, sino cómo y cuándo se implementarán las soluciones que el sector necesita con urgencia.
Fuente: LR