En los últimos años, en Colombia se habla insistentemente de lo mucho que debemos mejorar en competitividad si queremos aprovechar los distintos TLC. Uno de los principales obstáculos del país pasa por la logística nacional que soporta el comercio exterior.
Recientemente, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) inició la campaña ‘Colombia es logística’, a través de la cual busca encontrar las principales falencias del sector desde las vivencias de los empresarios. En general, el país tiene grandes cuellos de botella que son evidentes: baja infraestructura y altos costos logísticos.
Para los países en vía de desarrollo, la infraestructura es un diferenciador de la capacidad económica del territorio para adaptarse al cambio y, especialmente, al comercio internacional.
En Colombia, la infraestructura deficiente en carreteras, ferroviarias, fluviales y la alta concentración de transporte de bienes en vías, hacen costoso el transporte de mercancías al interior del país. De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, el transporte de carga representa casi una cuarta parte del PIB (23%). En países como Chile representa el 18%.
Generalmente, estos costos logísticos y de transporte inciden en el precio final del intercambio comercial. El Banco Mundial calcula que para América Latina los costos de transporte generan incrementos de entre el 18% y el 32% del valor de los productos, en comparación con alrededor del 6% al 9% del PIB del valor de los productos en los países de la OCDE.
Para Víctor Cantillo, profesor de Ingeniería Civil de Uninorte, muchas veces significan pérdidas de oportunidades económicas, como el claro ejemplo de las reservas de carbón en el interior del país.
“Mientras su extracción representa 7 u 8 dólares, el costo de transporte puede alcanzar unos 70 dólares, 10 veces el costo de extracción, lo que hace insostenible su producción y su competitividad en el mercado internacional”, comentó.
En el contexto actual es necesario encontrar mecanismos eficientes para reducir los costos. ¿Qué se está haciendo en el país? En 2012, Colombia inició el programa de Concesiones de Cuarta Generación (4G), que consta de 46 proyectos, 11 ya adjudicados en 2014, con una inversión estimada de 47 billones.
Se espera que los proyectos 4G generen grandes beneficios para la economía nacional durante sus dos fases, pues representan 1116 km de vías, 11 billones de inversión, 40 mil empleos en etapa de construcción, 140 mil empleos en el largo plazo y aportarían cerca de un 0,7% al crecimiento del PIB.
Sin embargo, todavía quedan dudas sobre la funcionalidad y precisión de los proyectos: ¿son suficientes para mitigar el rezago? Si bien los proyectos son un gran avance, Colombia aún no tiene establecido un plan maestro vial, que no solo se priorice el transporte terrestre de los corredores centrales, sino que se logre una unificación entre vías multimodales y las secundarias y terciarias existentes.
El bajo desempeño logístico en Colombia, en gran parte, es consecuencia de la no utilización de diferentes modos de transporte. Aunque el transporte por carretera tiene muchas ventajas, como la facilidad de desplazarse puerta a puerta, la flexibilidad en las frecuencias y los menores tiempos de transporte para recorridos largos, hay otros modos más eficientes.
Transporte multimodal. Hacer una realidad el transporte multimodal es el gran desafío que enfrenta el país en el corto plazo; en noviembre se presentará el nuevo Plan de Transporte Multimodal. La falta de combinación de diferentes modos de transporte conlleva a que se desperdicien oportunidades de aprovechar eficiencias en materia logística y, por tanto, de reducir los costos de transporte.
Para lograr cambios reales en Colombia hay que superar grandes retos. Primero, generar una legislación apropiada para la multimodalidad, donde el concepto es un transporte continuo bajo un único documento de carga. Segundo, lograr la coordinación entre los diferentes actores para cada modalidad de transporte.
Adicionalmente, es necesario generar economías a escala por medio de manejo de transporte. Esto va desde lograr un sistema unificado de transporte multimodal, hasta cambiar el enfoque del modelo exportador, donde lo primero será promover la relocalización de las empresas, pues en Colombia la mayoría de centros económicos se encuentran a 7000 metros por encima del nivel del mar.
Predomina la carretera
Actualmente, más de 70% de la carga en Colombia se transporta por carreteras; cerca del 24% se hace por vía férrea; el porcentaje restante se hace por vía aérea, fluvial y, en una mínima proporción, por cabotaje. Según el profesor Víctor Cantillo, “el transporte de carretera debe servir más de alimentador de unos sistemas con mayor capacidad”. Si el país mejora su estructura logística se podría incentivar el crecimiento industrial, incremento de la productividad y aumento en el comercio local e internacional.
Fuente: El Heraldo
Fotografía: Archivo Ministerio de Transporte
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